Tras disfrutar de ellos en varios conciertos Musiqueando se sienta a charlar con CATORCE. El grupo recientemente grabó un excelente E.P Frónesis, Jaime voz y guitarra del grupo responde a nuestras preguntas. Sigue leyendo a continuación la interesante entrevista que le hicimos:

– Para empezar ¿Podéis contar un poco a nuestros lectores que todavía no os conocen de dónde vienen y quienes son Catorce?

Pues el nombre, como explicamos en determinadas ocasiones, no tiene un significado concreto, de hecho nos enteramos hace poco que es un número defectivo que representa al borracho, cosa que no tiene nada que ver con nosotros, jeje. Fue un nombre que surgió de una “tormenta de ideas” tras grabar nuestra primera maqueta, ya que la habíamos grabado sin tener ninguno aún. En cuanto al grupo, viene simplemente de la separación de un proyecto anterior, que al final, como casi todos los primeros proyectos, no cuajó. En ese proyecto anterior fue donde nos conocimos José Miguel y yo. De la primera formación de Catorce sólo queda un servidor, cuando nos quedamos sin bajista José Miguel me recordó que él estaba “vivito y coleando”, y fue entonces cuando decidimos juntarnos de nuevo.

-Anteriormente fuisteis hasta cuatro miembros ¿Musicalmente ha encontrado CATORCE el equilibrio perfecto como trío?

Definitivamente, sí. Eso además ha hecho que cada uno entendamos un poco mejor nuestros instrumentos, y eso creo que se nota en las composiciones. Intentamos hacer las cosas de tal forma que no se eche nada de menos en directo. De momento creo personalmente que la fórmula funciona para bien.

 – Los temas anteriores a vuestro E.P. Frónesis, temas que tuve la oportunidad de escuchar en vuestro myspace, sonaban menos cañeros, ahora vuestro sonido es más contundente ¿Qué ha aportado a Catorce la incorporación de Antonio a la batería?

En mi opinión, creo que lo que sobre todo nos ha aportado es una idea más global de entender la música. Hemos tocado con baterías geniales antes de él, pero Antonio ha sabido amoldarse a la perfección con lo que buscábamos, un batería que entendiese la música como un todo, y que entendiese su instrumento como algo que complementa a la música no destacando más que el resto de instrumentos. Nos ha dado contundencia, eso claramente se nota, aunque tampoco es que compusiésemos los temas pensando en hacerlos más duros, simplemente salieron así.

-¿Podéis contarnos que hay detrás de la costumbre vuestra de rebautizar los nombres de las canciones para hablar de ellas entre vosotros?

Es una costumbre que cogimos con nuestro anterior batería, Luisma. Cuando componíamos canciones, las subíamos a youtube para no olvidarlas y estudiarlas en casa, esas canciones no tenían ni letra ni nada, así que inventábamos nombres para saber de qué canción hablábamos en los ensayos. Es algo muy común entre los grupos, aunque a veces les damos nombres más originales cuando estamos de broma que cuando les damos el nombre “oficial”. Hay grandes nombres como “Godzilla”, “El Día del Marciano” o “Manoli-Manoli” que claramente, no podemos usar de cara al público, jeje.

-Sobre esto decidnos ¿Qué tiene que ver el espíritu de Kurt Cobain y el café? (NOTA: Nombre en clave de la canción Perdido)

Pues aquel nombre salió de Luisma, puesto que ese tema lo compusimos cuando aún él era el batería de Catorce. Creo recordar que fue porque algunas cosas le “recordaban” a Nirvana en el tema. Sinceramente, ¡no sabría decir el qué! Supongo que por eso el tema se llamaba “El Espíritu de Kurt Cobain en mi Café”, porque sintió que se nos apareció Kurt Cobain en aquel ensayo.

-¿Qué grupos extranjeros y qué grupos españoles han influido en la música de Catorce?

Esta es la pregunta más complicada, ¡jeje! Pues aquí cada uno es un poco “de su padre y de su madre”, como se suele decir. Coincidimos en muchos grupos, pero también cada uno tiene su “parcela particular”, por decirlo de alguna forma. A mí personalmente me influencia mucho el rock americano, sobre todo el grunge y el rock y metal alternativo de grupos como Tool o Deftones. Grupos españoles nos influencian muchos de la nueva camada que están saliendo, como Nothink, Demiurgo, Toundra o Blindfall. De todas formas somos unos tipos bastante eclécticos en cuanto a música se refiere e intentamos no cerrarnos a nada que nos guste. Yo adoro el folk, por ejemplo.

-¿Qué planes tiene Catorce para 2011? ¿Tenéis planes de volver a al estudio? ¿Podríamos veros en algún festival?

Tocar todo lo posible y comenzar a componer temas nuevos. Este año no creo que volvamos a estudio, grabar es caro y además queremos que lo próximo sea un salto de calidad bastante notable, por lo que queremos trabajar en las ideas más a fondo de lo que acostumbramos. Por lo de festivales, bueno, como dice José Miguel, nosotros nos apuntamos a una “ronda de aspirinas”…iremos donde nos reclamen.

-Habéis sacado vuestro E.P. Frónesis registrando los temas con Safe Creative y Creative Commons ¿Porqué tomasteis esta decisión?

Básicamente, porque creo que no entendemos la música de otra forma. Escuchar música es uno de los mayores placeres que puede haber, y desde luego nosotros no vamos a ser unos tacaños con respecto a eso. Nos cuesta dinero grabar, sí, pero no es nuestro trabajo ni somos un grupo que se encuentre en posición de ir pidiendo dinero allá por donde pasa.

-Ya que estamos con el tema seguimos con algunos temas de actualidad ¿Qué opináis de la SGAE y de la ley Sinde?

Que la cultura es algo que no debería estar privatizado. Un grupo gana dinero con sus conciertos, no con sus discos. Cada uno tiene su opinión y ésta es de respetar, pero desde luego, en ese plan no van a salvar ni el arte ni la cultura en general. Y yo sinceramente no me creo que Alejandro Sanz no se haya descargado en su vida una canción o una película…

-Frónesis es un concepto filosófico como explicáis en vuestro E.P. relacionado con esto ¿Os consideráis prudentes? ¿Qué es lo que os gustaría cambiar?

Prudentes no sé, pero desde luego, es ahora cuando estamos empezando a conocer de verdad el mundillo, y es cierto que tienes que andarte con pies de plomo. Hay muchas promesas “de boquilla”, y mucha gente que no da nada por ti. En cuanto a cambiar, yo personalmente no cambiaría nada, seguiría avanzando tan bien como considero que hemos estado haciéndolo hasta ahora. El límite es el cielo, ¿no?