Tras compartir proyectos musicales con los Trogloditas se abre una nueva etapa en la dilatada carrera musical de Loquillo con Balmoral. Estamos sin duda ante uno de los mejores discos del año, sorprendente a la vez que aglutina las señas de identidad del artista exhibidas al compás que Jaime Stinus (guitarra y responsable en gran medida del sonido del disco) marca.

Balmoral el título del disco que a su vez es título de dos canciones homenajea a un local madrileño y es el punto de partida y a la vez final de un trabajo que presenta grandísimas canciones donde intervienen nombres propios como Jaime Urrutia, Sabino Méndez, Carlos Segarra entre otros. Desde la canción de autor con referentes de la música francesa, el rock clásico de los 50 o 60, como guiños fantásticos a los 80 ("Línea clara"), el disco es completísimo y Loquillo brilla a alto nivel con canciones como "Memoria de jóvenes airados" o "Hermanos de sangre" que bien pudieran estar entre los mejores y ya míticos  éxitos de su carrera.

Mención especial requiere "Cruzando el paraíso" cantado a dúo con Johnny Hallyday con letra, melodía e interpretación espectaculares.

Y si faltaba algo, una grata sorpresa, "Sol" donde Loquillo se atreve con un registro de canción disco, pegadiza y con gran proyección para el directo.

Por todo ello Balmoral no pasa desapercibido, rebosa calidad en todos los cortes y supone un increíble salto de calidad para que Loquillo, sus canciones, su música, estén hoy por hoy en la consideración que se merece este superviviente de los 80 que impregna cada trabajo con su filosofía. Un auténtico discazo.