• Jue. Sep 21st, 2023

Musiqueando

Tu web de música

MUSIQUEANDO CON… AITOR VELAZQUEZ DE HORA ZULU

Poradmin

Feb 8, 2017

Entrevista a Aitor Velázquez, cantante de Hora Zulú, en los minutos previos a su actuación en el F*ck Censorship Fest de Villena. Una charla muy cordial (y algo ruidosa al estar junto al escenario donde actuaban Boikot en ese momento), que ahora podéis leer transcrita en estas líneas.

MUSIQUEANDO: Bueno, primero de nada, ¿qué tal estáis, vosotros personalmente y Hora Zulú como grupo? O sea, ¿en qué estado está ahora mismo la banda?

AITOR: Más viejos, más sabios y con las pasiones bastantes más relajadas. Mucho más conscientes de todo que en la espiral de gira constante en la que estábamos embarcados hace unos años. Ahora nos pillamos con muchísimas ganas. Y la verdad es que, cuando tocamos, somos felices.

 

M: ¿Cómo habéis notado la reacción del público con los conciertos que habéis dado en los últimos tiempos, tras un periodo de stand-by de la banda, pero más esporádicos que hace unos años de mayor vorágine?

AITOR: Bueno, imagino que todo tiene que ver con que si paras de tocar y la gente no te ve durante un tiempo, al final te pillan con muchas más ganas que si te ven cada pocos meses (que se acaban saturando de ti). Al final solo somos 20 o 25 grupos que estamos en todos los festivales; siempre los mismos grupos y siempre parecido cartel, y creo que al final la gente acaba un poco saturadilla, ¿sabes? Creo que el tocar menos es algo bueno, para nosotros y para el publico.

 

M: Estáis con otros proyectos paralelos (Pangloss, Vúfalo, Fausto Taranto…) y colaborando también con otros músicos y bandas. ¿Cómo va todo esto?

AITOR: El momento de parar esta banda (Hora Zulú) nos permitió ganar la libertad de volver a enamorarnos de la música desde abajo, volver a los locales de ensayo, a componer canciones, a tocar en garitos pequeños y a levantar un proyecto con toda la ilusión que igual ya nos faltaba.

Y quizá el hecho de que Hora Zulú no vuelva realmente del todo es por culpa de esto, de que cada uno está ahora mismo enamorado de estos nuevos proyectos y disfrute luchando por ellos. Yo, por ejemplo, a día de hoy solo estoy pensando en componer canciones para Pangloss, que es una banda con un concepto completamente distinto en lo musical al de Hora Zulú, aunque estemos Javier (en la batería) y yo a las voces.

 

M: Bueno, ¿y hablamos de disco nuevo de Hora Zulú…?

AITOR: De momento, no. Habrá que sacar algún disco, algún día. Seguro que tarde o temprano hacemos algo porque con alguien como Paco Luque (que es un portento, un tío prodigioso) siempre es un placer juntarse un ratillo y componer. Ya no sé decirte si el formato va a ser un Lp (una cosa tan larga) o jugaremos con otra idea… Podemos probar, porque ya no tenemos la presión esa de cuando empezamos. Hay 70 canciones compuestas por Hora zulu, de las que normalmente solo llevamos al directo unas 20 ó 25. Creo que tenemos material de sobra como para, de vez en cuando, cambiar de repertorio e ir sacando provecho a nuestro trabajo de quince años.

La cosa es que no tenemos una excesiva prisa, no tenemos esa necesidad de decir: “Ostia, tenemos que sacar un disco”. No. Pero tarde o temprano probablemente haremos algo nuevo juntos.

Como no tenemos compañía discográfica (ni la queremos), vamos a ir a nuestro ritmo, y eso es una cosa que ayudará a que lo que salga sea exactamente lo que nosotros decidamos y cuando lo veamos oportuno. Creemos habernos ganado ese derecho de algún modo.

 

M: Mucha gente no se esperaba que paralizárais el proyecto de Hora Zulú (en 2013) y creo que se llevó un chasco cuando lo anunciásteis. Creo que el tipo de música y vuestra personalidad al tocarla, hace de Hora Zulú una banda muy particular…

AITOR: Yo siempre he pensado que somos una banda muy cansina. Además, como yo tengo una manera de introducir la voz muy particular, imagino que a quien no le guste me habrá pillado hasta manía… (risas). Aun así no creo que nadie se alegre de que las bandas se disuelvan. Habrá incluso quien se haya sentido defraudado por el hecho de que dijéramos que no íbamos a tocar en una temporada. Pero es que, cuando una banda deja de ser sólo un grupo de colegas con una ilusión en común y pasa además a ser un negocio, donde estás pagando letras de la furgoneta, pagando asesores, pagando abogados etc… Llega un momento en el que pierdes las ganas, no tienes la alegría de cuando empiezas, de cuando estás dando forma a algo que es tu sueño.

Cuando esto ya se convierte en tu trabajo, es muy difícil mantenerte feliz. O eres un poco falso y sales a hacer tu papel solamente por la pasta, pero esto al final te acaba matando. Ha sido dejarlo, vender la furgoneta, liberarnos durante un par de años, y volver a apetecernos tocar juntos. Al fin y al cabo no nos había pasado nada entre nosotros, no estábamos enfadados. Entonces fue tan fácil como vernos un día en un bar y decir: “Ostia, que ganas de tocar con vosotros”.

Además, recibimos una oferta que no pudimos rechazar: Nos metieron la cabeza de un caballo en la cama y… (risas).

…Al final esto no se hace por dinero. Cada uno tenemos nuestro oficio y esto, aparte de un trabajo, tenía que ser algo más. Tenía que ser algo que nos motivara. En el momento que se convierte en curro, solo curro y nada mas que curro… es el momento de parar. Hay quien lo lleva muy bien así, pero nosotros necesitábamos ese algo más. Así que hicimos una pausa y nos vino de escándalo.

 

M: Una cosa que me mola mucho de Hora Zulú es la defensa de lo andaluz que hacéis.

AITOR: A mí me gusta mucho Carlos Cano, si eso te explica de alguna manera lo que quieres decir. Entonces, al gustarme ese señor, no tuve otro camino que tratar de reproducir este andalucismo militante que él lucía en sus canciones. Encima, al escribir letras, me siento vinculado con los letristas o escritores que a mí me llegan al alma, y gran parte de ellos son andaluces.

Al final, esa reivindicación no buscada (porque nosotros no somos realmente un grupo de folklore (aunque algo puede haber)) no está en lo superficial, sino que se concentra mucho más en el fondo.

Ten en cuenta que Paco Luque empezó a tocar la guitarra desde muy pequeño, con su hermana, que es cantaora. El flamenco es una música que nosotros escuchamos, pero a la que le tenemos tanto respeto que tampoco hemos querido adulterarla demasiado y por eso nunca la hemos mezclado del todo en lo nuestro. También ayuda mucho en esto que yo no sé cantar, y entonces no podíamos hacer mucho más.(risas)

Pero sí creo que flota en las letras y la música de Hora Zulú que somos andaluces y que estamos enamorados de nuestra tierra.

 

M: Hora Zulú nació hace 17 años. ¿Cómo os ha ido en la vida y cómo la habéis compaginado con este proyecto con el trabajo, la familia…?

AITOR: Bueno, yo siempre he querido ser jardinero, como mi bisabuelo. A mí siempre me han gustado las plantas y meterme en jardines ha sido algo que he querido hacer desde niño. Hace años, cuando acabó Hora Zulú, yo cogí lo poquito que había ganado y me compré mis herramientas, y trabajo de eso. La verdad es que yo sólo me acuerdo de que tengo un grupo cuando voy a tocar. Un rato antes o el día antes si el concierto pilla lejos.

Yo escribo porque me gusta y me sirve de desahogo, pero no escribo todos los días. Esto no es un trabajo para mí.

Y, ¿cómo nos va en la vida? Pues ya somos mayores, cuarentones todos, muchos de los compañeros tienen hijos también… Me imagino que como a todos, somos personas bastante normales, chavales de barrio obrero a los que les gusta el Rock.

No te sabría contestar mejor a esta pregunta sin llorar… (risas).

 

M: Para alguien que quiera saber algo de Hora Zulú y no os haya oído aun, ¿cómo le explicáis lo que hacéis?

AITOR: ¿Cómo le explicarías al alguien una película? Pues es mejor que la vea. Pues algo así. Eso sí, a mí me gusta más que me lean a que me escuchen. Cuando alguien no me conoce, le digo que lea las letras de Hora Zulú. Creo que eso responde bastante a tu pregunta por la parte en que a mi me toca.

 

M: ¿Qué esperáis del futuro, a partir de ahora (siempre y cuando haya futuro con Donald Trump)?

AITOR: A mí me gustaría envejecer con cierta dignidad. Ser un poco más sabio cada día, pero me temo que es difícil llegar a la senectud con eso… Siempre digo que me gustaría llegar a viejo para ser sabio, pero es que ya solamente llegar a ser viejo es un logro. Entonces , lo que esperamos es que la vida nos deje aun algo de tiempo, tiempo para hacer algunas cosillas más, sacar adelante nuestros proyectos…

Nos gustaría que, dentro de 20 años, alguien escuche una canción nuestra, que no sepa de quien es, pero que de alguna forma ya la haya hecho suya. Que esa canción ya se haya convertido en copla, se haya convertido en voz del pueblo.

Eso espero del futuro: que se olviden de nuestro nombre, pero que se acuerden de nuestras letras y de nuestras canciones. (Bonita frase para acabar).

 

M: Pues sí que lo es…

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *