El tercer disco de este músico argentino afincado en Barcelona es un ejercicio de pop argentino, siguiendo la estela de Coti o Calamaro, aderezado con ritmos africanos, latinos y europeos.

El disco en conjunto es irregular, con piezas muy logradas pero con otras que no aguantan el tipo, planas y poco originales. También hay que señalar el tono positivo de las letras, como en el tema “Me encuentro tan bien hoy”, una canción muy animada, con toques reggae, y un estribillo logrado.

“Ahora” es un tema que remite a la elegancia del pop inglés, a grupos como Coldplay, en el que el piano y el bajo destacan en la instrumentación, aportando intensidad al tema. “De Barcelona a Mataró” es un cambio de tercio sonoro que nos remite a Latinoamérica, a músicos como Carlos Vives, y que engancha mucho con la temática de la canción, centrada en la inmigración. Uno de los momentos dulces del disco es la canción que Masciano comparte con Shuarma – ex-vocalista de los Elefantes- titulada “El amor viaja en 1ª”, en la que las voces de ambos se empastan a la perfección dentro de una melodía tranquila con toques jazzísticos.

Pero sin duda los temas más impactantes del disco son “Bob Chao” y “Si ya lo dijo Andrés”. No es gratuito que Masciano dedique canciones a Bob Marley, Manu Chao y Andrés Calamaro, ya que el legado de los tres está muy presente en el disco. El primer tema, cercano a Mano Negra, es una letra irónica sobre las bondades de los héroes caídos y su posterior mitificación. El segundo (en mi opinión el mejor corte del disco) es una letra escrita a partir de canciones de Andrés, perfectamente enlazados unos con otros, y que nos hace pensar en esas canciones que escuchamos y que expresan exactamente lo que uno siente en un momento determinado.   

 En resumen, un disco de escucha fácil y con alguna sorpresa agradable, a la espera de obras más completas por parte de Masciano.