Antes de la proliferación de bandas locales de Sevilla ellos podrán decir que estaban allí. Münchausen persisten en una fórmula pop-rock donde una voz con personalidad (David Cala) nos lleva desde el pasado hasta el presente de forma continua, en un viaje que no parecerá tener fin.
Porque la letra de El tiempo que nos queda ya nos engancha suficiente antes de la fantástica odisea de Ulises donde alternan fases de más ruido guitarrero . El deseo más bonito que esconde la azucarada Que nadie borre tu sonrisa dará paso al protagonismo de los teclados en Patente de corso que, sin embargo, conserva pose rockera.
Del corte no superior al minuto pero sin embargo expresivo Entreacto vuelven a rugir las guitarras en Nadando contra el aguacero donde además la voz gana en garra. La voz de Priscila Gago enriquece de matices Ángeles, una de las canciones más sentidas y redondas del disco.
El epílogo de Los años remndados nos sorprenden con una canción de estructura diferente, Caracola, una suave melodía pop de homenaje a la mujer.