De Galicia, musicalmente, sólo se pueden esperar cosas buenas. Novedades Carminha son un buen ejemplo. Continuadores y cultivadores de la ironía punk instaurada por Siniestro Total u Os Resentidos, el grupo llenó la madrileña sala But con su concierto de fin de gira. Como teloneros actuaron The Parrots, trío madrileño de sonido garajero, letras indescifrables y actitud etílica, que “ruidearon” con honor y pundonor. Fue una apertura acorde a lo que se esperaba.
Con la aparición en escena de Novedades Carminha, el público, entusiasmado, cantó y saltó con cada nota, haciendo bueno ese estilo sencillo y efectivo, a caballo entre el garaje, el punk y el pop sesentero, que caracteriza a la banda.
Entre el público se mezclaban crestas de HyM con otras del Rastro, pijas con carpeta, modernas descamisadas por los enérgicos pogos, rockeros patilludos con tupés imposibles, ligones en chándal, melenas engominadas y un sin fin de tipologías que, todas a una, brincaban con letras tan originales y certeras como la de “Antigua pero moderna”, ese himno modernista o modernero, anti o prohipster, quién sabe, que define tan bien las contradicciones de la vida postmoderna cuando dice “suena Julio Iglesias y enseñas las tetas”.
A los pogos habría que dedicarle mención aparte: de los mejores vistos en Madrid. Interclasistas e intersexuales, lo cual siempre es de agradecer. Me decía uno de mis acompañantes (uno de esos sujetos de patillas largas y estrecho pantalón, como sacado de una canción de Los Salvajes) que desde Airbag en la antigua Pachá no se veían pogos de ese nivel. Otra de mis acompañantes perdió el sujetador en medio de uno. Inaudito. Faltó el lanzamiento de fans al público: hubo amago pero los de seguridad no dejaron.
Letras lubri-vivificantes como F.O.L.L.A.R hacían que los más sosos se arrimaran a sus parejas, en busca de (más) calor humano. Los hits de “Juventud infinita”, el último disco de la banda, eran coreados, mezclados con temas de anteriores discos. Pero faltaba el colofón, y fue de órdago: el rapero madrileño El Coleta hizo su aparición para cantar con la banda “Más cornás da el hambre”.
El rapero, cuyas influencias pasan por el cine quinqui, los Obús más macarras y los yonquis de barrio, encaja perfectamente en la simbología de los gallegos. Juntos hicieron suyo el hit de Siniestro Total “Alaska”, aquél con el que, allá por los ochenta, los vigueses criticaban a la diva de la modernidaz: “Alaska, Alaska, aunque salgas en el Hola no me tocarás la cola ni te quedarás mi pasta”.
Para rematar, acabamos en un Taco Bell. Crunchywrap y quesadilla. Día redondo.
Fotos: Rebeca González