No escuchaba flamenco en casa y nos cuenta entre otras muchas cosas que la Rosalía más segura es la Rosalía sobre el escenario. No te pierdas esta magnífica entrevista.
Si no me equivoco descubriste el flamenco una tarde con tus amigos escuchando a Camarón. ¿Cómo fue ese momento? ¿Qué sentiste?
R: Nunca había escuchado flamenco en mi casa, ni en mi entorno familiar, fue a partir de los 13 años como tú dices. Tuve la sensación de estar ante la voz más bonita y más verdadera que había escuchado nunca. Pese a no haber escuchado nunca ese género hasta ese momento, me pareció una expresión muy familiar.
A eso me refería: ¿sentías que pertenecía a tu generación o que era algo muy distinto?
R: En ese momento la gente joven estaba escuchando ese género y actualmente ha vuelto a pasar. Mucha gente de mi edad lo escuchaba y dejaron de hacerlo, pero ahora ha vuelto a escucharla. Es algo realmente positivo que tanta gente joven aprecie este género.
¿Qué opinas de la gente pudiera sentir lo mismo que tú sentiste con Camarón escuchando tu música?
R: Wow. Pues digamos que el mayor sueño que alguien puede tener es que lo que hace llegue a la gente, que lo que hagas emocione a alguien o que tu propuesta consiga hacer que el público escuche un género con otra perspectiva. Siempre lo digo, no creo que se deba solo al proyecto de Los Ángeles, sino a todos los artistas que están haciendo que este género se actualice.
Te operaron de las cuerdas vocales y tuviste que estar dos años sin poder cantar. En el concierto de Sevilla se pudo notar en algún momento que forzabas algunas notas. ¿Crees que has vuelto a caer en el error de ser una “salvaje” con tu voz?
R: (risas) ¿Tú tuviste esa sensación? ¿En qué momento?
En algunas canciones, en concreto a partir de la mitad del concierto.
R: Yo tengo la sensación de que desde que me pasó eso, le di mucha importancia a la técnica vocal. Llevo unos siete años estudiando técnica lírica y eso hace que cuando estoy encima de un escenario, a no ser que esté enferma, tenga la libertad de hacer con mi voz lo que me proponga. Tengo armas para sentirme libre a nivel vocal y la verdad que yo no tuve esa sensación, me sentía cómoda, tenía la sensación de tener la voz asentada. Por lo menos no me costaba, aunque puede ser que hacia fuera se pueda sentir así. Me gusta llevar la voz al límite, porque, como dices, ese salvajismo o visceralidad también me interesa. No se trata simplemente de hacer algo bonito o limpio, me gusta que coexistan varios colores.
¿Qué momento crees que ha sido decisivo a nivel personal y profesional para estar donde estás ahora mismo?
R: Al final no es una cosa concreta, es un cúmulo de cosas que te van pasando, de tomas de decisiones. Cuando era muy pequeña, mi primer recuerdo cantando para alguien fue con mi familia en una cena familiar y al acabar recuerdo que todo el mundo se puso a llorar. A partir de ahí tomé conciencia de algo. No entendí bien el qué, pero me di cuenta de que quería dedicarme a la música. Esa fue una de las cosas más importantes. También recientemente lo que pasó en las fiestas de La Mercè en Barcelona, donde había cinco mil personas llenando la plaza de la Catedral. Ver eso te da muchos ánimos para continuar, es muy emocionante.
En una rama tan sentida como el flamenco, ¿cómo es posible que noche tras noche cantando las mismas canciones lo puedas sentir igual e incluso llegarte a emocionar e incluso llorar como pasó en el CAAC?
R: Cada día te encuentras diferente y el lugar en el que estás también es diferente, eso te condiciona y hace que las letras y las canciones siempre puedan ser diferentes. Siempre tienes que estar atento a los matices. Es una cuestión de matices ya. Y también es cuestión de actitud, de intentar cantar algo como si fuese la primera vez. Es la forma de hacer que alguien reciba las canciones como algo vivo, orgánico.
¿Qué crees que habéis aportado Raül y tú a las canciones clásicas que quizá con anterioridad no llegaban al público que ahora las escuchan por vosotros?
R: No sé si hablaría de aportación, más bien es una aportación para mí como músico. Es una necesidad personal este trabajo. Entonces yo creo que las piezas clásicas lo son porque se aguantan por sí solas a lo largo del tiempo y al final, lo que hacemos es una reinterpretación que nosotros necesitamos hacer por necesidad personal. No pienso tanto en la aportación que puede haber en este género o no, eso es algo que lo tiene que decidir el tiempo, si es que existe esa aportación.
¿Es posible que no tener raíces en el flamenco te haya podido dar la facilidad de ser más independiente y que no te relacionen con otra persona cuando se habla de ti?
R: Siempre se va a ser diferente. Un perfil de un artista que viene de una dinastía flamenca o una artista que empieza desde cero siempre va a ser diferente. Lo interesante es la propuesta, que sea auténtica. Mi perfil no es un producto de discográfica, y creo que la gente se da cuenta. No hay un equipo de gente pensando en hacer algo que funcione, sino que es una persona haciendo algo de corazón y eso te lleva donde te tiene que llevar.
¿Qué parte de tus conocimientos musicales te ha aportado tu familia?
R: Todos. Siempre me han apoyado y ayudado para que pudiera estudiar Música, para que pudiera dedicarme a lo que soñaba. Desde muy pequeña pedí estudiar y siempre he tenido y han tenido fe en mí. Me han inculcado el valor de trabajar muy duro y al final esa es la enseñanza más grande que he tenido de mi familia: la generosidad de que pudiera dedicarme a esto y la disciplina en el trabajo.
¿Hay prejuicios en la música respecto a la edad? ¿Qué hubiera sido del dúo entre Raül y tú si este, con el que compartes una diferencia generacional, no hubiese apostado por un talento joven como el tuyo?
R: Creo que es lo contrario. La juventud es frescura. Los artistas más consolidados, si son inteligentes, se relacionan con el talento joven, porque la gente joven siempre tiene una mirada fresca que aportar, tiene mucho que decir y son los que están preparados para romper un ‘status quo’ de cualquier tipo. Los artistas consolidados aprenden de la gente joven igual que los jóvenes aprenden de los artistas consolidados.
Comparando tu forma de ser fuera de los escenarios, donde se te ve más cercana, ¿te ha costado llegar a conseguir esa actitud de cara al público encima de las tablas?
R: La Rosalía del escenario es la Rosalía más segura de sí misma. Además, las canciones que elijo para el directo, son canciones que requieren temperamento. No es lo mismo que mi vida diaria, con el trato de “tú a tú”. En el escenario es el lugar donde me puedo dar la libertad de hacer lo que quiera. Soy más temperamental que en mi vida personal, son ámbitos diferentes.
¿Qué tiene que tener el público para emocionar a Rosalía? ¿Impone actuar en Andalucía?
R: A mí siempre me han acogido con mucho cariño en Andalucía, he sentido una gran respuesta aquí. Nunca he pensado que tenga un público en concreto, incluso en las actuaciones hay gente de todo tipo de edades. La persona que nos programó en el concierto de Sevilla se preguntaba “¿Cuál es el público de Rosalía? Es que no lo pillo”, me decía. Y yo pensaba es que “eso es lo que mola”. Me gusta que pueda venir la abuela, la madre, la hija. Eso es lo que me llena, lo que me dice que vamos por buen camino. Que lo que hagas tenga la intención de ser emocionante, de poder llegar a las personas.
¿Crees que se apuesta por el género? ¿Hay salas y recintos acomodados para el flamenco?
R: No está mal. Hay circuitos, pero creo que falta infraestructura. No solo en el flamenco, sino en la industria musical española, no está tan consolidada como quizá la americana. Creo que no hay una cultura acostumbrada a comprar discos, podría desarrollarse más y tendría que acabar pasando. En cuanto al flamenco, las nuevas generaciones lo están cambiando. Hay un orgullo de esta cultura, de este folklore que nos pertenece de alguna manera. Antaño faltaba esto y ahora está cambiando.
Hablando de actualidad, siendo catalana, al margen de votar o no votar el 1 de octubre, ¿crees que el hipotético resultado positivo del referéndum catalán podría influir en el respeto de la cultura catalana frente a la española y viceversa?
R: El arte no tiene por qué estar vinculada a la política. La música es música y creo que la gente sabe darse cuenta de que un artista va más allá de territorios, idiomas e ideologías, por eso es tan grande y tan importante una expresión artística como esta. Yo no tengo un sentimiento político concreto y creo que hay que tener mucho conocimiento para dar una opinión respecto a estos asuntos tan delicados y a mí me falta. Vivo en mi burbuja musical.
Te han definido como “la Patti Smith de los tablaos” o la “Revolución de 2017”. ¿Quién es la revolución de este año para la “revolución” de 2017?
R: Hay una artista que he conocido este año con la que estoy empezando a colaborar y ha sido un gran descubrimiento. Ella se llama Carlota Guerrero y es una artista visual. Para mí la mejor directora de arte que hay actualmente. Ha dirigido el último proyecto de Solange, hermana de Beyoncé. La admiro muchísimo y me encanta su trabajo.
¿Por qué De Plata para protagonizar el único vídeo por ahora de Los Ángeles y por qué con CANADA?
R: CANADA es una de las mejores productoras visuales de España y siempre me han apoyado y han estado ahí. Concretamente, quería trabajar con Tomás Peña de Manson, amigo mío que casualmente estaba en Los Ángeles, y le dije “mi disco se llama así” y comenzamos a hablar. Yo quería grabar un vídeo allí y él me dijo “voy a pensar un tratamiento” y de golpe ocurrió. Consideramos que De Plata era la ideal para estar ahí, ya que es dura y creímos que casaría muy bien con un contexto tan alejado aparentemente del flamenco como era esa ciudad.
¿Con qué canción del disco definirías tu momento actual profesionalmente?
R: ¡Qué difícil! Todas hablan de muerte y ahora mismo tengo la sensación de estar enérgica.
Muy viva, ¿no?
R: Sí, exactamente. Muy viva. De estar empezando, he sacado el primer disco, es el momento en el que están pasando cosas. La nominación a los Grammys también ha sido muy fuerte. Estoy en un momento de mucha celebración y quizá me costaría elegir. Quizá ninguna.
Después de Los Ángeles, ¿hacia dónde va el proyecto? ¿Ha llegado el momento de publicar tus propias canciones?
R: Compongo desde hace muchos años y actualmente estoy componiendo, estoy trabajando a nivel creativo, estoy descubriendo. Pero estoy centrada en la gira de Los Ángeles. En el siguiente disco se irá fraguando e irá naciendo de una pulsión como nació este.