15/01/10 Sevilla, Sala Q.
Tras cuatro años de separación era mucha la expectación generada por el anuncio de la reunión de O´Funk´illo para la gira conmemorativa de sus 10 años.
El escenario de ese regreso no podia ser otro que Sevilla, un concierto en casa que prometia ser muy muy especial y que no defraudó a la gran cantidad de seguidores de la banda que se congregó en la Sala Q. Con todo el papel vendido muchas personas circulaban por los aledaños de la sala en la desesperada busca de alguna entrada sobrante. Y es que muchas eran las ganas de volver a disfrutar de la banda en directo.
Con la sala ya a tope y esperando el momento en que se apagaran las luces, O´Funk´illo salia a escena y comenzaban con 'Riñones al Jerez' . El ambiente con ganas de una noche de FIESTA con mayúsculas estaba tan caldeado que hasta se materializó en un anecdótico incendio en la esquina izquierda del escenario rápidamente neutralizado, al principio parecia que era el típico hielo seco para dar ambiente y Javi Marciano que estaba en esa parte bromeaba del calor y de que se estaban colando con el humo.
Andreas demostraba una vez más su excelente talento como frontman animando al público como pocos saben hacer echando mano de la gracia y el arte "andaLutz". Andreas transmite mucho y su conexión con el público es total, llevando el show con ritmo y animándolo en todo momento. Esta noche demostró que aunque hayan pasado años todavía mantiene esa fuerza de los inicios y lo corroboró cuando se lanzó al público desde el escenario.
Mientras tanto la baba de los presentes se caía a litros viendo tocar a Pepe Bao combinando una técnica exquisita y altas dosis de feeling en las cuatro cuerdas. Más tarde Pepe nos obsequiaría con un solo tremendo, pero durante toda la actuación fue protagonista y es que muchos son los grupos en los que el bajo queda relegado a un segundo o tercer plano, como comparsa, pero cuando en un grupo suena un bajo con personalidad es toda una gozada.
El concierto prosiguió con 'Ofunkillo grooves' y es groove precisamente lo que no le falta a ofunkillo marcando un ritmo contagioso que hace al público vibrar con la música. Una música que mezcla ritmos funkys con reggae, con metal y con una pizca de su tierra sureña: flamenco y ese arte ocurrente y espontáneo. Ofunkillo se marcó 'A xuparla' otro gran pelotazo funky con un groove tridimensional para las delicias de los funkatic@s.
Las letras sencillas e ingeniosas, con gracia, usando la jerga de Sevilla sin complejos de Andalucia son la seña de identidad de las canciones de Ofunkillo. 'Arte un waka', 'Dinero en los bolsillos' y 'A jierro' siguieron en un repaso que darian a las canciones de sus discos y, en particular, repaso muy detallado del primer LP del que tan sólo faltó una canción y es que unas dos horas y media de concierto dan para mucho y para muchas sorpresas que iria deparando el show a los asistentes.
Momento para disfrutar de un "bailesito" mas tranquilito con 'Asi estas donde estas' lo suficiente para coger carrerilla y lanzarse sobre 'Essos Cuennos' con gran participación del público que se "embrutessia" por momentos y en la que Andreas invitó a la peña a subir al escenario a marcarse un baile y la afortunada fue una chica que lo flipó y se despidió de la excitante experiencia tirándose a la piscina desde el borde del escenario. Un poco antes los ritmos reggae de 'Mary Jane' invadían el aire de la sala sólo para estrellarse contra un contundente 'El marmol'.
Muchas ganas de Fiesta, Fiesta era lo que había en la Sala Q y nada nada de siesta tras lo cual Yanina y Juan a cargo de la sección de metales se marcaron unos solos: primero fue turno para el saxofón y luego para la trompeta. Y la fiesta no paraba dándole paso a Moi con el teclado y el sampler transformando el ambiente en una rave calambrakera. Pero la cosa se normalizó con un tema 100% genuino de la casa como 'Al rollo del cogollo' una canción como muchas otras en las que ofunkillo gusta de recrearse con la yerba. Siguió entonces una rapeada 'Caraescombro'.
Javi Marciano tuvo su mayor protagonismo haciendo honor a su nombre extraterrestre marcándose una improvisación a lo Tom Morello dándose con la clavija de amplificación en su cabeza y jugando con los efectos de los pedales sacando sonidos experimentales.
A pesar de la guasa de Ofunkillo, las letras poco trascendentes y el cachondeo y lo festivo de su música el grupo es para tomarlo muy en serio. Son músicos con mucha calidad y técnica como Pepe Bao que es un auténtico fuera de serie reconocido, sin desmerecer a Javi Marciano. Tienen un gran frontman como Andreas, carismático y que anima un montón y toda una banda detrás de acompañamiento con coristas, metales: saxofón, trompeta, teclados… Todo para construir un directo muy poderoso a la altura de grandes grupos.
El concierto iba acabando porque tras ir 'Rulando' nos mandaron 'Pal Keli' pero eso no se lo creía nadie: todavía quedaba concierto para rato y muchas sorpresas. Entre otras cosas no podía terminar un concierto de ofunkillo sin ir a dar una vueltecita por 'El campito' que para más inri ya la habían tocado durante la prueba de sonido. Sin duda 'El campito' era una de las canciones más esperadas por el público, una canción que se deja querer, de estas canciones que te aprendes la letra instantáneamente y que no te importa ponerla en modo "repeat" en el reproductor. Además contiene el que probablemente sea el solo de bajo con más feeling de toda la discografía del grupo.
Otra que no podía faltar era 'En el planeta aseituna' porque no sólo hay flamenco en Andalucía y muchos funkaticos lo pueden atestiguar. Fue entonces momento para una sorpresa Manuel Molina subió a escena para marcarse un emocionado 'cantesito' a Triana y a la torre del oro.
Con una speedica versión del 'Pirata pata palo' y continuando ese ritmo hardcore impuesto al tema de Raimundo Amador siguieron con la versión de cabrón hijo puta de la banda sonora de south park. La conexión con los transgresores y gamberros dibujos animados y ofunkillo no acaba ahí pues el virtuoso bajista Les Claypool interpretaba la sintonía inicial de cada episodio de la popular serie caracterizado como uno de sus personajes. Y el gran Pepe Bao ha bebido mucho de la técnica del genial Mr. Claypool.
La siguiente sorpresa de la noche fue la presencia de Alba Molina sobre el escenario para cantar a dúo con Andreas en una interpretación con chispa a pesar de que permaneció en un segundo plano. El concierto tomaba su recta final con 'Una fumaita más' con la participación del Chusta de la Selva sur y Alejandra, una espontánea invitada a subir al escenario para cantar. Tras terminar la 'Pachamama' Pepe Bao entonces afinó dos octavas y media más bajo su instrumento y vaya como sonaba aquello, tremendo! aquello sonaba a… Rage Against The Machine, a un 'Killing in the name' que hizo recordar al suelo del mítico brujas al borde de colapsar por los botes de la peña "embrutessía".
El show de ofunkillo destaca e impresiona por la buena estructura que tiene dominando el ritmo de la actuación en todo momento y potenciando en su música el factor concierto, y para finalizar el show no hubo mejor manera que hacer un reprise del 'Riñones' para poner broche final a la actuación.
Pero no solo flipamos los que estábamos enfrente del escenario, el mismo grupo también flipaba por la acogida y lo arropado que estuvo en todo momento por los funkaticos. Así que seguramente al grupo le hará pararse a pensar hacia que mares navegará está nueva aventura… los fans lo tienen claro.
Fotografias: Alberto Ferraris Ravé.