¡Bienvenida! ¿Cómo te encuentras actualmente?
Trabajando mucho en el directo. Queremos hacer un concierto a la altura de la producción de las canciones; queremos que la gente que venga a vernos sienta la emoción de la música que hago y, como me caracteriza, quiero acompañarlo con toda la parte visual, que forma parte de casi el 50% del proyecto. Así que, digamos que actualmente me encuentro concentrada, ilusionada y consolidando mi equipo con lo nuevo que viene.
El mes pasado se publicó el videoclip de tu última canción, “Chicle”. ¿Qué podemos encontrar en ella?
Pues podemos encontrar un momento de intimidad, vulnerabilidad y sinceridad. Chicle es una canción intimista con una producción muy cuidada, que habla de un momento de reconstrucción, de encontrarse con una misma, de tirar para adelante y ver, después de estar rota, de todo lo que eres capaz. Eso es lo que me gustaría que le llegara a la gente, y sobre todo a las mujeres.
¿Cuándo surge esta idea?
Chicle surge en un momento en el que necesitaba simplemente “vomitar” lo que me estaba pasando, y así fue. Empecé a hacer una rueda de acordes y salió todo casi de corrido. Luego, es verdad que metí tijera en algunas partes de cara a la producción porque había mucho texto, y siempre hay que adaptar la emoción para que funcione la canción. Pero mis canciones suelen surgir así: algo se me mueve dentro y sale. No suelo ponerme a conciencia a componer; es como una necesidad que me surge para expresar una emoción que no sé cómo colocar a veces.
¿Por qué escogiste este nombre?
Chicle representa esa etapa de mi vida, porque comía mucho chicle de sandía; me daba calma de alguna manera. De hecho, mientras la componía, me estaba comiendo un chicle y me pareció que claramente debía llevar ese título.
¿Cuándo empieza tu interés por la música?
Pues desde siempre. De pequeña le pedí a mis padres empezar clases de piano y canto. Con 20 años o así empecé a hacer canciones.
En mi casa siempre se ha escuchado mucha música. Mi padre es un gran amante de la música y, además, siempre se le ha dado muy bien cantar. Él me ha influido mucho en mi amor por la música.
¿Sigues alguna rutina a la hora de componer las canciones?
La verdad es que no. Al final, muchas veces en mi caso es como un puzzle que termina armándose solo. A veces me viene una melodía y de ahí saco una letra, o al revés. Siempre estoy apuntándome notas en el móvil con frases que me vienen y con la grabadora de voz. Esa es un poco mi forma, aunque a veces te viene de golpe y sale tal cual. Sin duda, esa es de las mejores sensaciones que se pueden experimentar.
¿De dónde sacas inspiración?
De mis emociones y de mi manera de pensar —o a veces sobrepensar. Me baso en las cosas que me pasan y en cómo las siento. Luego, siempre hay que darle un toque de imaginación o utilizar ciertos recursos para adornarlo y que sea más atractiva la canción, claro.
¿Con qué cantante nacional y/o internacional te gustaría hacer una colaboración?
Pues admiro mucho a Pablo Pablo, Amaia, Judeline, Zahara… con cualquiera sería un sueño. Aunque, por su historia, supongo que más con Zahara.
¿Quién es tu cantante y/o grupo español favorito?
Pues escucho mucha música. Depende de la etapa en la que esté te diría uno. Guitarricadelafuente me gusta mucho, pero hay muchos otros como Ralphie Choo, Dano… además de estilos muy diferentes.
¿Cuál es la canción que más te ha gustado realizar?
“El sentido”. El proceso fue precioso y el resultado también. Es una de mis canciones favoritas. Es el primer single que saqué. Pasaros a escucharla en Spotify, ¡a ver qué os parece!
¿Y la que más te gusta escuchar?
Siempre es la última que haya hecho, aunque una vez salen las canciones no las escucho. Pero siempre tengo en la cabeza la última composición que haya hecho, y siempre me parece la mejor… hasta que hago la siguiente, jeje.
¿Cómo definirías tu estilo musical?
Canciones dulcecitas con un toque de drama y oscuridad que te pellizcan el corazón. Todo lo que me caracteriza, jeje. Me parece difícil categorizarse en un estilo hoy en día, pero al final diría pop fusión.
¿Quién es Marini Brown?
Marini Brown es un proyecto que surge de mi necesidad de crear, de componer y de reflejar mi arte también a través de lo visual. Es un proyecto donde me permito arriesgarme poco a poco y plasmar todo aquello que necesito a través del arte. Es un reto.
¿Por qué elegiste este nombre? ¿Hay alguna historia detrás de él?
Pues porque refleja la dualidad que tan marcada está en mi proyecto. Marini es como siempre me ha llamado mi padre —ahí está la parte más inocente— y Brown es un mote que me pusieron en la universidad. Podría reflejar la parte más oscura o transgresora de mí, por eso unirlos me pareció que representaba bien el proyecto.
¿Qué es lo que más te gusta hacer en tu tiempo libre?
Cualquier cosa que tenga que ver con el arte. Siempre estoy escuchando música para todo. Me gusta pintar, ir a exposiciones, bailar, ir al teatro… también me gusta mucho la moda.
¿Algún plan personal y/o profesional que nos puedas adelantar?
Pues sí: el próximo single ya se está masterizando y grabamos videoclip en unas semanas. Así que muy contenta y con ganas de anunciar fechas. Me he arriesgado a hacer algo diferente, con otro sonido, y me apetece un montón sacarlo.
Este espacio es para ti…
Me gustaría invitar a todas las personas a las que les gusta la música y valoran las letras de las canciones a escuchar Marini Brown y descubrir mi proyecto. Estamos trabajando también en la parte visual, que creo que es muy interesante y aporta mucho al conjunto.
Pueden seguirme en Instagram para estar al tanto de los conciertos que tenemos próximamente. ¡Hay muchas ganas!
Estoy muy agradecida al equipo que estoy formando —compuesto casi en su totalidad por mujeres— porque gracias a ellas el proyecto también está saliendo adelante.
¡Muchas gracias a vosotros por la entrevista y por apoyar la música emergente!