Coincidimos con Leo Jiménez, una de las más grandes voces del Heavy Metal español, en la gira promocional de su disco “20 años tras el Apocalipsis”. Y justo antes de la sesión de firmas a los muchos fans que ya hacían cola en la Fnac de Valencia, Leo tuvo a bien atendernos unos minutos y responder a nuestras preguntas. Estas son sus respuestas:
MUSIQUEANDO: Primero de nada, espero que estés ya totalmente recuperado de la dichosa laringitis que te fastidió tanto en esta última gira americana…
LEO: Totalmente recuperado no, porque es una recuperación larga la que necesito, pero bastante mejor.
Ya canté en México junto a Mägo de Oz hace una semana y pico, y bien. Pero sí es cierto que tengo que tener mucho cuidado con los aires acondicionados y cosas de este tipo. Ya llega un momento, tras tantos años cantando, que el instrumento de la voz se ve bastante castigado y hay que cuidarlo el triple que cuando tenía 18 años.
Yo recuerdo que cuando empecé, antes de cantar con Saratoga incluso, me iba de juerga tres días seguidos y no pasaba nada para cantar en un concierto. Ahora no puedo ni tomarme una cerveza… [risas]. Es lo que hay [risas].
M: Iba a decir que vienes presentando tu nuevo CD, pero no sería exacto. Es un doble CD (uno con un concierto y otro con temas inéditos y versiones) + doble DVD (con un concierto en México, otro en Venezuela y otro en España). Más de 5 horas de música. Además ha salido en varios formatos y ediciones. Eso sí, con un precio bastante módico para todo el material que se ofrece. Es una apuesta muy fuerte. Parece que habéis echado el resto con este trabajo.
Entonces son varias preguntas: ¿Cómo se gestó y cómo se hizo la selección del material? ¿Y qué viene a significar este disco dentro de tu discografía?
LEO: Pues mira, en diciembre de 2.013 empecé a echar cuentas del tiempo que llevaba en la música y qué tal habían estado los últimos años. Era un poco como una valoración o un examen de conciencia de todo lo que había hecho. De repente me di cuenta de que en 2.014 iban a hacer 20 años los que llevaba cantando ya.
Yo empecé en el ’94 a nivel amateur y en el ’98 entré a formar parte de Saratoga.
Entonces me dije: “¡Joder, esto habrá que celebrarlo, ¿no?!” Yo creo que dos décadas dentro del mundo de la música es bastante como para celebrarlo, y se me ocurrió hacer la gira del “Heavy Metal Orchestra”. Esto era para el 20 aniversario y para recordar a todas las bandas por donde he pasado: Stravaganzza, Saratoga y también todas aquellas que son desconocidas para gran parte del público, pero que para mí son importantes.
Hicimos un correo electrónico para que todos los fans que quisieran, pudieran mandar las canciones para componer el repertorio. Mandaron mensajes hasta colapsar la página, pero recuerdo que, de los 80.000 enviados, tan solo 2 ó 3 pedían cosas de Krysalida, Azabel o el resto de grupos que son mayoritariamente desconocidos. Hubiera sido la ostia que pidiesen muchas de estos grupos, pero era difícil, claro, era normal que fueran la mayoría de las de Saratoga y Stravaganzza.
También decidí que, aparte de hacerle un homenaje a las bandas donde yo había estado, también estaría bonito hacerle un homenaje a las bandas que me habían influenciado. Por supuesto, dentro de estas bandas internacionales tenían que estar Iron Maiden, Pantera, Metallica, Helloween, Manowar y unas cuantas más. Y entre las españolas, por supuesto Barón Rojo, Obús… Y Avalanch, una banda con la que compartí muchísima carretera en su momento. Es que cuando Saratoga estábamos muy fuertes, el otro grupo fuerte de Heavy Metal español era Avalanch.
Entonces era como que siempre estábamos un poquito ahí, en un mano a mano, un pique sano. Además vivíamos muy lejos los unos de los otros y no hacíamos el mismo tipo de Heavy Metal (ellos más Power, nosotros más Heavy), pero compartimos mucho y creo que fue bonito poder hacerle un guiño a Avalanch.
También hicimos un guiño a Mägo de Oz, que eran los terceros en discordia.
A mí me gustó mucho, la verdad. No hice aquella gira de la “Heavy Metal Orchestra” con ninguna otra intención, pero la verdad es que gustó mucho a la gente que vio la propuesta (tanto que aún me siguen pidiendo que la haga, a pesar de que aquello fue un proyecto para 2.014 y eso ya pasó).
Y bueno, toda esa gira y parte de la anterior la fuimos recogiendo en distintas grabaciones de audio y de video.
Entonces se fue gestando poquito a poquito. Luego decidí poner el gran colofón grabando el DVD en México. Le eché un “par de huevos” porque hubiera sido más fácil grabarlo en Madrid, por ejemplo, o en Valencia (que es como mi segunda casa), porque sabes que si grabas un concierto para DVD en una gran ciudad española, pues lo vas a petar; todo el mundo va a ir. Pero te vas a México y ya no lo sabes seguro.
Pero a mí me gusta mucho arriesgarme y me gustan mucho los retos, así que le echamos “un par de cojones” y nos fuimos para allá. Al final salió bien. Llenamos la sala, el DVD está genial, lleno de gente hasta lleventar… Fenomenal.
M: Venís del Viña, antes estuvisteis en América, ahora (después de estas promociones) os vais de nuevo a Ecuador, luego ya tenéis algún bolo de nuevo en España… Sois una auténtica banda trotamundos y parece que no os da miedo tocar donde sea y con quien sea (porque tocar junto a Ángeles del Infierno en México y Colombia tiene que impresionar un poco).
LEO: ¡Es la ostia! Pero es que hace poquito tocamos en Ibiza con U.D.O., compartí un meet-and-greet con Uli Jon Roth, Doro Pesch, Blaze Bayley, el propio Udo… De repente estás ahí, codeándote con gente que, no es que sean leyendas, es que son mis ídolos: tenía posters de ellos en mi habitación de cuando era pequeño, ¿sabes?
Eso es muy bonito, y no sólo no nos acompleja ni nos acobarda, sino que nos da ánimos para continuar. Porque además te tratan como uno más, nunca como alguien menos que ellos, y eso es muy bonito.
Los grandes de la música siempre suele ser gente muy humilde; suele suceder. Cuando conocí a Ian Gillan, que para mí es el número uno (el primera cantante de Heavy Metal y posiblemente uno de los mejores), era un tío súper humilde. Yo me dije: “si Ian Gillan es así de humilde, cada vez que vea a algún niñato que se le suba la fama a la cabeza, le voy a dar dos collejas” [risas].
M: Leo Jiménez es tu proyecto personal, por el que has apostado muy fuerte, como comentábamos antes, y donde puedes desarrollar tus capacidades libremente. Precisamente por eso, supongo que habrás echado mano de unos músicos con los que te sientas especialmente cómodo tocando y que sean de tu confianza a la hora de reflejar tus intenciones para tu música. Si no me equivoco ellos son Edu, Antonio, Rufo y Carlos Expósito (que Carlos sí es más conocido por haberte acompañado desde hace años).
LEO: Sí, Carlos y Edu llevan conmigo tiempo… Carlos más de diez años y Edu desde los catorce. Tuvimos una banda de Metal Extremo, medio Viking (porque a mí me tira mucho ese tipo de onda), donde tocábamos juntos y que se llamaba Azabel. Por cierto, que encontré la maqueta hace muy poquito y la estuve oyendo. No sonaba nada mal, así que algún día la editaré.
Para mí, a día de hoy, lo más importante es compartir carretera con tu familia. Es que ellos no sólo son mis músicos, son mi familia. Antes he tenido otras formaciones que no todos lo eran.
Para mí hoy esto es imprescindible. Nos fuimos a Ecuador y parecía como si fuéramos de acampada con los colegas, a un sitio a pasarlo “de puta madre”. Así es como nos fuimos nosotros de gira, donde aparte de trabajar, disfrutas.
Y luego tengo la enorme suerte de que, como instrumentistas, son cojonudos.
Carlos está entre los tres o cuatro mejores baterías de España en su estilo. Edu nunca ha sido un virtuoso, ni lo quiere ser, porque es como una apisonadora, un todoterreno. Lo mismo te toca una de Proggresive, que te toca una de Death Metal, y en todas pone su sello. No va de virtuoso pero es un tío que se sube al escenario y sabes que con él todo va a sonar bien.
En los casos de Rufo y Antonio, pues son dos guitarristas que en principio no tienen nada que ver entre sí, pero que en conjunto conmigo, tocando los tres las guitarras, nos adaptamos perfectamente. Nos complementamos perfectamente los tres, ¿sabes?
Entonces somos tres guitarristas, bajista y batería, y encima Carlos me ayuda con las voces porque canta bastante bien.
Así que ahora tengo una banda que no la cambio por nada. Si me dan a elegir para hacer un grupo a la carta, escojo a estos.
M: También has estrenado una nueva web, aprovechando el lanzamiento de este disco. Con todo esto, la gira americana que muchos fans de allí habían esperado… ¿Estás en un punto de inflexión. Es un momento de catarsis definitiva para ti como músico? Sobre todo a la hora de explotar tus otras aptitudes aparte de la voz: como guitarrista, compositor, productor…
LEO: Yo pienso que en el Heavy Metal nunca hay un momento de catarsis, aquí no te puedes dormir. No es una música que esté en auge (el Metal estuvo en auge entre el ’86 y el ’92 aproximadamente, hablando en su totalidad y en todos sus estilos). A día de hoy, en el 2.015, quien se piense que ha llegado a la cima, pues se va a dar una ostia monumental. Le va a durar la fama un año.
Yo siempre he sido de seguir apretando, como un motor que nunca se apaga. En Saratoga tuve muchísima aceptación y fama, no bajé el pistón para trabajar con Stravaganzza, no bajé el pistón con mi banda en solitario, y ahora quizás estamos recogiendo las siembras de haber trabajado tanto.
Sí que he conocido a gente que se ha quedado en el camino porque de repente se piensan que ya han llegado, ¿sabes? Yo hice una canción que se llama “Caminos de agua”, que habla precisamente de eso: cuando piensas que has alcanzado el final, que has alcanzado la cima, pues no. Resulta que quedan cimas mucho más altas que en la que estás.
Y en cuanto a lo otro, sí es cierto que tal vez estamos mostrando las facetas que la gente antes no nos conocía. Yo empecé como guitarrista (no era cantante de primeras) y llevo tocando la guitarra mucho más de veinte años. Soy más malo que el hambre [risas] pero las rítmicas se me dan bastante bien. Como no hago solo, pues no se ven mis carencias [risas]. Así que hago melodías sencillas, en plan Barón Rojo y bien…
M: También es muy útil conocer los límites propios de uno mismo.
LEO: Me comparo mucho con el estilo de James Hetfield. Primero porque es un músico que me apasiona y segundo porque no es un guitarrista de solos. Pero luego las rítmicas hay que tocarlas como él, ¿sabes?
En las rítmicas sí tengo que reconocer que tengo buena mano derecha y me manejo bien. Luego, los punteos se los dejo a los virtuosos.
Y los trabajos de productor, pues ya llevamos bastantes años en esa faceta. Llevo uno 15 discos producidos. El último de Stravaganzza lo produje junto a Anti Horrillo, este disco (“20 años tras el Apocalipsis”) lo he producido yo por completo, el de Supra también lo produje (Supra es mi banda de Death Metal)…
Básicamente todos los trabajos que he hecho en estos últimos años, los he producido yo mismo. Eso para bien y para mal. Es decir, que si a alguien no les gusta (y para gustos, los colores), pues aquí estoy yo.
No obstante, creo que estamos consiguiendo un sonido bastante bueno, en cuanto a lo que es el Metal a día de hoy. Lógicamente con más medios podríamos hacerlo mejor, pero con los medios que están a mi alcance y a mi disposición, los discos suenan bastante profesionales.
Por ejemplo, el anterior “Animal solitario” que salió con Warner (que es una multinacional que me podría haber puesto pegas en cuanto al sonido), pues no me dijeron nada porque entendieron que el sonido estaba “de puta madre”.
Ahora cuando veáis el DVD del concierto de México, veréis cómo suena. Es brutal. He visto DVD’s de bandas de fuera que suenan mucho peor.
Y bueno, todo eso es gracias a las manos de Anti y al oído del tío Leo.
M: Tú llevas literalmente media vida cantando en grupos de Rock y Heavy. Llegaste al estrellato con Saratoga (hace más de 15 años) y desde entonces has recalado en Stravaganzza, Supra, 037, ahora en solitario… Y cada proyecto con un estilo muy propio. ¿Piensas que ya has alcanzado tu madurez musical? ¿Has hallado tu sitio definitivo dentro de este mundillo? Esto no quiere decir que te estanques en un estilo concreto y no evoluciones, sino que sepas exactamente lo que quieres y puedes hacer con tu música.
LEO: Yo escucho muchísimos estilos distintos dentro del Rock, pero es que también escucho muchísimos estilos diferentes fuera del Rock. Por ejemplo, vengo de Barcelona en coche y me ha dado tiempo a escuchar varios discos.
Mira, te voy a decir lo que he venido escuchando: Supersubmarina, un grupo Indie que me gustan bastante. Uno de Vetusta Morla, pero ese disco no me ha gustado. Violadores del Verso (Hip Hop), el disco “Vivir para contarlo”, del 2.006 y que me encanta. Y luego de Rock, Alterbridge, Gojira, el “Rabbit Don’t Come Easy” de Helloween…
Así que te digo que escucho tantos estilos de músicas tan distintas, que luego tienen que reflejarse en mi música por narices. Todavía no me he puesto a rapear, pero lo mismo un día le doy un susto a los Heavys más puristas… [risas].
M: Bueno, hasta Obituary hicieron un tema con un grupo de Hip Hop (“Bullituary” con The Bully Boys).
LEO: Bueno, eso viene desde los 80’s, desde tiempos inmemoriales: Public Enemy con Anthrax, Run DMC con Aerosmith, Biohazard con Onix… Y así sucesivamente.
Lo que te quería decir es que mi música no se centra en un estilo solamente. Hago Metal principalmente y mi voz tira más hacia el estilo de Judas o de Manowar, pero seguramente lo que más escuche en mi casa sea Metal Extremo.
Yo no canto gutural, pero esa agresividad del Extremo la intento reflejar en mis agudos más clásicos. Me gusta pensar que soy como una versión evolucionada de un cantante de la banda de Yngwie Malmsteen o de Rainbow. Imagínate un cantante de Rainbow a día de hoy, en 2.015, y embrutecerlo y hacerlo actual. Esa es la idea que tengo y que intento expresar.
En cuanto a la madurez musical, yo pienso que la adquirí en Stravaganzza. En Stravaganzza teníamos muy claro lo que queríamos hacer, pero sin ninguna pretensión de gustar a nadie más en concreto. Pero el caso es que sí que gustó.
Cuando tú eres lo suficientemente maduro para hacer la música que a ti realmente te gusta, sin que te importe lo que pueda opinar de ella los demás, creo que esa es la madurez en su estado más puro. Cuando haces música pensando sólo en los demás, en cierta manera te estás vendiendo, hagas el estilo que hagas. Si haces Death Metal pensando en unos deathmetaleros concretos, por muy bruto que lo hagas, en el fondo estás haciendo música comercial.
Entonces, si haces música de cualquier estilo pensando en lo que realmente te gusta a ti y en estar orgulloso de ella, sin buscar específicamente la pretensión económica y comercial, se nota. No te diré que yo sólo hago música para mí; también tengo en cuenta lo que le puede gustar a los fans, pero tengo mucho más en mente mis gustos y mis preferencias personales. También la de mis personas cercanas: mi hermano, mis músicos… (es normal querer tener la opinión de tu hermano antes que la de un seguidor que no conoces personalmente). Pues todo eso se nota luego en la calidad del trabajo.
Yo espero que cuando oigo un trabajo de Iron Maiden, no escucho algo hecho para que me guste a mí, sino que sea una música que les guste a ellos en primer lugar. Con eso consiguen que realmente me guste a mí también.
Para mí, eso es honrado.
M: Para terminar (pues nos avisaron de que el tiempo de la entrevista se agotaba), ¿cómo llevas eso de ser “la mejor voz del Heavy Metal español, como dicen muchos seguidores, medios y también compañeros músicos? Toda una responsabilidad, supongo.
LEO: Primero de todo, muchísimas gracias. Yo no me considero la mejor voz del Heavy Metal español porque creo que hay muchos cantantes tan buenos o mejores que yo. Te pongo un ejemplo: Cano de Centinela me parece un cantante como la copa de un pino y que puede estar a la altura de cualquier grupo internacional de cualquier parte del mundo, aunque Centinela no sea un grupo de súper ventas. Por cierto, desde aquí le mando un fuerte abrazo a Cano, que es un extraordinario compañero del Metal.
Y en cuanto a la responsabilidad, pues sí. La gente espera cada vez más de ti y a veces se les olvida que eres humano, ¿sabes? Es como si funcionaras como un robot y, de momento, sigo guardando las tesituras de cuando empezaba con 17. Lo que pasa es que tengo 35 y, aunque espero que me dure muchos años más, puedes pasar un mal día (por muchas circunstancias como cualquier persona).
Entonces, si psicológica o físicamente no estás bien, lógicamente no podrás estar igual que cuando andas en plena forma. Aun así lo defiendes y echas el resto porque la gente te quiere ver perfecto del todo. Pero no soy una máquina, soy un ser humano. Esa es la responsabilidad.
M: Bueno, como nos sobran unos segundos, quería hacerte una reflexión un poco subjetiva, a ver qué te parece: Yo suelo escuchar bastante música, pero sobre todo suele ser música más dura (Death Metal, por ejemplo) y de grupos internacionales. Así que los grupos españoles de Heavy tradicional me tienen que gustar mucho para captar mi atención. El caso es que cuando te escucho con Saratoga, pues no me termina de encandilar, mientras que escuchando tus últimos trabajos creo que son unos discos muy interesantes (me gusta especialmente “Animal Solitario”). Tal vez sea porque me da la sensación de que Saratoga era un grupo muy tradicionalmente Heavy, mientras que ahora te veo menos encorsetado, con mayor libertad creativa en cuanto a tu trabajo para la banda. No sé si esta reflexión es acertada por mi parte o estoy metiendo la pata.
LEO: Pues creo que has dado en la clave. Habrá quien le guste más Saratoga, Stravaganzza o lo que sea, eso es cuestión de gustos personales. Pero sí, a día de hoy es tal y como tú dices.