Incansables consumidores de música en directo y con un magnífico sabor de boca de la jornada anterior nos adentrábamos a vivir la jornada sabatina del Festival Territorios.

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Marina Gallardo nos dio la bienvenida con un directo pausado y natural y que fue creciendo en público a medida que iba desarrollándose. A escasos metros Guadalupe Plata causaban admiración a ritmo de blues-rock que ya arrancó los primeros movimientos de pies descontrolados.

Los de Úbeda practican un estilo efectivo que no efectista, en gran parte sustentado por el virtuosismo de Pedro, su guitarra y vocalista y una estampa genuina sobre el escenario a veces rota por las partes vocales de los temas como ocurre en Gatito. 

Mientras los chicos de Supersubmarina acaparaban a la mayoría de público y en especial a los de más corta edad, preferimos apostar por a quien nuestro juicio fue una de las grandes sorpresas del Festival, Mano de Dios. La banda es en sí la propia definición de fusión, tanto en sus componentes como, por supuesto, en la música. Ritmos esencialmente latinos, como la ruma o el gypsie, se conjugan con letras que invitan al baile en lo que fue un concierto impecable y toda una sorpresa para quienes desconocíamos las buenas prestaciones del grupo.

Pájaro podría haber sido la sorpresa igualmente salvo porque ya lo conocíamos. Hicieron buenas todas las críticas que ha recibido su trabajo Santa Leone en un concierto donde no sólo brilló él, Andrés Herrera, sino la magnífica banda de la que se ha rodeado con Raúl Fernández y Pepe Frías, entre otros. Una actuación en la que poner en solfa al rockandaluz en un compendio de guitarras, teclados y sección de viento a gran altura. No faltó el merecido recuerdo a Silvio ni muchas dosis de swing que en temas como Perchè alcanzó el sobresaliente.

Alpha Blondy puso el toque reggae del festival, el cantante costa marfileño rodeado de una espléndida banda dió un recital delicioso que congregó a no pocos asistentes. Territorios un festival que siempre ha apostado por el Afro beat y el Reggae no se olvidó de programar alguna representación de estos sonidos, aunque en esta edición Alpha Blondy fue el único. Esperemos que en la siguiente edición aumente la oferta de estos estilos a nivel de años anteriores.

Ante el concierto de Iggy & The Stooges  se apiñaban tanto convencidos como curiosos en conocer uno de los grandes y controvertidos nombres del rock mundial. Tan controvertido como para pedir una televisión para ver la final de la Champions League a la organización y tan grande como para disipar toda duda con un arranque tan demoledor que el Festival parecía venirse abajo. Los sesenteros Iggy & The Stooges hicieron todo lo posible por provocar, agitar y hacer de la indiferencia un invitado non grato al espectáculo que vivimos.

Al ya habitual número de subir al escenario a parte del público, que, eso sí, fue en esta ocasion, bastante más controlado y comedido que en otras ocasiones, y de contorsionarse al más puro estilo Iggy, hay que sumar una rotundidad rockera fuera de toda duda, sirva No fun de claro ejemplo, entre idas y venidas de un micrófono que no paró quieto en toda la actuación. Inconmensurable y un privilegio disfrutarlo en esta edición del Festival a veces criticado precisamente por eso, la falta de grandes nombre y de rock. Pues con Iggy, dos en uno.

Y en el escenario contiguo Lori Meyers pretendían dar réplica a su vecino, programados a prácticamente la misma hora. Los de Loja tienen en sus directos una buena fórmula tanto en repertorio como en ejecución aunque quizás bastante explotada (material nuevo urge)  Lo que esperábamos encontrar lo encontramos: nos sigue emocionando escuchar los grandes temas antiguos como Viaje de estudios o El Dilema y sabemos que Luces de Neón, Mi realidad y Alta Fidelidad nos pondrá a bailar como locos. Hasta ahí bien.Recordar Todo es color de Triana mejora la nota y hasta interpretar junto a Supersubmarina Tokyo ya no nos quiere añade ese carácter diferenciador al que antes me referí.

Sin embargo el final, con un Noni Meyers ¿emulando a Iggy? descamisándose y a más revoluciones de lo habitual acaparó en exceso un protagonismo en detrimento del resto de la banda y que pareció, al menos en mi opinión, fuera de lugar y quizás una consecuencia natural del éxito, desde luego merecido.

Más natural nos parecían los movimientos en bermudas del vocalista de !!! y su juego de voces que acompañana a bases electrónicas bailables. Una propuesta más que interesante y sobretodo divertida con la que fuimos dejando a cada movimiento un poquito más de energía.

La nota de Hip Hop la pusieron Los Aldeanos, trayéndonos sus rimas desde Cuba. Los Aldeanos invitaron al escenario a Juaninacka que a principios de la tarde ya había abierto el escenario Territorios con su actuación.

Pero necesitábamos algo de Maga esa noche. Escuchar la voz de Miguel Rivera en los jardines del Monasterio en Hoy diciéndonos quién es el rey del mundo o huyendo de puntillas de la ciudad en Silencio. Un poquito de paz y contemplación porque lo quedaba, Buraka Som Sistema, The Orb y The Zombie Kids no se le parecería, ni de lejos. Unos tristes The Orb que se quedaron sin público que se repartió entre Burakas Y Zombies.

Con todo lo vivido en estos días, con todo lo disfrutado, sólo cabe sentir añoranza y deseo que el año que viene contemos una nueva edicion del Festival Territorios que, al menos, sea como esta ya concluída. ¡Hasta la próxima!

Fotografías: Alberto Ferraris.