Marlango aparecía este 25 de mayo ante una abarrotadísima Sala Casino para presentar su último trabajo, Un Día Extraordinario.

Fotografías: Musa Pentesilea
Y lo cierto es que no hicieron esperar a su sacrificado público lo más mínimo para ofrecerles la que es, en la opinión de un servidor, la mejor canción de la banda en sus más de 8 años de trayectoria: Dame la Razón. Lo que se llama empezar con buen pie.

Sin duda resulta encomiable la naturalidad con la que el grupo ha pasado del inglés al español. Un paso difícil que ha condenado a más de uno y que, no obstante, en Marlango suena tan obvio que incluso podemos sentir cierto extrañamiento al volver a escuchar a la Watling (Leonor, no Laura -ya nos gustaría-) cantar en inglés.
Aunque mencionen tan a menudo a Fito Páez como la chispa que les movió a dar el salto, lo cierto es que ya habíamos escuchado a Leonor cantar eventualmente en español; lo que ocurre es que ha sido en este disco cuando por fin parece haber encontrado su sitio en ese sentido. Y el mérito está en que Leonor se ha ido al registro vocal más coherente con el estilo del grupo y su tesitura particular, y me gustaría poner un ejemplo en absoluto cercano en cuanto a sonido del grupo pero que muchos sevillanos entenderán rápidamente: Miguel Rivera de Maga en su faceta más melódica. Como si la cantante de Solina tuviera las cuerdas vocales revestidas de terciopelo.

Pues bien, con ese estilo jazzy fronterizo y elegante fueron recorriendo los temas más importantes de su carrera y, muy especialmente, de su recomendable último disco, que tuvo una mayor presencia con temas como Exquisita, Un día sin ti, Bocas prestadas o Todo es tan importante. Cabe decir que las transiciones fueron apropiadas, facilitadas por el juego idiomático: un par en español, una en inglés (tras Dame una Razón, Madness), otras pocas en español, etc., con algunos momentos destacables como la excelente versión de Semilla Negra, de Radio Futura que, a pesar de la novedad que ha supuesto un disco completo en español del grupo, llevan más de un año paseando en sus directos.

Ambiente distendido, excelentes músicos; el hermano de la vocalista que andaba de aquí para allá; triste ausencia del trompetista, que no pudo asistir y para el que el grupo pidió un aplauso, y el recurrente jugueteo de Leonor con su vaporosa falda pusieron la guinda a tan calurosa noche de mayo. Les esperamos de vuelta.
Más fotografías en: https://www.facebook.com/MusaPentesileaPhotography
Tweet