Cada disco de Maleso me reafirmo en la idea de que con naturalidad y en primera persona se pueden facturar canciones como las que figuran en este disco que desprenden ingenio aplicado a lo cotidiano.
Porque tras una ruptura o decepción nos puede llegar la inspiración más inmediata como ocurre en «la peor canción del mundo» donde acertadamente se incluyen coros femeninos o cómo de grande puede ser una cama de 135 cuando caben entre dos personas todas las comparaciones posibles (incluídas el escote de Ava Gadner o la frente de Calamardo).
Música ligera en 300 abogados de temática judicial para desembocar en el country con que el que tanto identifico a Maleso llamado ¿dónde está el amor?
Para paladares exquisitos mi preferida, Casita de madera , con un acompañamiento sencillo pero preciosista de una guitarra que viste con lo imprescindible una letra intimista y preciosista. En Tren, tren , el protagonismo se comparte con un buen teclado para volver a la guitarra templada con música de carrusel en El amor a los 15 años que explora ese sentimiento único y que nos lleva al cierre del disco con la interesantísima Adiós para siempre, nos vemos mañana donde nos cuenta un amor que debe reinventarse y no abandonarse a la monotonía. Casi nada o tal vez el secreto de todo lo que funciona.