El tercer disco de Manolo Tarancón me deja un buen sabor de boca. Es uno de esos discos que en diez canciones aglutina en buena cantidad de vivencias e historias bien construidas, bien redondeadas y que en uno o más momentos consiguen atraparte e identificarte con una canción, una frase, un estado de ánimo,…

Al escuchar el disco recordé algo así como que el estilo de Manolo Tarancón era cercano a Nacho Vegas que incluso colaboró en su disco anterior. La comparación sin parecerme descabellada ni mucho menos sí que la matizaría según mi propia opinión claro está. Con un inicio del disco con "Alfama", nombre de barrio lisboeta, junto al primer tercio del mismo, los sonidos americanos del mismo se hacen evidentes, quizá me acuerdo más de Quique González en este inicio.

Por otro lado, la voz de Manolo transmite seguridad, confianza y con cierto aire de despotismo bien entendido y aquí mi memoria me trajo a Loquillo precisamente por esa rotundidad.

Canciones bien construidas, "sin dramas ni lamentos", "momento perfecto" o "dos días de tregua" llevan inherente su mensaje y su historia vital con lírica plasticidad y envuelta en una buena producción donde se nota la mano de Paco Loco.

"Imperfectos" es un disco que además de buen gusto trae aires de presagiar buenas continuaciones, de involucrarnos aún más con su presentación sobre los escenarios y con quedarnos con el nombre de Manolo Tarancón en nuestra imperfecta memoria musical.