La noche del 23 de junio es la noche más corta del año y, dicen, la más mágica, en la que puedes pedir deseos e, incluso, algunos se pueden cumplir. Para los que estuvimos en Sevilla en frente de la Catedral esa noche sí fue una noche mágica, sí nos fue corta y sí se cumplieron algunos de nuestros deseos.
Virginia Labuat llegaba sobre las 19h para hacer la prueba de sonido. Siempre repite en horarios. Después, con la compañía de Tex Carmet, Chema y Cristina (los músicos de la noche, amigos de toda la vida de la cantante) eligió cuál sería el repertorio del concierto que acontecía. Como siempre mezclando versiones y temas propios.
El concierto se retrasó debido al partido de España que se celebraba en la misma tarde noche. Dio comienzo a las 23h. Virginia comenzó, sola con su guitarra, con Why, un tema que compuso como BSO del corto Muñecas. Continuó con I’m sorry, una versión a la que guarda mucho cariño. Siempre se ha considerado gran fan de Brenda Lee. Siguió con Run to you, tema que abre su disco, y fue entonces cuando llamó al escenario a su amiga Cristina (melódica), que la acompañó en temas como Hoy por ti, o From me to you. Continuó en solitario con Ain’t that love, pero requirió la compañía de Tex Carmet y Chema (guitarras y Slider), con los que comenzó a tocar 107 veces y The biggest love, dos grandes temas de la cantautora que su público bien conoce. Llegó al ecuador del concierto con Cry to me, una versión la cual hacía tiempo que no tocaba en sus conciertos (quizás un par de años), y que gustó muchísimo, como siempre.
(Video: Fedenieko)
Under my skin, I call your name y Por una vez fueron algunos de los temas propios que continuó tocando, de este último realizó una versión muy diferente a la que estamos acostumbrados a escuchar. Antes de un descansito versionó Temptation y Love me like a man, y tras él, se despidió con sus dos primeros singles, Circus y The time is now.
(Video: Fedenieko)
Pero el público pedía de nuevo otro tema, y los músicos y Virginia improvisaron Baby, what do you want me to do?
(Video: Fedenieko)
Virginia está acostumbrada a atender a todos sus fans tras los conciertos. Si es necesario se queda horas y horas echándose fotos con ellos y firmándoles el disco o algunas fotos. En esta ocasión, Virginia atendió a sus seguidores hasta las 2:30h am.
Una vez más, Virginia se metió en el bolsillo a multitud de caras nuevas que estuvieron presentes en la azotea sevillana en frente de la Catedral de la capital andaluza. Una noche agradable, corta y mágica que no se volverá a repetir jamás, pues Vicky es capaz de hacer de cada momento, inolvidable; de cada concierto, único; y de cada noche, un sueño hecho realidad.
Tweet