¿Entonces, sois “Víctimas del sueño americano”?
Creemos que todos lo somos, y lo sois. Es un término asociado a un modelo de vida que desde nuestro punto de vista sigue vigente hoy en día. Esas necesidades de alguna manera impuestas cuya búsqueda genera cierta insatisfacción y el hecho de conseguirlas te hace ver que no es lo que realmente querías para ti. Hay que mirar más dentro de uno mismo y disfrutar de cosas más sencillas.
¿Por qué elegís este tema para darle nombre al disco? ¿Qué tiene de especial?
El título del disco lo elegimos por el significado del término, no por el hecho de que ese tema tenga algo especial.
¿Qué tal fue el proceso de grabación y producción de este nuevo disco?
Muy intenso, grabamos en apenas 11 días, tocando todos juntos y de una forma muy natural. Contar con Josu García como productor nos aportó una visión diferente a la que teníamos. Durante la grabación primaba la espontaneidad y captar ese momento irrepetible. El disco tiene una urgencia innata que se aprecia en las canciones.
Desprendeis energía visceral y electricidad en todas y cada una de canciones; hasta en las que son un poco menos movidas. Si tuvierais que mojaros y haciendo una visión global, ¿con cuál creéis que disfrutaréis más en cuanto a »darlo todo´´ se refiere?
En los ensayos que hemos tenido hasta ahora así como en los dos conciertos que hemos podido llevar a cabo, sin duda Amoníaco destilado nos da una fuerza increíble, es un tema muy completo. A parte de esa energía que desprende, es muy entretenido a la hora de tocarlo, nos mantiene alerta y enérgicos.
¿Qué canción de las nuevas creéis que ha tenido mejor acogida?
Creemos que es pronto para tener claro algo así. Hasta el momento todas están funcionando muy bien, hay mucha variedad y dependerá de los gustos de cada persona que lo escuche. Es que es un disco de grandes canciones, completo. Donde no hay temas de relleno y todas las canciones tienen algo que contar.
¿Tenéis ganas de volver a »Moveros en la Oscuridad´´ de las salas de los distintos bolos? ¿Qué tenéis programado?
Muchísimas, en las dos oportunidades que hemos tenido de tocar de nuevo lo hemos vivido con mucha ilusión. Intentaremos seguir haciendo conciertos en la medida de lo posible, pero ahora mismo todo está en el aire. La situación no es favorable a la hora de programar que haremos en un mes, dos, medio año…
¿Sigue en pie el concierto en la Sala Sol, en Madrid, del 7 de noviembre? ¿Qué medidas se adoptarán?
No tenemos novedades al respecto, no sabemos aún si podrá celebrarse.
¿Qué es lo que más valoráis de la esencia del rock clásico y cómo pretendéis rescatarla para que se imponga ante el »nuevo rock actual más mainstream´´?
Nosotros no pretendemos rescatar nada, hacemos lo que nos apetece y disfrutamos de ello. No vemos nada malo en lo «mainstream», no vemos nada malo en que alguien triunfe, en que la música se renueve. No se puede vivir anclado en el pasado.
La temática de las letras toca situaciones cotidianas, muchas de ellas están referidas a temas amorosos. ¿Cómo ha sido el proceso creativo de las letras?
Bastante caótico, escribo a ratos, de forma inconexa hasta que un día empiezo a armar el puzzle. Es muy emocionante cuando vas encajando piezas, cuando tú mismo le encuentras el sentido. A veces son las canciones las que te explican su significado, cada uno que las entienda a su manera y se las lleve a sus propias vivencias, eso es lo importante.
Poniéndonos a soñar a lo grande y a futurizar un poco, ¿qué deseáis que os traiga la publicación del nuevo álbum?
Vivimos el presente, siempre lo hemos hecho. Disfrutamos de las oportunidades que aparecen, trabajamos de manera constante para buscarlas y exprimirlas. Queremos seguir creciendo, al ritmo que nos toque. Hasta hoy nos han sucedido muchas cosas, grandes noches de gloria que esperamos se repitan.
Por último, ¿tenéis preparada alguna sorpresa para la vuelta a los conciertos?
Siempre hay sorpresas en nuestros directos, las canciones están muy vivas. Ya hemos empezado a evolucionar los temas de «Víctimas del sueño americano» como hicimos con «Café Caimán»,es algo innato a nosotros, que también nos aporta mucha ilusión por encontrar día a día matices en los temas, nuevos arreglos, letras, partes nuevas… pero todo eso hay que verlo en directo. Es parte del regalo que hacemos a la gente que nos sigue en los conciertos.