Si eres consumidor exclusivo de cánones clásicos de música quizás este no sea tu disco y deberías pasar de largo. Pero si tu inquietud musical te hace valorar aquello que explora y ofrece conceptos distintos y no por ello meritorios…estás en el lugar adecuado.
Porque Montgomery apuesta por una experimentación con electrónica sin despreciar melodía ni voces. Pueden invitarte a bailar con you love bolero o secuestrar tus sentimientos con juegos de voces en la siguiente Salon Otto
Y todo ello impregnado de elegancia, de movimientos bien medidos. La base marca la pauta y las voces y otros elementos siguen su par para que el resultado se nutra de diversos matices: angustia en she needs to get what she wants o épica extensa en Forever Young.
Mi favorita del disco es la conjunción que consigue la incipiente banda en she didn´t come asumiendo más riesgos vocales pero nutriéndole de un compendio de sonidos y misticismo.