El particular “Shoegazing” de los instrumentos y la inmovilidad de Ariadna, la vocalista, inalterable durante la hora y media de directo. Inmutable. Hombros rectos, pies juntos y una voz que, por inercia, provoca más que agitación.
“Una montaña es una montaña” el último trabajo del grupo que iba a presentar, no obstante, un clásico “Por el vicio” fue el punto de partida del espectáculo. Espectáculo con perfecta ambientación. Un intachable juego de luces y humo crearon la atmósfera perfecta que concluyó con “Tus amigos”.
Autenticidad sin ataduras evitando el pecado del “bis”. Un aplauso a la naturalidad y la diferencia. Apariencia y estilo inimitable. Pop independiente con letras mayúsculas. De los que ya no quedan. Y se agradece. Más fotografías: http://www.flickr.com/photos/iamladycroissant/sets/72157632909923820/