La Bienal de Flamenco de Sevilla, con un espíritu siempre rompedor (basta ver los carteles, en especial el de esta edición), echa la vista atrás y presenta dentro de su ciclo “Flamencos y otras aves” a tres innovadores históricos de la rumba flamenca y de los sonidos gitanos.

Peret, genio inventor de la rumba catalana, pasó del bombazo del éxito a principio de los 70 a la decadencia popular y artística, para ser posteriormente revalorizado por músicos del prestigio de Carlos Jean, Joan Manuel Serrat o el mismísimo David Byrne. Actualmente goza de una segunda juventud con gira, conciertos y nuevo disco (“De los cobardes nunca se ha escrito nada”, del año 2009).

Los Chichos, con 20 millones de discos vendidos en 40 años de carrera ininterrumpida, son el máximo exponente de la rumba flamenca y popular. Su cancionero, compuesto por desengaños, traiciones y amoríos nocturnos, se ve revitalizado con una instrumentación moderna, compuesta tanto por guitarras españolas como por batería, teclados e instrumentos eléctricos sacados del pop y el rock.

Por último, poco se puede decir ya de Kiko Veneno. Andaluz de Figueras, maestro entre los maestros, flamenco a la vez que rockero, alquimista de rumba y pop, de blues y folk y lo que haga falta, letrista incuestionable, surrealista y soñador, siempre a medio camino entre la alegría y la nostalgia, entre el dolor y la fiesta. Ahora aparece con disco casi terminado (“Dice la gente”, que se publicará este año) y con un directo curtido al que no hacen falta ni ensayos.

En definitiva, 3 artistas, 3 conceptos distintos de hacer lo mismo, música para la gente, popular, rumbera y flamenca. 3 conciertos que se darán la mano en el único lugar posible: el auditorio Rocío Jurado de la Cartuja de Sevilla.