Domingo 3 de Junio de 2007, Barcelona, Sala Razzmatazz. La cosa comienza con la noticia de que al parecer problemas con la empresa encargada de hacer la publicidad y promoción del grupo en su aventura de presentación española hacen que las ventas de entradas no fueran las esperadas.
Poco conocimiento y quizás interés por el rock brasileño hacen que sólo varios cientos de personas ocupen la sala principal de una de los templos de conciertos más importantes de España, e incluso de Europa.
La cosa es que los titanes salen al escenario y todo lo demás sobra, se respira la emoción. Aunque uno personalmente estaba ante las expectativa de ver a los TITÂS por primera vez en España, y solo haciendo caso a las maravillas que desde Brasil me comentaban, nos preparamos para “ver que pasa”, porque se respira que algo grande va a empezar. Y nada, el grande Branco Mello arranca saludando a los presentes y presentando la primera canción “A melhor Banda do Mundo”, enseguida se percibe que la gran mayoría del público es brasileño, sin duda para ellos una maravilla poder ver a este grupo casi en concierto privado, después de que hace poco tocaran junto a los Rolling Stones para más de 1.000.000 de personas en la playa de Copacavana en Río de Janeiro.
Los grandes éxitos se van sucediendo, a la vez que se forma el carrusel de los distintos vocalistas del grupo, todos ellos unos grandes maestros del escenario y sin duda demostrando porque son el grupo de rock más importante de brasil.
Las canciones comienzan casi todas con el arranque de Tony Belloto con la guitarra a lo que acompaña al instante o bien la energía y la fuerza de Sergio Britto (teclados, voz y compositor de la mayoría de la canciones) con ritmos mas movido y cercanos al ská, o bien el viejo rockero Branco Mello con sus canciones melódicas y su voz mas dulce, (si nuestro Miguel Rios fuera brasileño seguro que seria un gran amigo de este hombre), o el que a mi personalmente mas me gustó, el gran capitán Paulo Miklos (saxo y voz) con canciones llenas de mensajes y una enorme capacidad para levantar al público (quizás por eso en su escarceo como actor consiguió en el 2002 el premio como actor revelación en el festival de Brasilia).
Enseguida se notó que todos los temas, eran temazos de toda la vida, un recorrido por la música rock brasileña de los últimos 25 años, la gente enloquecida, sonaban canciones que más que eso, eran auténticos himnos para la enfervorecida audiencia que no paraba de bailar y cantar todas las canciones. Contagiados por el resto del personal, los que no hemos nacido en Brasil, enseguida entendimos que estábamos viendo a los Rolling Stones brasileños, a auténticos ídolos y clásicos de la música, y nos dejamos embriagar por las canciones que se sucedían entre los tres vocalistas del grupo.
Al final, un repaso a las gargantas de los asistentes que no pudieron evitar cantar en paralelo todas las canciones, y una magnifica impresión para nosotros, ya que Titãs demostró que los grandes pueden llenar un auditorio, aunque solo haya unos cientos de personas, dejándose la piel y colmatando el espacio libre con energía y música. Entrega absoluta de estos maestros y nuestra admiración para estos artistas.