Retornando a tierras nazaríes esta semana entramos de lleno en el nuevo trabajo discográfico del joven grupo granadino Rey Chico, grupo que con su nombre hace referencia a Boabdil, el último Sultán de la península ibérica.
A principios de 2015 Alejandro Ayllón, Luis Costillo, Jesús Hare, Pablo Fajardo y Pablo González se unen para crear Rey Chico y desde este mismo momento comienzan a trabajar de manera incesante para a finales del mismo año comenzar a grabar su primer Ep, Sin piel. Con el Ep ya publicado comenzaron a dar conciertos por Granada cosechando sus primeros éxitos, y alcanzando gracias a todo el empeño puesto en el grupo logros como ganar el Concurso de Bandas del Granada Sound de 2016,
Granada en lo musical es como una fuente de la que emana la pureza de la música arraigada a la ciudad. Es fuente de la que beben los grupos emergentes de la ciudad, causa del legado de grandes grupos granadinos a nivel nacional como Niños Mutantes, los Planetas, 091, Lori Meyers, y de grandes parajes que evocan sentimientos y estados emocionales casi idílicos, tales como la Alhambra, el Paseo de los Tristes o Albaizín los cuales son la piedra angular de la ciudad.
Y como no podía ser de otra manera todo ello se ve reflejado en el nuevo trabajo de Rey Chico, sonidos que nos quieren recordar a los Lori Meyers, canciones que nos proyectan al trabajo de 091, sentimientos crudos y poderosos como en los primeros trabajos de Niños Mutantes. Y por supuesto la temática, tratando temas tales como el amor y el odio, la ira, la frustración, el sentimiento de vacío o el ansía de algo más. Todo ello tratado bajo tintes personales y propios, aunando lo bueno de sus influencias pero con un toque diferente, un toque Rey Chico.
Abriendo Parar el mundo nos encontramos con Será Mejor, canción que a través de rifts agresivos y subidas de intensidad de la batería nos traslada a un estado incontrolable de furia e ira. Desvelar el lado salvaje para romper con todo y producir un cambio en la sociedad en el que por fin, como bien dicen ellos, nos toque ahora ser nosotros los amos y no los esclavos, será lo que deseemos desde el primer segundo de música.
En contrapartida, desde un estado de serenidad más notable, tenemos Un Minuto de Silencio. Tema que invita a la reflexión interna y personal para poner fin de una vez por todas a las indecisiones y la palabras vacías que marcaron nuestro pasado y son imposibles de borrar, que nos siguen como una sombra. Evolucionar para ganar fuerza y voluntad, romper con todo para resurgir fuertes y sin miedo, en lo que será un futuro desconocido y azaroso, pero que deberemos afrontar para dejar este pasado sombrío. El tema concluye, de manera muy acertada, con un diálogo extraído de la película Queimada (1969), del director Gillo Pontecorvo.
Casa es el tema escogido para poner el broche final a este Ep. Canción bastante cruda que a través de un pequeño homenaje a el Quijote, la gran Obra de Miguel de Cervantes, nos muestra el miedo a abandonar como si fuera un gigante poderoso ante nosotros simples humanos, para acabar rompiendo con la ilusión que creamos nosotros mismos, a través de la metáfora de romper el espejo, y ver como se desvanece ante nosotros, pudiendo apreciar al miedo con su forma real de molino.
Parar el mundo es sin duda un trabajo con una gran proyección de futuro, un disco para ser disfrutado con los cinco sentidos, que se merece darle una oportunidad porque sin duda, después de escucharlos se convierten automáticamente en un grupo imprescindible. Enhorabuena.