Era Viernes 1 de Junio por la noche en una Sevilla sin la caló para poder bailotear y con un cartel que no paraba de sonar en toda la ciudad: “Macaco” con la mano más levantá que nunca, “Elbicho” desencajando sus caderas a ese ritmo Jethroaflamencao y ¿Manteca de qué?

Antes del cartel en sí, un aperitivo local ya que a las afueras, en las mismas puertas del Auditorio los chicos de la Selva Sur han montado un buen tinglado para hacernos la espera mucho más entretenida. 

El número de los asistentes esa noche al auditorio sin saber muy bien quienes eran esos que entraban a calentar a los “grandes” era bastante elevado. Y cuando el sol todavía no se había ocultado, apareció un grupo de los madriles que, para sorpresa del personal (o de los que decimos empezar desde tempranito a pagar las cervezas a precio de gambas), desde la primera hasta la última nota nos tenían moviéndonos sin parar. Un poquito de rumba por aquí, un poquito de flamenco por allá, ritmos jamaicanos con un reggae guapetón y pinceladas de un marchoso ska y de golpe y porrazo aparecen intercalados toda clase de ritmos: funky, samba, heavy, punk y… ¿una cumbia colombiana? Impresionante fusión de estilos, encajando unos con otros en completa armonía y sin dejar de sorprender a cada instante.

Se nos pasó bailando el recital de estilos musicales envueltos por un cajón y una flauta mágica y con la alegría de una garganta llena de letras comprometidas. Complementando al anochecer, aparecieron cariocas bailando a un Zulo algunos de estos ritmos alocados, que incluso nos llegó a contar con sus bolas de cristal (mientras se nos llenan los ojos de cuencas vacías), como los hijos del hambre no tienen mañana.

 Pura fiesta que al terminar dejó un comentario generalizado en boca de los sorprendidos descubridores: “menudo cacao han mantequeao los canteca de macao”.

Muchas gracias Canteca por demostrarnos que algunos “grandes” tienen los pies en suelo.

A continuación el más esperado, "El bicho" que decepcionó. Esta opinión pude comprobar que fue generalizada entre muchos de los asitentes que bien por que lo conocían como yo de otras veces y sabemos qué es capaz de más y mejor o bien quienes habían imaginado un concierto más redondo, el caso es que desilusionó a propios y extraños. Y eso que arrancó ilusionantemente con "Pequeña serenata" pero la cosa fue decayendo: de sonido la verdad que regular, duración corta y sobre el escenario mucho menos expresivo que otras veces, casi desganao o haciendo lo mínimo y cumplir el expediente echando en falta esas actuaciones en las que se rompe el alma en cada letra. Sonaron temas como "La calle del gallo" o "albadulaque" y la despedida con un bis esperadísimo "de los malos". En resumen, nos supo a poco, no siempre uno tiene días buenos y para la próxima seguro que lo borda.

Con los comentarios acerca del Bicho sobrevolando el Auditorio se presenta Macaco dispuestos a ponernos en su órbita fiestera y bailable a la vez que reivindicativa en muchas de sus letras. Dani Carbonell al frente junto a otros músicos que pusieron el nivel de la noche en cotas necesarias para disfrutar de canciones enérgicas tales como "Todos" donde da réplica el rasta vocalista Paul de Shardt junto a otras más lentas y poperas como "Sideral". Exprimiendo y alargando éxitos pegadizos como "con las manos levantá" se fue acabando la noche, se fue acabando la música, pero sólo es una hasta pronto…

Fotografías: Marta

Redacción: Fran Morón y Miguel Ángel Gómez