Un público mayor y mayoritariamente femenino la esperaba con entusiasmo y muchas ganas mientras Rosa, como una buena artista, se retrasaba unos minutos para que la expectación fuera mayor aún. La organización del evento nos situó a mi compañera Belén y a mí un poco lejanos al escenario debido a que casi las 15 primeras filas del teatro estaban completamente llenas. Unos minutos previos a que diera comienzo el concierto el buen rollo se respiraba entre el público. Incluso unas señoras que se encontraban a nuestros lados nos regalaron unas gominolas.
Seis minutos más tarde de lo programado (a las 21.06h) los músicos hicieron su aparición en el escenario, y mientras comenzaba la música pudimos escuchar la voz en off de Rosa, antes de que ella apareciera por el escenario.
“A veces, los sueños se quedan en sueños. Otras, se hacen realidad. Y algunos, muy pocos, se superan. Yo soñé con un escenario y con un día como éste. Con vosotros, aquí. Y hace 11 años ese sueño se empezó a hacer realidad. Desde entonces, muchas canciones van unidas a nuestras vidas. Ésta es una de ellas que me enseñó que errar es de humanos, que jamás olvidaré que no estoy sola. Su letra me indicó el camino y me empujó a avanzar. Conclusión: a veces, equivocarse es el paso para seguir adelante”.
Tras recitar en directo el discurso, Rosa aparece con un vestido de color negro por las rodillas y el pelo recogido. El público se pone en pie mientras ella comienza a cantar “Desde la oscuridad”.
Nos sorprende lo delgada y guapa que Rosa está en esta nueva etapa. Derrocha felicidad por los cuatro costados y se la ve segura en el escenario, contenta por vernos y con mucha fuerza.
Tras la primera interpretación, Rosa nos da la bienvenida y nos cuenta que está muy contenta de estar en Andalucía de nuevo. Y, seguidamente, da paso al siguiente tema. Se trata de la canción que cantó en la gala 0 de su edición de OT, en la primera gala del primer Operación Trinufo: “Killing me softly”. Demuestra gratitud y orgullo al programa y a su paso por él durante todo el concierto, de hecho alude a él en varias ocasiones.
Más tarde presenta uno de los temas que más disfruta su público cuando lo canta. Ella agradece el éxito que obtuvo con esa versión actualizada de Mari Trini en iTunes. “Yo no soy esa” consiguió llegar al número uno de canciones más vendidas el mismo día que salió a la venta.
Temas como “Don’t Stop the Music” de su primer disco, “Ahora” un primer single de un segundo trabajo, o “Todo te lo debo a ti”, una canción que dedica a su padre (fallecido hace algunos años) y que toca a voz y piano, se van sucediendo a lo largo de la noche.
Mi sensación es extraña durante el concierto. No sé si me encuentro ante una cantante de boleros en castellano, a una mujer negra encerrada en un cuerpo de blanca que en otra vida cantó en un coro góspel. El caso es que lo mismo la veo muy folklórica, que saca su vena americana.
Durante el concierto, Rosa hizo mención a José Luis Perales, que compuso las letras de uno de sus siete discos. Entre ellas se encuentra el tema “De haber sabido”.
A mitad de la velada, Rosa presentó a su banda compuesta por Javier Lozano (a las teclas y a la dirección musical), Sonia Reish (corista) y Jaco (bajo) entre otros.
Otro de los temas a destacar es “Mi pequeño gran rey”, versión en español del tema “Who would imagine a King” de Withney Houston, y que también dedicó a su padre.
Durante el concierto, Rosa se cambió hasta en tres ocasiones de vestido, mientras sus músicos interpretaban temas a solas o en conjunto para amenizar los minutos en los que Rosa se ausentaba.
Para terminar, antes de la falsa despedida que todo artista hace un par de temas antes de acabar el concierto para que el público le pida “otra”, vivimos el primer momentazo de la noche: Rosa interpretó “Mi música es tu voz”, tema mítico donde los haya para todos los seguidores de la primera edición de Operación Triunfo. Con este tema cerraba “el primer pase” y, ante la petición de su público, Rosa salió de nuevo. El segundo momentazo de la noche había llegado: “Europe’s living a celebration”. El público abandonó sus asientos y se amontó delante del escenario para cantar y bailar una de las canciones que más ha marcado la historia de España en Eurovisión.
Tras finalizar el concierto, y tras unos minutos de descanso, Rosa salió al hall del Teatro para firmar y hacerse fotos con todo aquel que quisiera. Dos horas estuvo la artista atendiendo a sus fans. Nosotros también pudimos hablar con ella, y nos demostró su humildad y cercanía. Los 11 años que la avalan como artista no ha podido con la persona que se encuentra detrás de “Rosa de España”, esa Rosa López “de toda la vida” que agradece de corazón el apoyo del público después de tantísimos años, y que ahora recorre los teatros españoles en homenaje a todo este tiempo pisando escenarios, agradeciendo a los que le dieron su primera y definitiva oportunidad, y sobre todo a su público, que la quiere y la colman de regalos y halagos después del bolo.
Enhorabuena Rosa.