Viernes noche en Madrid. Cuando cientos de jóvenes se acumulan en plena Puerta del Sol, (lugar muy cercano al concierto), para ir a cenar, salir de fiesta, etc. yo me dispongo a entrar en la Sala La Boite para empezar con buen pie, y sobretodo ritmo, el fin de semana.
La tormenta que la noche anterior hizo temblar Madrid no fue más que un pequeño presagio, un adelanto de la verdadera descarga eléctrica que iba a sufrir la ciudad hoy. Señores, señoras, Mürfila estaba aquí, y decir Mürfila no es decir cualquier nombre. Es invocar a la mayor concentración de energía y adrenalina que yo recuerdo sobre un escenario.
Cuando te cruzas con Mar Orfila, (su nombre real), por la calle o en cualquier lugar que no sea encima de las tablas, su apariencia es la de una persona tranquila y tímida, nada que ver con lo que demuestra cada vez que se enfunda su guitarra y se transforma en Mürfila.
Sin pudores, ni nada que le calme, asistir a un concierto de Mürfila es inyectarse fuerza, potencia y furia en vena. Pasar por un concierto suyo serviría como método anti-estrés, ya que es una exposición a casi hora y media de desenfreno sin descanso.
Y así ha sido esta noche, inaugurada con el potente “Lady la Llama”, y un atuendo made in Mürfila: cazadora negra, -que más adelante se quitaría para descubrirnos una camiseta semitransparente-, y un minúsculo pantalón a juego. Provocativa y sin ataduras, como nos tiene acostumbrados, Mürfila es incapaz de dejar indiferente a alguien.
“Problemas” ha sido el tema con el que ha continuado metiéndonos en temperatura, aunque la gente allí presente ha llegado con ganas de bailar, desmelenarse y pasarlo en grande, por lo que no ha sido complicado calentar el ambiente.
“Money” y “Mi Guitarra Quiere Rock”, tema clásico y de los buque insignia en la carrera de Mürfila, han sido la antesala de “Soy Humano”, un tema nuevo que formará parte, -al igual que “Money”, “Problemas”, “Lady la Llama” y otros temas con los que nos deleitó en ‘La Boite’– de su próximo disco que saldrá a la venta en las próximas semanas.
Con “Estrellas”, (otra de las nuevas), llegó el momento más relajado del concierto, pero esto no sería más que un breve inciso en el camino, porque lo que estaba por venir requería recargar las fuerzas.
La sala tenía la acústica perfecta para lo que el show de Mürfila requiere. Paredes y suelo vibraban a la par que todos los allí presentes con cada riff de guitarra eléctrica y derroche de energía que emanaban del escenario. Especialmente cuando sonó “Caliente”, primer single de su último álbum publicado.
Solo hicieron falta las primeras palabras para que el público estallara en gritos. Para mí fue la canción de la noche, y no solo porque sea este mi tema favorito, sino porque nos regalaron una versión llena de fervor que terminó de calentar, y nunca mejor dicho, a los allí presentes con una puesta en escena cargada de sensualidad y provocación, dos palabras siempre ligadas al estilo Mürfila.
Brutalmente soberbia sobre el escenario, a partir de este tema marcó un antes y un después en el transcurso del concierto. Si bien durante las primeras canciones los fans o simpatizantes que allí se encontraban ya derrochaban ganas de pasarlo bien, tras el volcán en erupción que supuso “Caliente”, ya no había hueco para aquel que quisiera disfrutar de la velada sin desmelenarse.
Y es que era necesario estar desmelenado porque tras “Jungla”, llegó la hora de rendir homenaje con “La Gran Sensación”, otro de esos temas nuevos que ya conocemos por medio de su webserie “I Love Ü”, y que hacen de un concierto una enorme fiesta.
No faltaron los acordes de su primer hit, “Loko”, que fueron la antesala de otro de los momentazos de la noche: “Me Pones”. Locura desatada encima y debajo del escenario. Sencillamente bestial.
Con “El Mundo Se Equivoca” despidió fugazmente el concierto, porque aún quedaban balas en la recámara. Tan solo unos instantes después volvieron a subir al escenario para deleitarnos con “Azul y Gris” y la gran “Caperucita”, último tema propio del concierto, ya que para el broche de oro nos aguardaba una sorpresa…
Empiezan a sonar acordes electrónicos. Todos paralizados por un momento, pensativos de cuál sería el tema que comenzaba a invadirnos el cerebro. Segundos después estábamos inmersos en una fiesta al descubrir que ese “I gotta feeling that tonight's gonna be a good night” nos era tan familiar como que se trataba del mismísimo exitazo de los Black Eyed Peas versionado al estilo Mürfila y con Jordi, teclista y encargado de los sintetizadores, como principal protagonista de la parte vocal de la canción.
Olía a fin de concierto. Mürfila y su banda estaban completamente enloquecidos, contagiando a todos los presentes unas ganas inmensas de saltar y querer que la noche no acabara nunca, pero el momento tuvo que llegar, y tras concluir la actuación con todos los integrantes de la banda subidos al poco hueco que quedaba en la tarima del batería, dio por finalizado el espectáculo.
Gran ovación por parte del público para una Mürfila agradecida que nos emplazaba a su próximo concierto en Madrid el próximo mes de Noviembre, el cual desde aquí te recomiendo tanto si te gusta su música como si quieres descubrir a una artista innovadora, atrevida y que hace que sus canciones retumben en tus oídos hasta varias horas después. Y es que el sonido Mürfila es contagioso. ¡Tengan cuidado!.