Tras un disco de debut realmente sorprendente como lo fue "Al Carrer" llega el momento de apuntalar ese estilo aunando rumba, fiesta y energía positiva sazonándola cada vez con más ingredientes ya sean instrumentales (la banda ha ido creciendo desde sus orígenes) bien con la fusión con otros estilos como la música brasileira o el ska.
Y así llega un esperado segundo disco de "La pegatina" llamado "Vía mandarina" que, en mi particular opinión, les va a otorgar una lanzadera perfecta para que su directo no sólo se quede en Cataluña sino que siga atravesando fronteras como por ejemplo lo han hecho ya en Francia. Y es que la rumba en Barcelona parece ser una fuente inagotable para grupos que además aplican a la perfección su intrínseca filosofía.
Las canciones de "Vía mandarina" son optimistas y divertidas alternando letras en castellano, catalán y alguna incluso en brasileño como "Minha Rua" coproducida con la Casa de Cultura Tainä de Campinas (Brasil). Hay colaboraciones ilustres como la de Antonio Arco (El puchero del hortelano) en la social "Sun Bay" o de "La Canija" y Dani Felices (D´Callaos) en una de mis favoritas del disco, "Alosque" además de la influencia manifiesta de Manu Chao.
También hay lugar para adpataciones como en "qué bonito es el amor" de Chico Ocaña en un disco donde igual descubres una bonita y reflexiva frase y te deleitas con una trompeta o contrabajo y poco después estás sometido al ritmo del cajón flamenco y singtiendo ganas de bailar, de moverte de saltar ya sea en casa, en la calle o, ¿por qué no? en la vía mandarina.