Esta banda galesa de curioso nombre supone una inyeción fresca, adolescente, espontánea de punk-rock desde la primera hasta la última canción del disco.
La primera escucha del disco me pareció algo caótico, ruidoso y sin pillarle mucho el gusto, lo reconozco. Según repetí una y otra vez y según fui indagando su biografía "Los Campesinos!" me fueron pareciendo esa banda sin prejuicios con letras descaradas y frases no estereotipadas. Musicalmente nos ofrecen multitud de teclados así como otros instrumentos como violines ("My year in lists") o xilófonos (bonus track)
La banda la forman 4 chicos y 3 chicas y a la intensidad de las guitarras hay que sumar unos coros constantes, a veces chillados, pero que contribuyen a acentuar dicha intensidad.
La carátula y el interior de la misma figuran ilustraciones de corte infantil ahondando aún más en ese carácter espontáneo y fresco que citamos como caraterística del grupo.
Canciones llenas de entusiasmo y energía, letras irreflexivas, adolescentes, para atraerte a una espiral donde todo va muy deprisa, sobretodo el tiempo.