El pasado sábado 16 de enero, con motivo del concierto que Georgina iba a dar a su público sevillano en la Sala X, decidimos citarnos con ella para que nos hablara un poco sobre su nuevo disco, su gira, sus proyectos… Hemos podido conocer algo más sobre la carrera de esta cantautora, de sonrisa constante y encanto natural, que hace 11 años decidió dejar su vida en su Venezuela natal para perseguir su sueño y hacerse un hueco en el panorama musical español ¡Y vaya si lo ha conseguido! 

En agosto de 2015 vio la luz tu último trabajo, Dilema, ¿Qué nos puedes contar sobre él?

Tardamos tres años, más o menos, en producirlo, mientras seleccionábamos las canciones, el productor, había temas que nos gustaban a veces sí, a veces no… Al final salió. Se llama Dilema por eso, por las decisiones que se tuvieron que tomar durante esos tres años. Algunas grandes, otras pequeñas, pero fueron las que dieron lugar a que sacara este disco tan bonito.

¿Qué querías conseguir, qué sensaciones pretendías despertar en el público?

Yo creo que este disco es muy autobiográfico. Son canciones que compuse durante esos tres años de preparación del mismo. Y son cosas que viví, amores, desamores, alegría, tristezas, dudas, inseguridades… Eso se fue reflejando en las canciones, las cuales están llenas de mucha ironía, de alegría disfrazada. Probablemente hablan de algo triste, pero de forma divertida, y quiero que la gente se sienta así también. Es como contagiar ese optimismo a la hora de cantar.

Su presentación fue un mes después, en la sala BUT de Madrid,¿cómo fue la acogida que tuvo?

¡Preciosa! Fue muy bonito el concierto, estuvo lleno. Era la primera vez que cantaba en Madrid delante de tanta gente, en un concierto mío, no hubo otro artista en ese momento. Y muy bien la acogida. Se nota que aunque hayan pasado los años, la gente sigue interesada en el trabajo que hacemos, y fue muy emocionante verla cantar todos los temas del disco.

Hace 11 años decidiste dejarlo todo en tu país natal, Venezuela, donde ya eras conocida, para probar suerte como cantante en España, ¿cómo tomaste esa decisión?

Más que decidirlo, me fui quedando sin darme cuenta. Estuve aquí haciendo promoción con un grupo con el que antes cantaba en Latinoamérica, en Venezuela, y nos tocó hacer promoción por España. Estando aquí funcionó, pero no tanto como esperábamos. Mi amiga se enamoró de un chico en Puerto Rico, y yo me enamoré de un madrileño, y me quedé. Me fui quedando en plan, ahora tres meses, bueno, ahora me quedo un mes más… Le pregunté a mi amiga si se iba a quedar conmigo en Madrid, y me dijo que no. Ella quería quedarse en Puerto Rico, y yo aquí… Mi madre me quería matar (risas). Pero bueno, por suerte salió bien todo.

¿Fue complicado hacerte el hueco que necesitabas para hacer tu música?

Sí fue complicado, pero en ese momento no me daba cuenta, porque uno cuando tiene 21-22 años, como que no te lo piensas mucho. Y eso es lo bonito también, ¿no? Creo que si me hubiese tocado decidirlo ahora, me hubiera costado más. Pero en ese momento no lo piensas, y me divertí mucho en el camino. Tuve varios trabajos, toqué en sitios pequeños, me hacía mucha ilusión empezar desde cero con este proyecto. Al principio, quizás me costó más encontrar a la gente adecuada, pero ya han pasado once años, y tengo el equipo de trabajo que quería.

¿Y qué balance haces después más de una década?

Creo que ha merecido la pena 100×100. Cualquier decisión que hubiese tomado, como si me hubiera quedado en Venezuela, hubiera sido buena. Me sentía feliz haciendo lo que quería. La música es lo que mejor se me da y, bueno, por suerte he podido seguir trabajando en ella. Y aunque esté aquí o en Pekín, creo que siempre voy a conseguir a la gente que quiero a mi  alrededor para trabajar en lo que me gusta. Y el balance es ese, que la música, esté donde esté, me va a hacer feliz.

Has hecho varios duetos con compañeros de profesión como Pablo López, ¿junto a quién o quiénes te gustaría cantar en un futuro?

Ya he hecho tantos… Creo que ahora quiero hacerlo conmigo misma (risas). No, no lo sé. Tengo varios y gente que admiro muchísimo, pero no me imagino. Pienso que los dúos deben quedar naturales. En el caso de Pablo López, yo no lo conocía a él, él tampoco conocía mi trabajo. Le hablaron de mí, me enseñaron la canción, y me encantó, me pareció una canción preciosa. Le dije que sí, que quería colaborar con él porque me gustaba el tema. Y en los otros casos también han sido así, amigos, las discográficas… Me dicen “¿por qué no hacéis un dúo?”, “¡Ah, pues mira, sí!”. Así que… cualquier persona puede caer.

En tu página de Facebook has publicado tu último vídeoclip, el del tema Mi propio funeral, y al que has denominado como el vídeo más «friki» de tu carrera musical. Háblanos de él.

Todo fue porque… la canción habla de un día en lo que todo te va mal, y en el que odias la vida. Y buscando ideas, al director se le ocurrió que hiciéramos como un karaoke. Todo empezó muy grande. Rebuscando en la idea, “¿por qué no lo hacemos como un programa de televisión de las 3 de la mañana de esos frikis?” Y el otro, “¡Pero vamos a hacerlo chino!”, “¡Venga, genial! Yo conozco muchos chinos que lo pueden hacer. Y luego para hacerlo más, nos vamos a hacer una cosa que ella no va a saber”. Entonces las instrucciones eran ir allí y ponerme la vestimenta que ellos me iban a dar. Me pusieron un micrófono… Todo estaba preparado cuando llegué allí. Yo tenía que hacer el playback sin saber lo que iba a pasar por detrás. Luego entre prueba y prueba, cuando estaba lista, me volvían a llamar, hacía la parte que me tocaba y no tenía ni idea de las putadas que me iban a hacer. Que no eran como tal, pero mi cara sí que era un poema, y era verdadera (risas). Era una angustia de no saber qué iba a pasar, pero fue muy divertido, me lo pasé muy bien. Y me gustó el resultado, era lo que quería.

¿Qué nos puedes contar sobre tus directos? Tus compañeros de profesión suelen decir que es lo máximo…

Son muy bonitos. La verdad que la gente se contagia muchísimo. Me gusta porque el público que viene es muy entregado, personas muy honestas, muy intensas. Entonces mola cuando llegas a un sitio, comentas algo, y la gente se ríe. Dices, “¡Ah! Ya somos cómplices”. Es como una cita también. En un concierto no sabes a veces con quién te vas a encontrar, a qué sala vas a ir. El año pasado la gira que hicimos con Cadena 100 fue muy bonita, hizo que conociéramos a más gente. Y ahora con esta gira vamos a repetir ciudades en las que ya estuvimos con la otra.

Puestos a elegir, ¿con qué formato te quedarías, eléctrico o acústico?

Me gustan los dos. A veces el eléctrico lo echas más de menos, porque las salas a las que vas son como más acústicas. El concierto que tenemos hoy (en referencia al concierto del 16 de enero en Sala X), es un electro-acústico, así un poco raro. Tenemos batería, guitarra eléctrica, guitarra acústica y metemos samples, que llenan un poco más. Y la verdad es que queda bastante divertido. Pero cualquier formato me gusta, la verdad.

La segunda parada de la gira en este recién empezado año es Sevilla, ¿has venido en otras ocasiones?

¡Muchas veces! Ha estado muy bonito cada vez que he venido, siempre me llevo muy buen recuerdo. La primera vez fue en un Live the Roof, no me acuerdo dónde, y flipé. Había ciento y pico de personas, y me gustó mucho. Luego hicimos otro Live the Roof aquí el año pasado, en un hotel muy bonito. En la sala Obbio estuvimos también… Y ahora en esta sala (Sala X), en la que no habíamos estado nunca. Me han dicho que es nueva, y tiene muy buen rollo. Seguiremos viniendo. Esta sala es un poco más grande, así que está bien.

¿Te consideras una “Supermujer” como la chica de tu canción?

Me disfrazo, disimulo muy bien. Pero no. Aunque todas nos tenemos que sentir “supermujer” y apechugar como sea. Pero la canción en realidad habla de un antihéroe. De una persona que dice que va de “supermujer” cuando no lo es. 

¿Cómo encuentras la situación actual de la música? ¿Cómo la definirías?

Estamos viviendo una época muy creativa, maravillosa. Porque el hecho de tener que buscarnos nosotros mismos la vida… Hoy en día hay tantas posibilidades con internet de llegar a tantas personas, que la gente se motiva más a la hora de crear. Te pones a buscar en internet y hay infinidad de grupos, estilos, canciones… Y es maravilloso. La gente se inspira muchísimo. También hay un cambio en cuanto a música o los formatos… Creo que vamos por buen camino.

¿Te sientes una privilegiada por hacer lo que haces?

Sí. Todas las mañanas de mi vida. Trabajar en lo que uno quiere… O por lo menos tenerlo claro, es una suerte.

A la hora de componer, ¿cómo lo haces? ¿Te levantas una mañana y te viene la inspiración o intentas buscar algo que te motive para escribir?

Depende. Hay días en los que digo “voy a ponerme a componer un buen tema”. Últimamente lo hago así, me levanto por la mañana y me propongo escribir una canción. Tengo muchas ideas, y las apunto. Tengo las paredes de mi casa todas llenas con tizas y cosas. Sí, es un poco loco. La nevera, también, llena de frases. Las tengo en mi cabeza, y luego un día me siento y centro todas las ideas. De repente,  un día me viene una melodía a la cabeza,  cojo rápido la guitarra y me pongo a trabajar en ella. Tengo muchas canciones por la mitad, luego me centro, y ya…  Soy un poco desordenada. Cuando estoy triste no compongo, porque no quiero. Si estoy triste, estoy triste, no me apetece. Tengo que ser más aplicada. Realmente cuando es tu trabajo es diferente. Tienes que estar centrándote más en hacer canciones. Pero siempre hay alguna de esas a las 3 de la mañana, y necesito escribir y componer.

Entonces, eres un poco la que rompe esa regla que tienen muchos artistas de escribir cuando están tristes porque es el estado en el que les surgen mejores ideas…

Sí, suelen salir mejor. Pero en mi caso, cuando estoy triste quiero comer y ver la tele, no quiero componer (risas). Cuando ya estoy mejor, y he digerido la información, ya es como que puedo escribir, y a lo mejor me salen también más positivas. Ya ves el dolor desde otro punto de vista, y me gusta. No me gustan las canciones en plan “sin ti no puedo vivir”. No es mi forma…

Para terminar, ¿te marcas objetivos a largo plazo, o prefieres vivir el día a día?

Uno se marca planes como utópicos, ¿no? En plan, cuando tenga una familia… Pero no, yo soy muy de improvisar en el momento. Por ahora tenemos la gira, y es como que te centras en eso. Ahora cuando termine, me pondré a componer para el siguiente disco. Trato de ponerme metas próximas, y concentrarme en ello, porque si no, te vuelves loca. No sé si mañana estaré viva o no (risas). Quiero quedar bien ahora, y mañana ya se verá.

Fotografías: Andrea del Zapatero.