Antes de escucharlo sabía que era un artista o cantautor en auge, tras oir el disco comprendí el porqué. Luis Ramiro tiene gran habilidad en contar historias pero no sólo narrarlas sino darle un toque ligeramente interpretativo que las dota de cierto y necesario sentimiento.
Podríamos contar que la producción es sobresaliente teniendo en cuenta además que tras ella se encuentran Pancho Varona, José A. Romero y García De Diego, o lo que es lo mismo, los músicos y productores de Sabina. Quizás encontremos alguna letra "sabinera" como "te quiero y te odio" o algún guiño como "Mayo 2002" que recuerda en algo a "y nos dieron las 10" pero fundamentalmente Luis Ramiro es un contador de historias y esencialmente de historias de amor.
Su estilo quizás se acerque más a Quique González o a Chema Vargas pero sin duda en "Dramas y Caballeros" encontramos un toque post-adolescente. Luis Ramiro refleja el amor con un toque de locura y despreocupación como si fuera un pretérito pero un pretérito reciente porque los recuerdos siguen vivos.
"La distancia" (con simpática referencia a Willy Fog incluída) o "Romper" son grandes temas que abren el disco y con los que voy comprendiendo los llenos absolutos y la legión de fan que ha conseguido en los bares y salas de Madrid.
Luis Ramiro necesita contar historias con sencillez pero con texto, la canción está al servicio de la historia. "Relocos y recuerdos" quizás es la más representativa de esto último, además de mi preferida. Ahora comprendo muchas cosas y están aclarados los porqués, las respuestas en "Dramas y Caballeros".