Teníamos curiosidad, y mucha, y quien no después de haberla visto interpretar camaleónicamente personajes variopintos y salir airosa de la mayoría de ellos. Los deberes de este fin de semana habían sido escuchar algo suyo y ver la peli de “asesinos natos”. Hemos escuchado sus discos, pero lo que de verdad valía la pena era verla transformarse en un verdadero frontman (frontwoman en este caso) y levantar del suelo a la concurrencia.
Y sucedió casi sin tiempo para darnos cuenta, apareció un ciclón rojo con una pluma amarilla (algo parecido a Pocahontas pero con cara de pocos amigos) que como una llama dispuesta a incendiar todo a su paso, desplegó toda su energía y vitalidad. Ah!! Como se extraña eso en grupos más consolidados y sin la necesidad de convencer ni cautivar a nuevos fans. Como se le agradece a Juliette la frescura y el esfuerzo para conquistar y conectarse con el público… Chapurreando un poco de castellano, Juliette se nos metió en el bolsillo y no nos dejó salir hasta que no sació su hambre de rock y nos dejó tan exhaustos como parece que quedó ella… Toda la entrega que disfrutamos en el Espacio Movistar este viernes tenía el buqué de un concierto de rock con mayúsculas.
En cuanto al repertorio, un par de versiones de AC/DC y sus más logrados éxitos, se trata, en mi opinión, de sólidas y electrizantes piezas de un género que continúa reinventándose y que con la aportación de the licks (el resto del grupo), potencia su sabor y pasa de eso, para regocijarse dentro del más puro rock. La banda cumple muy bien su propósito, bien conectados, cada uno de ellos se unen a la revolución que propone este Mick Jagger contemporánea disfrazado de bella mujer, y el concierto no da concesiones; muchos de los temas son coreados por un público que, aunque variado, está dominado por los grupos de chicas saltando al unísono y algún que otro heavy escondido presenciando la ceremonia.
De buenas a primeras miras al escenario y resulta que Juliette se está encarando con cualquiera de los guitarristas, o de repente todos los componentes dejan de tocar sus instrumentos y aporrean los 4 a la vez la batería, o bien el guitarra se revela y se cambia el puesto con el batería que pasa a tocar la guitarra ¿Habíais visto a unos Lick tan polivalentes?Una fiesta para todos los gustos que nos dejó bailando, sonriendo y con la mirada dispuesta a sorprenderse otra vez, a dejarte seducir por la inexplicable y expansiva energía de un concierto de rock. Crónica Kenneth y Celu. Fotos Celu.