Aunque su vocalista, El Sevilla, entre risas dice que prefiere llegar a los 20 años de existencia  para proclamarlo a voces, lo cierto es que este peculiar grupo está a un pasito de cumplir una década en el ámbito musical. Algo que no está al alcance de muchos. Sobre todo, si tenemos en cuenta que llega exhibiendo la misma frescura y optimismo de sus inicios. Sus seguidores son muchos, y fieles, y su singular testimonio artístico ya forma parte de la vida de muchas personas. Musiqueando compartió con El Sevilla una agradable conversación. Esperamos que la disfruten los lectores.

1. Vuestro último trabajo se llama ‘Selfi, Bragas y Rocanró’, ¿nos podrías hablar a los lectores de Musiqueando qué novedades respecto a trabajos anteriores pueden encontrar?

Bueno, lo del último… suena muy feo. Vamos a decir que esperemos que no sea el último. Novedades respecto a los otros… que tiene una portada y unas canciones diferentes, porque si no sería un recopilatorio (risas). Es el número quince, y nos hemos preocupado porque las canciones no sean muy difíciles ni a la hora de componerlas ni de ejecutarlas ni de escucharlas. Desde el día 16 (de junio) que lleva el disco en la calle, hemos visto las primeras reacciones de la gente por Twitter, por Facebook… y la verdad es que todavía no ha habido una crítica negativa. Es más, te puedo contar que a todo el mundo le ha gustado. Y un poquito se ha cumplido el objetivo.

2. En el título de este trabajo mezcláis un término muy actual como ‘selfie’ con otro, musical, tan tradicional como el ‘rock and roll’, ¿pero qué tienen que ver las bragas con esto esto?

Se nos ocurrió coger esa frase de esa gran canción de Ian Dury, «Sexo, Drogas y Rock and Roll». Como sexo no ha habido tanto en la historia de Mojinos como quisiéramos y lo de las drogas, la verdad es que nunca han existido en el grupo… y era juntar dos palabras muy fuertes en la portada de un disco, decidimos sustituir ‘sexo’ por ‘selfi’ y ‘drogas’ por ‘bragas’. Lo del ‘selfie’ sí que es verdad que tienes que agarrarte un poco a las modas, porque si no,  no eres persona . Y lo de ‘bragas’ hemos llegado a la conclusión, después de pensar mucho y de saber que nos lo iban a preguntar mucho, que los Mojinos somos como las bragas, que no están de moda, pero es lo suyo. No como el tanga, que es una moda. Con él pasa como con la música moderna, está ahí, de moda, pero dentro de unos años ya no estará. Y las bragas estarán siempre. Así que los Mojinos somos como las bragas, aunque no estemos de moda, siempre estamos ahí, y es lo suyo. Y el rock and roll es la música que siempre hemos hecho. No vamos a ponernos ahora a hacer rancheras ni a cantar pasodobles… Bueno, pasodoble tenemos uno en el disco. No  vamos a hacer un disco de boleros. Y si lo hiciéramos, se tendría que retirar Luis Miguel, que me parece que ya está retirado. Pero si no, se tendría que retirar dos veces (risas). El rock and roll siempre ha sido lo nuestro.  Y de ahí lo de ‘Selfi, Bragas y Rocanró’.

3. ¿Os ha sido fácil o difícil introduciros en el mercado musical con un estilo tan propio y tan original?

Por un lado no ha sido muy difícil por eso que tú has dicho del estilo que tenemos. Esa originalidad de lo políticamente incorrecto, ¿sabes? Ese perro que parece que te va a morder, pero no llega. Siempre nos ha dado un poquito de miedo. Tardamos su tiempo en sonar en Los 40, primero sonábamos en Cadena 100… Ahora no sonamos ni en la radio del coche de mi padre (risas). Pero no es que haya sido difícil, ha sido justo. Que canciones de Mojinos hayan estado en 40 o que hayamos entrado en la radio Fórmula ha sido curioso, porque era como un elefante en una cacharrería. No tiene nada que ver con el resto de música que sonaba, pero sí  era algo diferente que gustaba. Cuando sonábamos en 40, al público le gustaba, y otros nos conocieron a través de ahí. Y lo curioso es que un grupo de este tipo haya entrado de esa manera a codearse con otros como más correctos

4. Detrás de vuestro estilo musical desenfadado, ¿hay una filosofía de vida?

Sin duda alguna, pero nada especial. Una cosa es cantar en los Mojinos y otra es cuando nos sacas del escenario y nos vistes de limpio. Te aseguro que somos unas personas con una vida lo más corriente, en la que tienes que llevar a los tres niños al colegio, que eso sí que es rock and roll y no una gira de 200 conciertos. Todas las mañanas llevar a los niños al colegio, darles de desayunar, vestirlos, levantarlos… Eso es rock and roll. Ríete tú de la carretera, de los kilómetros y los escenarios.

5. Tras casi dos décadas en el mundo musical, ¿qué visión tenéis de la evolución que ha experimentado en este tiempo?

Dos décadas exactamente no son, sino 19 años. Déjanos que disfrutemos del año 19, que ya el  que viene cumpliremos las dos décadas (risas). Esto lo comparo como cuando uno tiene 38 años y cumple 39, y como los 39 no se cumplen y le está diciendo a todo el mundo que el año que viene cumple 40.  ¡Disfruta de los 39, que ya cumplirás los 40! Que nada más vas a tener 365 días. Así que vamos a disfrutar de los 19, y ya el año que viene lo haremos de las dos décadas.

Pero en estos veinte años nos ha pasado lo que le pasa a una persona normal en la vida. No eres el mismo cuando tienes 20 que cuando tienes 40. Hay mucha más madurez, te tienes que aprovechar de cara a cada disco y a cada concierto… Y por otro lado tienes que encontrar la forma de cómo recuperar esa magia, esa inocencia, esa ignorancia que tenías cuando te enterabas cómo funcionaba el mundo musical. Tienes que conseguir eso para que te salgan canciones frescas como aquellas primeras que te salían y que le sigan entrando a la gente. Es más fácil que un cantante de 20 años haga una canción para un público de su edad que un cantante de 40 lo haga para uno de 20. Al fin y al cabo es el que no deja de ir a los conciertos. Tienes que tener todo eso presente, pero la evolución ha sido la de cualquier persona, y sería engañarte a ti mismo querer ser como cuando empezaste

6. En cuanto a vosotros mismos, ¿qué balance hacéis y qué pretensiones seguís teniendo?

Hoy en día se pretende «¡Ay, diosito, déjame como estaba!» Porque esto es muy bonito, es lo que hacíamos en nuestros ratos de ocio y poder dedicarnos los cinco a ello profesionalmente, tanto a la música como a los Mojinos, es lo mejor que nos podía pasar. Pero todo lo que nos ha pasado no ha sido ni un sueño, porque no soñábamos con tanto, ni con llevar veinte años en la música ni con hacer el disco quince ni con que íbamos a dar más de 1.300 conciertos ni con vender un millón de discos… Eso no lo habíamos ni soñado. Seguimos sin pretender nada, esperando qué cosas más nos tienen que pasar para que sigamos encima del escenario.

7. Has nombrado un aspecto muy importante en la música como es el público, y el estar en la delantera de todo, ¿Cómo os gusta que os definan?

La verdad es que nos pueden definir como quieran (risas), mientras siga existiendo ese público tan de Mojinos. A mí me da igual como nos etiquetes, siempre que vengas a vernos. La particularidad más grande que me ha pasado con Mojinos es que un fin de semana tocamos en Can Zam (Barcelona), en un festival con María del Monte y la Pantoja, y el fin de semana siguiente, en Jerez, en el Barbarian Rock. Si tú intentas hacer un grupo, con un tipo de letra, una forma de cantar… y situarte en festivales tan dispares, no lo consigues. Eso sale de hacer la tontería que me gustaba, la letra, la música… Resulta que tienes un público en un festival y otro en otro festival. Por eso siempre hemos dicho que no hay mejor grupo para llevar a la fiesta mayor de un pueblo, de un ayuntamiento, de una ciudad… Esos conciertos que son gratuitos. Te hablo de los Sanfermines, de las fiestas del Pilar, de las Colombinas de Huelva… Ese tipo de fiestas en las que hemos estado ya varias veces. Va a vernos todo tipo de público, desde chavales de 15 a 25 años, sus padres, sus madres, los hermanos pequeños y sus abuelas, que van a ver a «ese gordito que bailaba en Mira Quién Baila». Si  intentas crear un grupo para que te dé estos resultados, no lo consigues, sale tal cual.

8. Tú paso por televisión, un medio que a veces suele gastar la imagen de las personas, ¿te ha beneficiado o te ha perjudicado en tu rol de músico?

Yo siempre lo he hecho por Mojinos, no por el tema personal. La primera condición es que Mojinos pudiera seguir tocando, independientemente de qué día se grababa y se hacía el programa. Es más, he dejado algún programa porque era viernes o sábado, que es cuando más tocamos. He hecho los programas que he creído que no iban a afectar al grupo. He ido a los que creía que debía ir, donde creía conveniente. Por ejemplo, a bailar fui obligado, porque era ya la tercera vez que me llamaban y era el programa más positivo que hemos tenido para Mojinos. La única condición por la que peleé en el contrato no fue la económica, sino porque en aquella fecha sacábamos un disco, y quería hacer un tema en directo con el grupo. Fue, precisamente, el punto más alto de audiencia de aquella edición de Mira Quién Baila. Salimos a hacer el ‘Que bonito sería’. Hasta el momento no creo que me haya equivocado, aunque éstas son consultas que le hago al grupo. Ahora me han llamado para otro programa. Llevamos dos semanas decidiendo si voy a ir o no. Y mis compañeros son los primeros que me dicen que tire para allá. Todavía nos lo estamos pensando, es como si fuera yo en representación del grupo. Todo el mundo sabe que va El Sevilla, de los Mojinos.

9. ¿Cuáles son vuestras expectativas de futuro? Por ejemplo, ¿tenéis pensado hacer algo por las dos décadas?

Pues sí, ése es el objetivo. No queremos hablar mucho del tema, porque está feo que esté con mi novia al lado, y diga que pretendo tener otra más guapa. Eso es lo que pretendemos. Vamos a terminar de presentar el disco, esta semana y la que viene, y a partir del 26, 27, 28, empezaremos a tocar temas del disco en Jaén, Sestao y Zamora. Supongo que la gira de verano  terminará sobre mediados de octubre. A partir de ahí, cuando dejemos de tocar, nos vamos a encerrar en el local de ensayo. Y lo que queremos es tener «una novia» más guapa, no solo mejor que este ‘Selfi, Bragas y Rocanró’, sino que pretendemos hacer temas que superen los mejores temas de Mojinos, y un disco que supere al mejor de los nuestros, y con un nombre que mejore a los otros nombres de discos que hemos tenido… Unos temas que hagas un concierto, y tengas que quitar diez temas de los clásicos, tipo ‘Qué bueno que estoy’, ‘Niñas de La Salle’… Que los tengas que quitar porque tengas que meter esos otros. El objetivo es que el público diga: «¡Os** put**! Llevan 20 años cantando, y mira el disco que han hecho». No estamos pensando en un recopilatorio ni en conciertos ni en cosas así de aniversario… Sino en decir «parece mentira, han hecho su mejor disco después de veinte años». Es muy difícil, puede ser imposible, pero nosotros lo vamos a intentar, dejándonos «los pellejos», como decimos por aquí.

10. Evidentemente,  es un gran reto sorprender al público después de veinte años, ¿verdad?

Ése es el reto, ¿vale? Vamos a intentarlo, no vamos a decir que no podemos. Igual no lo conseguimos, pero vamos a intentarlo.

11. Está claro que un músico aspira a crear y a comunicarse con el público, pero también es fundamental que exista un buen clima en el que poder desarrollar el trabajo, ¿cómo encara el grupo la situación actual de la música en España?

Nosotros, con los dedos cruzados (risas). Porque estás viendo, como dice el refrán, «cuando veas las barbas de tu vecino cortar, pon las tuyas a remojar», ¿no? Estamos viendo que somos afortunados al terminar un año como el pasado, el peor de la crisis, pero lo terminamos con 42 conciertos. Cuando hablas con algunos colegas, han terminado el año con cinco conciertos o suspendiéndolos, porque se los montaron empresas y no vendían las entradas, y cosas así… Por lo que nosotros nos sentimos muy, muy afortunados, y con los dedos cruzados para que no nos llegue ese problema con los conciertos. Pero el grupo desde el barco, ve como se están medio hundiendo otros barcos. Esperamos que no se hunda el nuestro. A ver si es verdad que lo malo ha pasado, y empezamos a achicar agua. ¡Cómo se nota que tengo un yate en Puerto Banús!, ¿eh? (risas).

12. Hay opiniones dispares en cuanto al efecto positivo o nocivo que sobre la música ejerce Internet, ¿qué opinión te merece este tema?

Al que le va bien, dice que es bueno; y al que le va mal, dice que es malo. Realmente hay que estar ahí. Es un contacto directo que tienes con la gente, y te lo agradece. Depende de las cantidades, a lo mejor hablas de número de discos que vendes, y luego tienes un número de seguidores mínimo…  A no ser que tengas 200 y pico mil seguidores, que si pongo un tweet, me responden, que si les respondo, se ponen super felices… Y después no vendo 200 mil y pico de discos. Una cosa es que te siga porque esto es Twitter y es gratis, y otra distinta es que el disco te lo vaya a comprar tu padre. A mí el tema de Internet me parece un «vende motos». No es que sea positivo o negativo. No es aquello que decían que era como si cogieras Madrid sin edificios, y me voy a poner aquí con mi página web, porque esto será dentro de unos años donde estará La Cibeles, y me voy a situar aquí que es donde estará la Plaza de España… Desde que empezó Internet están diciendo eso, y todavía no han puesto ni La Cibeles ni la Plaza de España ni nada. Y eso de decir «hay que estar en las redes sociales», «estoy en contacto con mi público»… Sí, te vuelves loco una noche, y te responden mil, pero después no vendes ni discos ni libros…

Es una cosa que a la gente le da el morbo, igual hablo con Rosa de España, que con Bustamante, que con El Sevilla, pero luego no me compro el disco de ninguno. Lo mejor es eso, he hablado con uno de ellos, porque tú tienes que estar ahí, sino no eres persona, eres un hombre de Cromagnon. A fin de cuentas, sí creo en Internet, pero no que sea tanto como dicen. Me gustó mucho una vez una definición sobre Facebook, que decía que es una red social para que las mujeres colgaran sus fotos y sus amigas les dijeran lo guapas que están. A Love of Lesbian, una vez, en Estados Unidos le cerraron la página porque la traducción es «amor de lesbiana», ¿quién iba a pensar que era un grupo de pop/rock español? Por eso, es algo que está ahí, para alguien que se aburra en casa, y que pueda hablar directamente con El Sevilla por Twitter. Le puede resultar algo placentero, pero por otro lado estamos todos intentando responder al mayor número de tweets y tener muchos amigos en Facebook… pero no da tantos resultados. La moto no es una Harley Davidson, es un «vespinillo» con el motor «chuchurrío».

13. Para despedirnos, ¿qué mensaje te gustaría mandar a nuestros lectores?

¿Mensaje?, ¿en qué sentido? ¿Les recomiendo ir a pescar? Los domingos no hay nada como irse a pescar… (risas). A mí nunca me ha gustado decir «tenéis que comprar el disco», «tenéis que ir al concierto»… Que hagan lo que les salga de sus huevos a ellos y de sus huevas a ellas. Ahí hay una opción siempre, un estilo musical que es el que hace los Mojinos, y unas letras… Hasta Bucay llegó a decir un día que no hay nada como el humor para superar una depresión, y una de las cosas que recomendó fue escuchar a Mojinos Escozíos. Y si lo recomendó ese hombre que es un sabio de nuestro tiempo, ¿por qué no lo voy a recomendar yo? Que la gente sea feliz. Nosotros damos esa opción. Si quieres escuchar música, echar un ratillo o unas risas, ahí está Mojinos. O si no, te puedes ir a pescar. Te vas a un lago, sin escuchar a nadie. Te fumas un cigarrito, tiras la caña, y si pescas bien, y si no, también (risas).