El pasado sábado 12 de marzo en La Sala se vivió una de esas noches difícil de olvidar. Fredi Leis presentó Días Grandes, su primer EP, formado por seis temas compuestos por él, cargados de belleza y verdad e interpretados con la pasión y la emoción que le pone a su música. Posee todas las cualidades para convertirse en un nombre importante en el panorama musical español, algo, que el tiempo y el público decidirán. Si tenéis la oportunidad de poder ir a un concierto suyo, no lo dudéis y asistid, no os vais a arrepentir.
He leído que estás licenciado en Administración y Dirección de Empresas, ¿qué motivó que cambiaras de rumbo y guiaras tu carrera hacia la música?
Creo que lo decidí el primer día que entré en la universidad, ya directamente (risas). Vi que aquello no era para mí pero, bueno, ya que estaba, terminé la carrera y la compaginé con la música. En el momento que la acabé, de hecho, me fui un año de Erasmus y aproveché para montar una banda allí, de cinco músicos de cinco nacionalidades diferentes; cuando volví, dije: «pues ahora voy a por lo que realmente quiero», y empecé en la música. Subí una canción a una plataforma que se llama SoundCloud, se movió bien por redes sociales… Y poquito a poco hasta hoy.
Sobre eso te iba a preguntar. Decidiste compartir de esta forma tus canciones con la gente. Se puede decir que fue un éxito, ¿no?
Sí. Yo creo que al principio gustó el hecho de que nadie sabía que yo cantaba, lo mantenía en secreto y era un poco para mí. Llegaba a mi casa, tocaba, disfrutaba conmigo mismo y nada más. Entonces creo que al principio fue curiosidad. Empezó con los amigos de las redes sociales, a ellos les gustó, y el hecho de compartir, de retwittear, todas esas cosas… fue haciendo que, poco a poco, más gente se interesase por las canciones.
De ahí hasta llegar a grabar tu primer EP, ¿cómo ha sido el camino recorrido?
Ha sido sobre la base de pasar muchas horas en casa, componiendo, de llamar a muchas salas, que algunas te cojan el teléfono y otras no. Ha sido cosa de dos años y medio, en verdad muy poquito tiempo, pero intenso. Yo componía desde los 13-14 años, pero sí que es cierto que en estos 2-3 años ha sido todo muy ajetreado. Le dedico las 24 horas del día a la música. Y poquito a poco, con el boca a boca, la gente que viene a un concierto, al siguiente viene con amigos o con su familia… La cosa fue creciendo.
¿Cómo ha sido la producción?
Ha sido un trabajo curioso, yo lo diría así. Gracias a que intervino RLM, y pudimos trabajar juntos, apareció la oportunidad de trabajar con Ismael Guijarro, que es un gran profesional, nos hicimos muy buenos amigos. Y el trabajo decía «curioso», porque son canciones tuyas que al final las quieres como a tus hijas. Algunas entran, otras se tienen que quedar fuera, y te da pena… Y luego está el darle vueltas, el maquillarlas, por así decirlo, el meterles instrumentos: «esta frase hay que eliminarla», «a esta hay que acortarla por aquí». Fue un trabajo que disfruté mucho.
Y en tu caso, ¿qué se hace con las canciones que dejas fuera del EP?
Hay canciones que meteré seguro en el próximo, en mi primer disco, por lo que suponen para mí y porque también las estoy haciendo en directo. Lo bueno de las canciones es que nunca se pierden.
¿Qué sientes al ver que vas consiguiendo lo que querías?
Suena un poco a tópico, pero felicidad. Poder vivir de lo que te gusta es una suerte muy grande. En eso estoy, intentando dejarme la vida en la composición, en disfrutarlo al máximo y en ir poco a poco, día a día, para intentar que esto se prolongue toda la vida, si se puede.
¿Cómo está siendo la aceptación de Días Grandes por parte del público?
Creo que buena. Cuando sacamos el EP, parece que a la gente le gustó, y estuvimos de los 6 primeros en Itunes, algo que no me imaginaba de ni broma. Es un gran empujón, porque es tu primer trabajo discográfico, y sienta muy bien ver que genera mucha expectación en el público.
Tu single presentación es ‘Estrellas fugaces’, háblanos sobre él.
Fue ‘Estrellas fugaces’ porque la historia que hay detrás me tocó mucho en su momento. Está escrita para una persona muy especial para mí. Y aparte de eso, que también creo que es importante, cuando creas una canción y empiezas a transformarla, a darle forma… Creíamos que la melodía encajaba bien, como reclamo funcionaba, y la dejamos por unanimidad. No le dimos muchas vueltas.
¿Sobre qué te gusta hablar en tus canciones?
Hablo, como mucha gente, de amor y desamor, pero también de otros temas como pueden ser el maltrato, la anorexia o la situación de guerra que se vive hoy en día. Pero me centro en el amor y el desamor porque creo que al final mueve mucho al mundo, y aparte, porque son unos sentimientos muy comunes a todos. Y yo de lo que trato es de eso, de cuando subo a un escenario, intentar transmitir cosas que nos pasan a todos en el día tras día, que nos enamoramos, que nos desenamoramos, que conocemos a alguien que nos hace ilusión…
¿Cuáles son tus modelos musicales para seguir? ¿Qué artistas te influyen a la hora de hacer tu música?
No tengo ningún grupo en concreto que diga, «este es mi favorito», pero a mí me ha influido mucho la música que me ponía mi padre desde pequeñito, y que va desde Revolver, a Los Secretos, Bruce Springsteen, Bryan Adams… la gente que cuando canta, se le nota. Que no necesitas ni 30 segundos de canción para saberlo. Son personas que te están transmitiendo y te están contando algo de verdad, que les está saliendo de dentro. Esa es la música que me gusta. Y bueno, aprendiendo de cantantes ya muy hechos y conocidos, como compañeros de profesión.
Para aquellos que no han tenido la ocasión todavía de asistir a ellos, ¿Cómo son tus directos? ¿Qué puede ver aquel que decida ir a una de tus actuaciones?
Quiero transmitir lo que te decía antes, mucha verdad y transparencia, y sobre todo ideas cotidianas. Creo que en las composiciones trato de abrirme lo máximo posible, aunque luego como persona soy un poco más reservado. Pero en un escenario me permito soltarme, si tengo que llorar en una canción lloro, si tengo que reír, río. En los directos trato de hacer exactamente lo mismo que en los discos. No voy a disfrazarme de algo que no soy.
¿Qué espera Fredi Leis de la música? ¿Qué planes tiene al respecto?
Que me permita abrazarme a ella durante muchos años, y que no me deje solo. Seguro que seguiré haciendo canciones. Pero lo único que le pido es conseguir llegar al público tanto como a mí.
¿Te gustaría componer para alguien?
Sí, me gustaría. De hecho hay proyectos. Me costaría más cantar canciones de otras personas, porque siempre en las mías hablo de cosas que me han pasado a mí, y quizás me costaría más eso, porque estás cantando el sentimiento de otra persona. Es cierto que se puede conseguir hacer una canción tuya, y meterla en tu historia. En principio me siento más cómodo cantando lo que compongo. Aunque sí me gustaría ponerme en la piel de otro cantante, de otra persona, y componer desde ahí.
Aprendiste a tocar el piano de manera autodidacta, ¿por qué elegiste ese y no otro instrumento?
Me regalaron el típico teclado-organillo Casio blanco, que creo que en alguna ocasión hemos tocado. Y me gustó, me enganché a él. Me preguntaban, sobre todo mis padres, por qué no iba al conservatorio de solfeo… pero no tenía paciencia para eso. Así que nada, me dediqué a jugar, a descubrir lo que podía hacer con él. Por ahora me va bien, y esperemos que sea para mucho tiempo.
Cada vez es más habitual ver a cantantes que tocan el piano durante sus actuaciones, como Pablo López, María Toledo, Pablo Alborán…, ¿dónde crees que está la razón de esta evolución en los artistas españoles?
No sé el porqué, pero si se hace una encuesta a nivel mundial, saldrá que hay más gente que toca la guitarra que el piano. Yo la guitarra la chapurreo y tal, pero me encantaría tocarla. Creo que es cuestión de lo que te pongan en las manos. Es cierto también que el piano pesa mucho para desplazarlo y la guitarra no tanto (risas).
¿Con quién te gustaría hacer una colaboración musical?
Hay muchos. Me gustaría cantar con Bryan Adams, me encanta lo que hace. Y me gustan dos chicos, que son de mi edad más o menos, uno se llama Jorge Marazu y el otro, Txetxu Altube. Me gusta mucho lo que transmiten cada una de sus composiciones.
Durante tu concierto en Sevilla comentaste que ya habías venido a esta ciudad anteriormente, y que lo tuyo con ella fue un amor a primera vista. Cuéntales a los lectores de Musiqueando el porqué.
Sevillanos, sevillanas, os tengo que decir que estoy enamorado de vuestra ciudad. Todo viene porque toqué aquí hace un par de años, me enamoré en dos días de ella, me la recorrí entera de arriba a abajo. Todo el disco está grabado en Madrid, pero yo tenía en mente que una parte tenía que estar hecho en Sevilla, y vinimos a grabar las baterías. El porqué… Pues es como cuando te enamoras de alguien, no sabes por qué. Lo ves por la calle, te gusta, o hablas con él o con ella un minuto… y dices, «aquí está la persona de mi vida». Con Sevilla me pasa un poco lo mismo, me enganchó y fue un flechazo a primera vista. Me gustó mucho la Plaza de España y la zona de La Giralda. Triana es una maravilla, el Guadalquivir, toda la vera del río…
¿Qué se siente al saber que se han agotado entradas para tus conciertos?
Mucha felicidad, porque ves que trabajas, que compones y que a la gente le gusta lo que haces. Ver que hay gente que se ha tenido que quedar fuera de las salas porque se han agotado las entradas… Desde aquí quiero dar las gracias.
¿Has pensado en llevar tu música a otros países?
Por ahora no, porque todavía me quedan en España ciudades a las que no he ido. Quiero hacerme mis kilómetros y mis carreteras aquí, y luego, si hay que ir a Argentina, Méjico… me encantará. Pero de momento, me queda trabajar mucho por este territorio.
Para terminar, ¿qué planes tienes a corto plazo?
Hacer kilómetros, estamos presentando este EP por distintas ciudades. Lo importante para mí en cada concierto es que los que vengan se vayan contentos. Eso, para mí, es lo más importante, y si desencadena cosas buenas y crece, pues genial. Pero lo primordial es que haya una energía buena en cada concierto.
Fotografías: L.J. / Patricia del Zapatero