De nuevo es otoño en Sevilla y él vuelve, este jueves, 24 de noviembre, con su guitarra a presentar sus canciones en la Sala, la esquinita de la Plaza del Pumarejo que se convierte en casa para las canciones y hogar para todos aquellos que, de una manera u otra, las persiguen. Habitual de Libertad 8 y otras mil salas de Madrid, su último disco, “Escandinavia”, le ha llevado a girar por ciudades de toda España, a llenar la sala Galileo Galilei de Madrid e incluso a cruzar el Atlántico hasta México. Y ahora, despide esta etapa con una nueva serie de conciertos en acústico por toda España. Él es Jorge Marazu. Sus canciones son pura emoción y desprenden una mágica luz propia. Entre la canción de autor y el pop, con el sabor añejo del bolero y tintes de copla. Una combinación honesta y deliciosa, que no se pueden perder. Si el frío aprieta, ya abrigarán las canciones.
Hablamos con él antes de su presentación el jueves en la Sala.
En primer lugar, darte la enhorabuena por tantas buenas noticias que te rodean últimamente. Felicidades por el fichaje por Universal Music, un paso gigante, y felicidades por la reciente noticia de la aparición en el próximo disco de Raphael de una canción que has escrito tú. ¿Cómo es escuchar a Raphael cantar una canción que ha nacido de tu puño y letra? ¿Te sientes a gusto en el papel de escritor de canciones para otros?
Es una pasada. Raphael es un icono y de cerca un auténtico caballero. Todo un ejemplo de trabajo y actitud.
Me siento muy cómodo. Me gusta mucho escribir para otros. Cuando escribo para mí me pongo más obstáculos. Escribir para otros es como un juego. Me encanta.
¿Qué artista te haría especial ilusión que te pidiera que le compusieras una canción?
Me gustaría escribir para Poveda. Tenía ilusión adolescente de escribir para Pasión Vega y ya llevamos unos meses trabajando juntos…
¿Soñaste alguna vez con todo esto cuando te entrenabas bajo los palos de una portería? Salir de gira, grabar dos discos, componer canciones para cantantes que llenan estadios…
No de esta manera… Yo antes del fútbol ya era músico. Siempre he sido músico. No recuerdo mi vida sin la música. Desde muy pequeño mis padres me llevaron a clases de música, así que de alguna manera lo siento como algo muy natural. Es lo que soy.
No sabía cómo sería todo, pero sabía que sería.
Tras muchas ciudades españolas, este próximo jueves, 24 de noviembre, vuelves a Sevilla con el tramo final de la gira “Escandinavia”; cantarás por segunda vez en la Sala. ¿Qué recuerdos te trae esta ciudad?
Sevilla tiene algo que a mí me hace mucho bien. Una de las canciones del próximo disco habla de Sevilla. Tengo muchas ganas de volver, además en «La Sala», que es un lugar donde miman el sonido y las canciones. Eso es un regalo para el músico.
La gira de “Escandinavia”, además, te ha llevado a disfrutar este año de la experiencia de girar durante un mes por México, presentando tus canciones por primera vez fuera de España, en una serie de conciertos junto al cantautor argentino Lucas Masciano. ¿Cómo funcionó la sinergia entre ambos?
Lucas es un ser espectacular. Ahora está recorriendo el mundo con su chica y su guitarra… De un tipo que se decide a hacer eso solo se puede aprender.
Y México me voló la cabeza. Sin lugar a duda se ha convertido en mi segunda patria. Tuve la sensación de pertenecer a aquello nada más pisarlo.
¿Y cómo recibió tus canciones el público mexicano? ¿Habrá un regreso cercano a tierras aztecas?
Fue increíble. La gente de allí es muy pasional. Supongo que, en cierto modo, yo soy un poco mexicano por mi manera de sentir y de vivir.
¡Volveremos a principios de año!
Por cierto, en el actual odioso mundo de las etiquetas… ¿qué es un cantautor? Al fin y al cabo, sólo un tipo que escribe sus canciones, pero parece una denominación que se queda corta para músicos como Lucas Masciano, como tú… que vais un paso más allá.
Bueno, ser cantautor es hacer canciones y cantarlas. Luego está la «canción de autor» que es un género hermoso con el que seguramente tenga muchas cosas que ver, pero no en exclusiva. A mí me gusta trabajar en equipo, lo prefiero a la autosuficiencia. Supongo que ahí está lo que hace que igual no parezca un cantautor al uso. Es cierto que me siento más cerca de figuras como las de Manolo García o Natalia Lafourcade, respecto al concepto.
En un país con un gobierno que desprecia la cultura… ¿se puede vivir de la música?
Depende de las pretensiones de cada uno. Fácil no es.
¿Cómo se siente uno cuando artistas consolidados del nivel de Quique González, Pancho Varona o Leiva, sueltan por la boca esas perlas sobre ti y tu música?
Agradecido, claro. Son ídolos.
Conocida es tu pasión por la figura de los grandes poetas españoles como Antonio Machado, Miguel Hernández y, sobre todo, Federico García Lorca. ¿Qué ha supuesto para ti la reciente pérdida de un grande de la música, también amante confeso de la literatura de Lorca, como fue Leonard Cohen?
Mucha tristeza. Van desapareciendo las referencias, aunque por suerte nos queda su obra… La admiración de Cohen por la obra de Lorca, o incluso por la tradición flamenca es algo muy importante de lo que creo que aún no somos conscientes.
Pasando a temas musicales de actualidad con más luz. ¿Se reivindicará con mayor mérito la figura del escritor de canciones y su disciplina artística a partir del Nobel concedido a Bob Dylan? ¿A qué escritores de canciones en español otorgarías un reconocimiento así?
No sé si reivindicará… Sí creo que he leído cosas muy equivocadas, como que «las letras de canciones no son poesía y por lo tanto no merecen tal reconocimiento…» Las letras de canciones no son poesía, son letras de canciones y su contenido es tan importante como cualquier obra maestra de la literatura. Las canciones han cambiado vidas, épocas… Es un poco absurdo todo este juicio de valores al que estamos sometidos constantemente.
¿Se convierte la profesión de músico (ya de por sí, cargada de vaivenes de todo tipo: soledad, viajes, éxitos, fracasos…) en una profesión de alto riesgo de fragilidad emocional por lo que supone estar todo el día trabajando con los sentimientos como materia prima?
Desde luego. Y no solo eso, la exposición pública. Y vuelvo a hacer referencia a esos juicios de valores. La gente no piensa en esa parte, no piensa que el artista también tiene debilidades y poner ahí tu cara tiene mucho riesgo.
Hablemos de canciones. ¿Sientes ya lejanas las historias que contabas en tu primer disco “La colección de relojes” o en “Escandinavia” o siguen siendo una buena fotografía vital de tu estado actual?
No las siento lejanas pero tampoco tiene mucho que ver con mi estado actual. Por eso he escrito otro puñado de canciones nuevas y por eso este disco será diferente, porque vivo dentro de otras circunstancias y siento otras cosas… Es la vida.
Porque, ¿a qué le canta Jorge Marazu? ¿Qué cosas te inspiran hoy por hoy?
La luz, el campo, el cielo despejado de mi pueblo en verano… Y las personas lumínicas
Una de tus canciones que con más emoción ha calado en el público es “Miedo”, que tiene una magia especial que se nota en los conciertos con la conexión con la gente. ¿A qué le tiene miedo Jorge Marazu?
A muchas cosas… ¡Pero no vamos a contar los puntos débiles!
Personalmente pienso que “Tu tren” es una de las canciones más bonitas escritas en nuestro idioma en los últimos veinte años. Se escuchará hoy y dentro de otros veinte años y sonará igual de bonita.
Te lo agradezco mucho.
Otra de las perlas de “Escandinavia” es “Haces bien”, que compusiste junto a César Pop y brilla en el disco con la aportación de Nacho Mastretta al clarinete. ¿De qué habla esta canción? ¿Qué historia tiene detrás?
Con el tiempo nos dimos cuenta que cada uno hablaba de una persona diferente y de una situación diferente. Supongo que es lo que hace que la canción sea especial. Para mí es una canción de desamor sin rencores y sin dramas. Es muy difícil hablar desde ese punto.
¿Cuando enseñas estas canciones, quiénes son esas personas que te dicen si van por buen camino o no?
Mi familia, amigos… Son importantes esas primeras impresiones.
Tus canciones se mueven entre un mar de influencias. Hay sabores añejos, con el bolero y la copla, y canciones pop e incluso con tintes de rock and roll como “Las mismas cosas”. La lista de influencias de Jorge Marazu… ¿sería tal vez interminable? ¿Quiénes aparecerían?
Uff… Mucho. Creo que para el próximo disco, a excepción de alguna cosa concreta, me he alejado un poco de esa influencia añeja. Por necesidad y por inquietud. En el último tiempo he tenido muy presente a León Larregui, a Bunbury, a Lafourcade, a Manolo García, a Vetusta Morla, a Xoel… Mucha música en castellano. Siempre están ahí los referentes clásicos, por supuesto, como Waits, Cohen, Harrison… También ha habido mucha música clásica en este tiempo… Falla, Debussy, Chopin…
Las canciones de “Escandinavia” fueron producidas por Toni Brunet, quien, personalmente pienso que ha influido en tu música de una forma determinante, para mejor, y que ha estado presente en muchos de los grandes discos de los últimos años, junto a Carmen Boza, Coque Malla… ¿Volverá a tener su papel en el próximo disco de Jorge Marazu?
Si. Aunque vamos a buscar otro sonido porque eso es lo que necesitamos ahora… Nos gustan estos retos. Nos encanta la música, nos encanta investigar y buscar caminos. Será un disco más rítmico, más luminoso. No está escrito de noche, como Escandinavia. Está escrito de día, con luz y otra actitud.
¿Qué canción de Jorge Marazu sería una buena banda sonora para escuchar tras leer esta entrevista?
Uf, pues «El Misterio» que ha pasado un poco sin pena ni gloria y a mí me parece una canción muy bonita.