Faltaba poco más de una hora para que comenzara su actuación en el primer día del Ojeando Festival 2016 (a las tres de la madrugada). La verdad es que el momento no era el más propicio para conceder una entrevista. Pero tanto Luis Alberto como sus colegas de banda, Dimas, Ángel y Pep, se ofrecieron con suma amabilidad. Es de agradecer la buena voluntad mostrada y, sobre todo, el aire de improvisación y de conversación amena que le dieron a este encuentro. Fue como una reunión de amigos a la que Musiqueando tuvo la suerte de ser invitada.
Esta es la primera vez que tocáis en el Ojeando Festival, ¿cómo se afronta un debut como este? ¿Cómo son los momentos previos a un concierto?
Luis A.: Pues se afronta como todas las primeras veces, con ilusión. Nos llamaba la atención que se abrieran las puertas del festival a las 9 y media, ya nos daba una idea de que tocaríamos tarde, pero no sabíamos que lo sería tanto. Pero bueno ahí estamos. Con mucha tranquilidad. Hoy es el cumpleaños de Pepe (Mulet). Estamos muy relajados, cada uno con su móvil, a su bola, haciendo bromas…
Lleváis desde el 2009 juntos, ¿cómo llegáis cada uno a terminar trabajando con Luis?
Dimas: Nosotros ya le conocíamos por su trabajo en The Nash. Nos pusimos en contacto, y me pareció de p* madre. Y, nada, a trabajar.
Pep: Yo conocí a Luis, si no recuerdo mal, cuando era parte del jurado de un concurso, que gracias a él ganamos. Y poco más tarde lo que hice fue entrar a grabar con él. Ya lo conocía de tocar en Palma. Ángel (Cubero) llevaba más años con él.
Ángel: Yo tocaba con él en The Nash. Ya comentaba, «tengo un proyecto en solitario…», y cuando empezó a funcionar comencé a tocar con él, y nada aquí estoy.
¿Cómo os organizáis para el tema de ensayos, conciertos, viajes…? ¿Os dedicáis sólo a la música o tenéis proyectos paralelos?
Luis A.: Yo, prácticamente, me dedico a la música, y ellos cada vez más, sobre todo Ángel. Básicamente lo que hacemos es no ensayar hasta que hay una gira o un disco nuevo. Hacemos unos ensayos como muy intensos, y luego los de la gira, los mismos conciertos nos sirven de eso. Pocas veces ensayamos; de hecho, estamos ahora sin local de ensayos.
Pep: Yo era mecánico de aviones, hasta que decidí que no me encajaba el horario. Entonces dije, «¿qué me gusta más?», y me decanté. Esto fue pensando que sería para un par de años, y que luego volvería a arreglar aviones…, pero no, es mentira, sigo aquí (risas).
Luis A.: De hecho le ha caducado la licencia. Ya no puede arreglar aviones (risas).
Desde vuestro comienzos en L.A. hasta ahora, ¿cómo habéis notado la evolución de la banda?
(Largo silencio)
Dimas: Buena pregunta, ¡siguiente! (risas).
Luis A.: Sí hay una evolución pero en cierto modo no la hay… Es como que… (largo silencio). Necesito un café (risas). Es como que la gente que nos sigue o la ajena a la banda se da más cuenta que nosotros de esa evolución. Creo que disco tras disco va cambiando, hay cosas nuevas y demás. Pero en cierto modo la gente externa a nosotros, a la banda o al equipo, es la que más cuenta se da de eso. Creo, es mi opinión.
Pep: Yo no he notado cambio alguno en realidad. Para mí es simplemente que todo sigue su curso. Arrancas el primer día y parece que no cambias. Pero yo lo noto cuando miro las fotos de 2009, que nos veo y pienso, «¡sí que hemos cambiado!». Todo el concepto, además. Pero desde dentro es lo que dice él, no se ve muy bien. Se aprecia cuando ves fotos antiguas, creo que es algo que nos pasa a todos en cualquier ámbito. Hace falta perspectiva más que nada.
¿Qué creéis que os aporta Luis a vosotros? Y tú, Luis, ¿qué crees que te aportan ellos?
Luis A.: En mi caso lo que me aportan es, profesionalmente, tranquilidad. Lo que yo necesito es que la banda camine sola, que ellos caminen solos, que cada uno tenga su instrumento y su círculo encima del escenario controlado, que se sepan las canciones y que funcionen. Estoy totalmente cubierto al 100 x 100. Y luego, detrás hay un factor, la amistad, prácticamente familiar, creo que ahí coincidimos todos. Son muchas horas, muchos días, muchas semanas que pasamos juntos. Hacemos giras de meses, viajando y conviviendo… Si eso no funcionara y no hubiera una cierta armonía no estaríamos ahora aquí los cuatro. Y no es fácil de encontrar, tengo muchos amigos en bandas queeee… (le dan un café). Esto es una put* m*, ¿eh? (carcajada). Voy a montar un bar ahora. Pues…, eso. ¿Qué os aporto yo?
Pep: Profesionalmente, una guía. Es decir, al final todos opinamos de todo, pero sin un líder, digamos, compositivo, del proyecto, no tiene forma en realidad. Creo que el concepto democracia en un grupo no cuaja, o por lo menos conmigo. Y en cuanto a lo que decía él, el ámbito personal es mucho más importante. Somos casi hermanos, cuatro tipos que nos conocemos porque tocamos pero, al final, somos familia. Nos llamamos en Nochevieja, cuando nuestras mujeres cumplen años… Es como una familia, la que eliges. ¿Dimas, tú qué opinas?
Dimas: Pues yo creo que este tío (Luis) nos ofrece, aparte de lo que ha dicho antes de una amistad cojonuda, la oportunidad de hacer lo que más mola, como viajar, tocar, conocer a un montón de gente y estar por todos los festis, en todos los saraos y disfrutar de lo que realmente sabemos hacer. Si no fuera por él, probablemente no hubiéramos conseguido todo esto hasta ahora. Sólo por eso, ya hay que agradecerle muchísimo.
Tanto en los conciertos como en vuestras redes sociales os mostráis como…
Dimas: Ahora hay un tiroteo (risas).
Luis A.: Lo han matado, lo han matado (carcajadas).
Pep: ¿Cuál era la pregunta?
(Andrés, el roadmanager, estrella una bolsa de hielo sobre una cubitera cayendo algunos cubitos al suelo de manera muy ruidosa).
Continuamos, ¿vale? Siempre transmitís muy buen rollo en vuestros conciertos, en vuestras redes sociales…, ¿cómo gestionáis cuando los días no son tan buenos?
Luis A.: Personalmente, como una amistad normal 100 x 100. Cuando alguien tiene una movida, obviamente actuamos como familia. Como decía Pep, yo considero, no sólo a la banda, sino a todo el equipo que hace todo esto posible, como una familia, y cuando alguien tiene una movida, siempre estamos ahí. Y, profesionalmente, con la mayor efectividad y la mayor rapidez de resolución posibles. Cada vez el equipo es más profesional, cada vez se nota el rodamiento, que llevamos mucho tiempo tocando, que nos entendemos muy bien, que todos sabemos lo que quiere cada uno de nosotros…
Ángel: Como ahora. Hemos pedido un café, y nos lo han puesto.
Luis A.: Claro, y que le falta azúcar (risas). Pero se hace con cariño y ahí es donde entra el factor amistad. El que lo ha hecho es colega, es colega, pero se le ha olvidado el azúcar, pero bueno, como es colega, se le perdona todo.
¿Qué cualidades destacaríais de cada uno?
Luis A.: Esta es compleja. Hacemos una ronda. Vamos, tú, tú… Que conteste Ángel.
Ángel: De Luis, la capacidad de sorprender. Lleva el proceso creativo de la banda en un 95%. No sólo en lo musical, sino también en cómo ve un concierto. De Dimas, la polivalencia para hacer cualquier cosa que se pueda hacer en este universo. Si hay algo que se puede hacer, Dimas lo hace antes que nadie. Decimos qué podemos hacer, y Dimas lo aprenderá antes que los demás, y lo hará bien, seguro. Y cuando pueda vivir de ello, hará otra cosa (risas). Y de Pep… aparte de que hoy es su cumpleaños…, felicidades (risas). De Pep, la perseverancia para hacer cualquier cosa. Él tiene una idea en la cabeza, se la pone delante, y la cumplirá.
Pep: De Ángel, yo diría que es un tipo… (piensa). Aaaahhh…
Luis A.: ¡Venga, dilo, dilo!
Pep: Ángel es un tipo que es bondad pura. La «m» de maldad no la sabe escribir. Es…, cualquier cosa que le pidas, si está en sus manos, te dirá, «sí, sí, claro, claro». Siempre arranca con un sí. Se apunta a un bombardeo, y hace que tú te apuntes también. Así que es un poco eso, no sé cómo definirlo en una palabra.
Luis A.: Es un bombardero (risas).
Pep: ¡Ángel es un bombardero! Y nada, a los demás nos los conozco lo suficiente. No son mala gente, pero son un poco mayores. Dimas, ¡te toca!, no te escondas.
(Dimas sin intención corta la grabación, y comienza de nuevo).
Dimas: ¿Empiezo de nuevo? Pues… ¡Hola, somos los L.A.! (carcajadas). ¡Yo soy Dimas, toco la batería! Lo que me inspira de Cubero es el nivel de responsabilidad y la experiencia que te transmite. Porque no es un tipo que tenga experiencia…
Pep: ¡Ninguna! (risas).
Dimas: (Mirando a Ángel) A mí me transmite una seguridad como de un novio muy alto y muy fuerte.
Luis A.: Pero le tienes que mirar a ella (a quien suscribe).
Dimas: Ya, ya, pero es que si no, no me inspiro, no me salen las palabras. De Luis destacaría, aparte de su talento que ya viene como con una aureola, destaco su sentido del humor y, sobre todas las cosas, su discreción, su saber hacer, es una persona muy cuidadosa, muy detallista, lo controla todo, y esto te inspira. Mola, ¿eh? Y el Mulet es un tío leal como la vida misma. Destacaría la lealtad…
Pep: ¡Toma ya!
Dimas: … y la sensatez de…
Luis A.: ¡Oye! ¿Montamos un grupo?
Dimas: ¡Nos podemos llamar L.A.! Y bien, bien… todo guay… (risas).
Sois una banda muy completa en el sentido de que podéis tocar varios instrumentos cada uno de vosotros, ¿qué beneficio os aporta esta cualidad? Por ejemplo, el hecho de que Dimas pueda tocar la guitarra mientras tú, Luis, tocas la batería.
Luis A.: Más de lo que pueda ser el directo, es más el entender el instrumento, que es muy importante. Hace que te puedas involucrar un poco más, opinar, probar otras cosas o proponer otras cuestiones, como un ritmo, unos acordes. Es interesante y enriquece toda la propuesta en sí. Hay unos más aventajados, como es Dimas, en este caso (risas). No, es hora de decirlo, es un alumno aventajado. Y básicamente es eso, enriquece…
Después de haber actuado en tantos festivales, en tantas ciudades… ¿dónde os gustaría tocar por primera vez?
Luis A.: Hay muchos sitios…
Pep: A mí me gustaría tocar donde no hemos tocado.
Luis A.: Es una muy buena respuesta, pero profundizando un poco más… (risas). Y siendo un poco más sensato… Hay muchos festivales, ciudades, salas míticas. Festivales como Coachella o Glastonbury, o sitios como el Royal Albert Hall. No sé, hay mil sitios en los que podemos tocar.
Hace poco entrevisté a Chino (Supersubmarina), y le pregunté por ese momento memorable del Granada Sound del año pasado en el que actuasteis juntos, ¿cómo lo recuerdas?
Luis A.: Fue en el Dcode, estábamos de copichuelas, y salió la tontería de, «yo un día me subo con vosotros a tocar el ‘Hands'». Le dijimos que no sería capaz. Y salió. La probamos un poco antes. El tío, realmente, se la sabía entera, las estrofas, los acordes, todo. Y subió a tocar. Y aproveché cualquier tontería para sentarme en la batería.
¿Y volveríais a hacer una colaboración por el estilo?
Luis A.: Sí, claro. No sé cuándo, pero seguro. Las colaboraciones son muy bonitas. Sobre todo con gente guapa y que nos cae bien. Y Chino nos cae muy bien.
Fotografías: L.J.