Alguien puede acusar de cierta frialdad la sala de Fibes que acoge este ciclo y posiblemente no le falta razón. Sin embargo fue empezar la actuación de El Kanka y con naturalidad, desparpajo y una suerte de canciones y comentarios entre ellas divertidos para que las distancias entre público y artista se vencieran y recompensaran con cálidos aplausos.
No jodan la marrana encabezó un setlist donde cada canción parecía una caja de sorpresas en su desarrollo mismo. Guiños al tango o a la rumba desde el corazón y sin hipocresía como reivindican en el Con el permiso de ustedes este malagueño sacó la bandera del buen rollo contagiándonos de un show impredecible, ecléctico y con ritmo.
Con el gesto de la sonrisa en las cientos de comisuras de labios allí reunidos salió Marwan. No era fácil la papeleta de enfrentaarse sólo con la guitarra a un público bien caldeao por el artista anterior y sin embargo él con inteligencia y tablas supo usarlo a su favor con constantes referencias El Kana y lo diferente que podía resultar un cantautor frente a otro.
Porque en las canciones de Marwan predomina esa reflexión sobre las relaciones que dejan huella o las que no cicatrizan nunca. Con su sensibilidad especial interpretó la preciosa Canción a mi padre junto a otras celebradas y cantadas como Carita de tonto o Ángeles de su último disco llamado Trapecista. Y aplausos y más aplausos. No faltó la canción de crítica social en Necesito un país que introdujo con una curiosa comparativa con la película Monstruos S.A.
Y llegó Pedro Guerra con sus recuerdos, su nostalgia tras 30 años dedicados a la música y 20 años desde que se afincara en Madrid y fuera un habitual en los martes del Libertad 8. Con parsimonia canaria poetizaba sobre sus vivencias y las historias que había sentido y descubierto en su carrera. Tuvo bellas palabras para su tierra natal y también para Méjico a donde nos transportó como Mariposa Monarca que en su ADN ya tiene marcado su viaje.
La maestra reivindica la labor de los docentes a favor de la libertad en tiempos de represión e invitó a Marwan a interpretar juntos la popular El marido de la peluquera. Bonito momento cuando coreamos junto a Pedro la también conocida Debajo del Puente así como concluir tibiamente con Deseos tras el gran éxito que popularizaron Victor Manuel y Ana Belén y que no es otro que Contamíname.
Tres cantautores, tres estilos distintos que tuvieron cabida entre los que allí acudimos buscando reir, algo de calor y el reencuentro de recuerdos y personas escondidas en letras de canciones.