22/6/09 Sevilla, Sala Q.
La visita de los Misfits a Sevilla no pudo ser en 2008 pero al final si ha sido una realidad en 2009, con poca antelación, casi de un día para otro se concretó la visita de la mítica banda norteamericana a la emblemática sala Q de Sevilla.
Pese a anunciarse con pocos días de antelación y a ser lunes la asistencia de público fue sorprendentemente buena. Con la veterania de sus más de treinta años y la aureola de formar parte del grupo de bandas pioneras del punk, les esperábamos con gran expectación lamentablemente el grupo no respondió a las expectativas y no demostró para nada el estatus que se le presupone ofreciendo un concierto horrible.
No puedo hablar de sonido porque directamente no existió, en su lugar tuvimos una pura amalgama de ruido y entre los asistentes al concierto un intenso dolor en la cartera después de aflojar 24 euros de la entrada, llegando incluso algunas personas a salirse del concierto. El tópico de los Misfits siempre ha sido que se trata de una banda con actitud pero lo demostrado en Sevilla fue un ejemplo de ineptitud. Deberian de mostrar más humildad y preocuparse por el producto que ofrecen porque cobrar una entrada tan cara para tan pobre espectáculo es una tomadura de pelo en toda regla.
Jerry Only es el único miembro original de la banda y le acompaña otra vieja leyenda del punk a la guitarra, Dez Cadena (Black Flag) y el colombiano Robo a la batería que también tocó en el pasado con Black Flag y los Misfits. Robo se batió el cobre durante toda la actuación como un auténtico jabato, sin lugar a dudas un batería para sentirse afortunado de tenerlo entre tus filas.
Dentro del punk los Misfits crearon su propio estilo influenciados por las películas de terror y la ciencia ficción y a parte de en sus textos lo reflejan en su estética inconfundible y seña de identidad de la banda. Sobretodo Dez Cadena maquillado totalmente de verde con semblante serio parecía un ser de ultratumba, muy digno. Sin embargo, Jerry Only daba otras sensaciones, sus gestos, su actitud… estéticamente con más parafernalia de complementos y maquillaje mas gótico macarra rozaba el límite de la autocaricatura, fagocitado por su imagen, Jerry, recordaba a Randy "The Ram" Robinson el personaje llevado genialmente a la pantalla por Mickey Rourke en "The Wrestler" el ficticio biopic del luchador de wrestling americano más famoso en los 80 que en la actualidad atraviesa por sus horas más bajas luchando en rings de tercera e intentando sobrevivir en el mundo sórdido en el que se ahoga.
Lo más destacable del concierto fueron las canciones "Last Caress", "Green Hell" y "Die, Die My Darling" canciones famosas por versionearlas con asiduidad Metallica en sus conciertos, especialmente "Last Caress". Es quizás Metallica uno de los peores grupos que conozco haciendo versiones, si no el peor, y es que su fallo es de base, primero no sabe escoger buenos temas para versionear y segundo no saben darle un toque especial que le de sentido a hacer una versión y no se trata con ello de superar al original si no de aportar algo interesante, algo que te haga recordar la versión por algún motivo. Metallica suspenden en versiones con mala nota, ni siquiera eligiendo un tema como “Stone Cold Crazy” de los universales Queen son capaces de hacer un trabajo digno. El némesis de Metallica lo tendriamos en Type O Negative uno de los grupos más geniales haciendo versiones, escuchen ustedes sus versiones de los Beatles, The doors, Black sabbath o Jimmy Hendrix entre otros: Auténticas obras maestras llevadas a su inconfundible universo.
Al final del concierto comenzó a sonar una tétrica música ambiental mientras Jerry Only se acercó al borde del escenario para darse un baño de "multitudes" firmando a todo el que se acercaba y haciéndose fotos. Un detalle de cercanía pero paradójicamente de lejanía porque Jerry parecía estar en otra galaxia, ido, demasiado sumergido en su personaje, tanto como para llegar a creérselo, empecinado en mantener esa pose exagerada llegaba a parecer ridículo. Como alguien dijo en la sala: "Jerry es un fantasma".
Fotografias: Alberto Ferraris Ravé