El festival madrileño que este año se celebraba en el complejo deportivo Cantarranas, en la ciudad universitaria complutense, se desarrolló con gran éxito de público y un gran nivel de actuaciones coronodas por un genial Andrés Calamaro que brindó un concierto memorable.
Con un calor de justicia asistimos a la actuación de Second en el escenario Pías. Los murcianos sin duda merecían un lugar de mayor reconocimiento en vez de actuar de los primeros a horas bastante tempranas.
Con ello el concierto resultó bastante breve aunque dio lugar a que nos presentaran canciones de su nuevo trabajo que se llamará "fracciones de un segundo" como "Rodamos" (quizás ha pasado demasiado tiempo desde "Invisible") aunque fueron los temas de su anterior disco los que más gustaron a los que poco a poco acudimos a escucharlos.
Tras Second, y ya en el escenario principal, "El tío calambres" con canciones como "mi oportunidad" o "caracolitos" trataron de ir animando al público que sin cesar iba abarrotando el espacio ideado para este festival que, finalmente, quedaría pequeño. Podría decirse que en ocasiones conectaron con la gente para posteriormente diluirse, una actuación quizás demasiado intermitente aunque nos dejó algunos destellos de su peculiar fusión.
Con gran curiosidad esperaba lo que "elbicho" nos ofrecería en Metrorock. Ya son varias las veces que los pude ver en directo y con resultado o percepciones desiguales. Afortunadamente en esta tarde asistí a un concierto inspirado con Miguel y el resto de la banda entregados desde la primera canción.
Con las secciones de viento rayando a un altísimo nivel y unas canciones (en especial las del último disco que reconozco como mis preferidas) como "de vivir", ropa tendía", etc… a las que supieron darle la energía que las mismas requieren, el concierto resultó muy bueno e equilibrado tanto en calidad como en intensidad.
Cambio radical de formación sobre el escenario para observar como los incombustibles gallegos de "Siniestro Total" encendieron una mecha de rock y punk que no dejó indiferente a nadie. Un concierto que fue de menos a más y donde presumieron de tener una trayectoria envidiable y con una cosecha de éxitos importante. Sin duda su hit más celebrado "Bailaré sobre tu tumba" fue uno de los grandes momentos de este festival.
Y sin apenas respiro subió "Melendi" al escenario. Con un nuevo disco bajo el brazo del que nos presentó algún tema como "el violinista en tu tejado" y con canciones populares y archiconocidas como "Quisiera yo saber", "Caminando por la vida", "Vuelvo a traficar", entre otras, el asturiano se mostró muy gesticulante y entregado apoyado eso sí por una voz femenina casi en un segundo plano que brilló a gran nivel.
Sí puede decirse que su discurso puede sonar repetido aunque no hay que restarle el mérito de presentar canciones que conectan con su público, que no dejó de corearlas.
Pero a pesar del tirón del asturiano, este Metrorock 2008 se había gestado alrededor de Andrés Calamaro. Esta vez sin añadiduras (tras los conciertos con Fito o Ariel Rot) solo, bueno solo no sino con una magnífica banda de nombres ilustres (Candy Caramelo, Tito Dávila o Niño Bruno entre otros) y potencia rockera, hasta 3 guitarras sobre el escenario. Y es que su concierto fue una autética obra de arte con un repertorio que no obvió ninguna de sus etapas: como Rodríguez nos brindó "Canal 69", "Sin documentos", "A los ojos" y "Todavía una canción de amor", con olvido de letra incluída; de su último disco "La lengua popular" nos presentó canciones como "Carnaval de brasil" o "My gyn tonic"; "Con jugar con fuego" abrió una fase del concierto más íntima con sus tangos y dejando un poco de lado la tendencia conciertos-karaoke a las que continuamente asistimos. Pero sin duda las canciones que nos enloquecen, los auténticos himnos calamarianos, cumplieron su papel: "Flaca", "El salmón", "Loco" y a esta categoría ya podríamos añadir "los chicos" por su fuerza y a la vez sensibilidad.
Si todo esto fuera poco, apareció Jaime Urrutia con su pose castiza que puso su voz a "Te quiero Igual" de Calamaro y a su "Cuatro Rosas" y además tuvo recuerdos para Sabina o el Ché entre otros.
La apoteosis final con "Paloma" nos trasladó a la tristeza por llegar al final de un recital donde Calamaro muy activo, bailongo y con unas exhibiciones vocales a las que últimamente no nos tenía acostumbrado, demostró su categoría, una vez más.
Pero no finalizó aquí el festival, "Los Delinqüentes" se encargaron que no parara la fiesta con sus canciones garrapateras que pusieron un broche de lujo, en lo que al escenario principal se trataba, al Metrorock 2008. Divertidos, con canciones ya clásicas ("Nube de pegatina", "Después", "la primavera trompetera") y otras de su próximo y esperado nuevo disco como "Cicatrizando" derrocharon su acostumbrado buen humor y sus ganas de pasarlo bien que finalmente contagian a los presentes.
Y por nuestra parte poco más que añadir, la organización consiguió nota alta con las barras, eso sí mejor en cuanto a las bebidas que con las comidas con interminables colas, así como con la ubicación y el recinto universitario pese a que en varias ocasiones el comportamiento de parte del público fue más propio de jardín de infancia.
La apuesta de este año, segura con la presencia de Calamaro, les salió bien a quienes apostaron por esta fórmula básicamente nacional para 2008, el éxito de afluencia y de nivel fue evidente. Con curiosidad esperaremos que nos deparará el el Metrorock 2009, hasta entonces…