Tras la brecha que abrieron gente como Lori Meyers, Cooper o Niños Mutantes, entre otros, siguen saliendo formaciones como No-Frosth que reflejan claramente esas influencias en su propio estilo.

Y Valencia, de donde procede el grupo, desde luego es una buena fuente para beber del indie-pop que ha ido creciendo allí estos años. Por eso las canciones de No-Frosth suenan familiares y el grupo equilibra muy bien letra y música contándonos sin artificios y naturalidad historias como "el repartidor y la secretaria" donde además resalta la voz femenina de Sandra Ferrer en el papel de secretaria.

"Robo" añade un componente humorístico donde el protagonista se cuela en un local de ensayo para robar los acordes a un grupo y llegar así a triunfar, ¿en quién estarían pensando?

Con "Miss gelatina" el grupo explora un estilo más propio de cabaret saliendo con éxito de la experiencia.

En resumen un disco bien construido con pocos altibajos y cuya escucha resulta interesante, fácil y corta, lo cual es, sin duda, una buenísima señal.