Llegó el día. Las redes sociales lo anunciaban desde hacía meses y es que los Hombres G volvían a Sevilla con su gira “30 años y un día”. El tiempo nos mantuvo en vilo hasta el último momento, para qué negarlo, estábamos ansiosos por escucharlos, pero las tormentas del día nos hacían pensar, pero como dijo David Summers al llegar “hemos conseguido hablar con Dios y le hemos pedido que pare de llover”, así que dicho y hecho, a las ocho de la tarde, la tormenta cesó y pudimos disfrutar de esos ídolos de adolescentes de los 80 y 90 que vinieron a llenar el Auditorio Rocío Jurado a saltar, cantar y bailar.
Poco más allá de las diez, Javi Molina se acercaba al micrófono principal del escenario para entonar, ante un público más que entregado, ese “io sono il capone della mafia” que da comienzo a Venezia y con el que el respetable se volcó para seguirle hasta casi apagar su voz, sobre todo cuando el resto de integrantes de la banda pusieron el primer pie sobre el escenario. Nos quedó claro que nunca fueron los guapos del barrio pero El ataque de las chicas cocodrilo arrancó gritos de todo tipo hacia David y los suyos. Continuaron con Depende de ti para declararnos amor con Si no te tengo a ti y nos dijo Un par de palabras que nos dejaron imágenes en la retina de un Auditorio lleno de luces de móvil inmortalizando el momento.
Como una oración cantamos al unísono que ni la música ni el tiempo nos puede separar, que pasarán los años y seguiremos mirándonos porque 30 años y un día dan para que Dos imanes siga siendo recordada por muchos años. Recordamos ese Por una vez y gritamos y bailamos un Me siento bien que seguramente acabó con el estrés de más de uno y nos dejó un sabor de boca positivo para poder perder la vergüenza con Dejad que las niñas se acerquen a mí, que dedicó a todas las chicas de Sevilla y preguntarnos ¿Qué soy yo para ti?, en la que más de una se derritió y alguno tarareaba como el que no quería la cosa…
A continuación daban paso a una de sus canciones más roqueras, Esta es tu vida y luego gritamos a los cuatro vientos un Te necesito que sonó de lo más sincero. Pasamos a un Te quiero de lo más emotivo, en el que David declaró que tiene gran aprecio a la ciudad de Sevilla, porque su padre era de aquí y su madre aún reside en la ciudad, es más, hasta vino a verlos actuar. Tras una lenta, llegó el turno a ese imbécil del sombrero que todos conocemos tan bien, y es que Indiana es uno de sus hits más conocidos, aunque para qué negarlo, el concierto estuvo lleno de temas de esos que has canturreado en alguna ocasión.
Con Nassau y Suéltate el pelo llegábamos a uno de esos momentos que todos esperábamos, con sujetador directo al escenario incluido… Nos vinimos arriba con Visite nuestro bar y llegábamos a la petición de bises con el gran tema de Marta tiene un marcapasos. Tras unos minutos, Javi se acercaba de nuevo al micrófono para cantarnos ese emotivo No te puedo besar y dar paso a Hace un año, en el que ya estaba la banda al completo sobre el escenario. Con Lo noto y Temblando cerraban ese primer bis que, como no podía ser de otra forma daba pie a un segundo pase porque faltaban temas como No te escaparás, Devuélveme a mi chica o Voy a pasármelo bien, con los que cerraban la noche entre jerseys amarillos y de rayas, muy buen ambiente y un sonido casi como el de antes que nos hicieron pedirles que sigan haciendo giras por lo menos otros 30 años más.