Nos dirigimos a La Residencia, un centro social autogestionado a las afueras de Valencia para hacer acto de presencia en el concierto que Looking For An Answer iba a dar en este local. Junto a ellos, dos bandas locales que se mueven en las mismas tesituras: brutalidad y Grindcore.
A las once de la noche y en la escueta sala de conciertos de este centro se subieron al escenario (metafóricamente hablando porque el escenario estaba prácticamente a la misma altura que el suelo) El Hambre. Un quinteto cruento y gutural encantado de dar tralla.
Álex a las voces, Topocho y Huevo en las guitarras, Navarro en el bajo y Raúl a la batería. Todos muy compenetrados y dispuestos a hacer estallar oídos a base de su música extrema. Grindcore de factura directa y cruda, sin muchos alardes melódicos ni nada de eso.
Los cortes fueron: “La incursión de los perritos…”, “Larga vida a los muertos…”, “Atropéllame señor con las…”, “Viva la muerte”, “Corta larga”, “Fuck my ass”, “Freestyle”, “Apocalypse gonadal”, “Confundes bien con mal”, “Desmembrado”, “Matando cadáveres muertos”, “Iron Steel”, “En tu casa o en mi coche” e incluso una cover de Napalm Death. E hicieron que el rato que estuvieron tocando no hubiese respiro de brutalidad. Un total de 14 temas en unos 35 minutos que, como supondréis, sí fueron sumamente intensos a base del sonido que descarnaban de los instrumentos, fulgurante, con mucha distorsión y la voz bronca de Álex.
El puñado de aficionados reunidos parecieron encantados con la muestra de Metal Extremo ofrecida por la banda y creo que todos pasamos un buen rato con un grupo sin mayores pretensiones que la fuerza y la diversión.
Y pasado un rato después de El Hambre, llegó el turno para Tempesta. Otra banda valenciana con una propuesta más próxima al Thrash Punk, aunque también con un estilo muy bruto y extremo. Un trío que se marcaron otros 35 minutos a base de temas como “Plora”, “Cendres i sang”, “Hang’em high”, “Els boscos de la mort”, “Sleep with the fishes”, “Esmolant destrals” o “Ulls grapats”.
Música muy potente pero en un registro algo más accesible que la de los previos El Hambre. Esto se apreciaba en los cambios de ritmo y el tránsito entre géneros que imperó en su concierto. Incluso salvando algunos inconvenientes que se tradujeron en un par de roturas de cuerdas de la guitarra y algún problema con el ampli.
Los parones enfriaron un tanto el show, que no el ambiente porque el vocalista-bajista empezó a despojarse de ropa para combatir el calor y, ya de paso, lucir tatuajes. Por cierto, el batería cumplía años, y se ganó el consabido “cumpleaños feliz” que contrastaba totalmente con la agresividad de todas las demás canciones de la noche.
Y para terminar, los madrileños Looking For An Answer. Una banda consagrada y bastante conocida en el panorama underground nacional. Formada por Félix y Makoko como guitarristas, Ramón al bajo, Moya en la batería e Iñaki a las voces.
Con una larga trayectoria y bastantes discos (en solitario o splits) a cuestas, aunque esta noche tenían ganas de presentarnos su último disco “Eterno Treblinka”. Así lo manifestaron desde primer momento cuando, todos dispuestos en sus posiciones del escenario, nos comentaron que se marcarían este último Lp de “pé a pá” y en el orden de grabación.
Así fue, en ternas de tres cortes seguidos cada una, entre las cuales paraban unos instantes para recuperar el resuello.
Para quienes no conozcan a L.F.A.A., decirles que se trata de una banda que ronda el Death y el Grindcore y, sobre todo, que vayan a verlos tocar porque es un grupo de directo. De directo y en local pequeño, diría yo, donde se produce un feeling especial con el público y donde la energía de su música se transmite mucho más directamente. Esto exactamente es lo que ocurrió en esta ocasión, con un feedback por parte de la concurrencia que se tornaba en unos constantes mosh-pits que abarcaban casi la totalidad de la sala.
Música atronadora, potente, muy trabajada… acojonante! Y acompañada por la gran voz de Iñaki que se mantuvo al máximo nivel en todo momento a pesar de las exigencias del estilo. Iñaki que, además, compagina sus labores en esta formación con otro tanto en Machetazo, Dishammer y Moho (aunque estas dos últimas bandas parecen que acaban de disolverse).
En esta banda, como en tantas otras buenas dentro del estilo, sorprende el nivel de compenetración y precisión a la hora de tocar, por parte de los músicos. Más allá de la obligada y necesaria brutalidad intrínseca al género, la técnica trabajada sobresale a la hora de poner la oreja por parte de quien busca disfrutar la música.
Así, como digo, se fueron dejando caer con cortes de “Eterno Treblinka” hasta completar los 17 que lo componen: “Nacer, consumir, morir”, “Campo de exterminio”, “Guerra total”, “Tapias de cementerio”, “La peste roja”, “Revelación”, “Ecoterror”, “No compasión”, “Plaga humana”, “Terror carnívoro”, “Cristianislam”, “Supremacía ética”, “Cheerleaders para el armagedon”, “Running through the blood”, “Esclavos”, “Estandarte de huesos”, “Holocausto diario”.
Un total de unos 40 minutos para deleite de los citados. Tanto que no quisieron que el grupo se fuese tan pronto y prácticamente se vieron obligados a continuar ofreciendo música por un rato más.
Y es que, tras unos pequeños instantes de deliberación, el grupo se volvió a colgar los instrumentos para marcarse uno tras otro, las canciones de su parte del split que compartieron con los Ratos de Porao (A saber: “Tumor”, “No dioses, no posers”, “Embestida”, “Subsuelo”, “Bombas para la paz”, “Seven cunts into god’s throat”, “Rito de muerte” y “Paranoia nuclear”). Todas ellas para sumar dos discos completos en su concierto de esta noche.
Ahí pararon, con más de una hora de Death y Grind, que no es moco de pavo. Una intensidad que se mantuvo en toda la sala y que pasaba factura a la hora de respirar y transpirar, que podríamos decir. Mucho calor y mucho cansancio, sobre todo por parte del grupo. Pero aún así y con los instrumentos medio recogidos se vieron prácticamente coaccionados a seguir. Un público aún ávido convenció a la banda y esta retomó su discografía para rematar la noche con tres temas de su disco “Extinción”. Enorme final, sin duda.
Así pues, con hora y cuarto a sus espaldas, ahora sí se dio por zanjado su tiempo saliendo todo el personal a recuperar aliento fuera de la sala. Pero eso sí, con unas magníficas sensaciones en el cuerpo por el gran show ofrecido por L.F.A.A. en una noche en que lo dieron todo… como siempre.
Nos vemos en la próxima.
Salud!