Y no fue feroz por el exceso de euforia, que también la hubo dosificada, sino porque las melodías que regalaron los temas de su último disco, Blue Jeans, inundaron con pinceladas el escenario con melodías procedentes de la selva brasileña de Trancoso, donde se ha gestado este nuevo trabajo. Unos arreglos que ya habían aparecido en las anteriores composiciones del zaragozano, pero que ahora se acentúan sin despistar la esencia de la música del compositor.

Y así, sin desmesura y echando en falta instrumentos creadores de ritmos tropicales, interpretó canciones arrebatadoras como ‘Female Eunuque’, ‘The reno poem’ o el que sin duda es uno de los mejores cortes de este Blue Jeans, ‘Find a romance’.

         Sin embargo, fue el habitual talante folk y transgresor de la banda el que reinó en una actuación que apenas rozó la hora y media de duración. Folk que, en ocasiones, dio paso a susurros de pop y country. Borja Laudo interpretó canciones que, meritoriamente, conforman su laureada trayectoria musical.  No podía faltar la inmensa ‘Cannibal dinner’ o ‘Le petit Martien’ (The Original Soundtrack, 2011); tampoco las referencias a This is The Beginning of a Beautiful Friendship (2010), con ‘Cool single wedding’ o ‘Dead mum walking’, que desembocó en un auténtico sonido de ópera rock. Otras, como ‘Algora campeón’ y ‘Little octopussy’, recordaron los alabados Fin (2009) y What a lovely day today (2008).

         Un repertorio de canciones cortas e inteligentes que permitió disfrutar de un variado repertorio de ese folk excéntrico que tantas glorias le ha otorgado al zaragozano al conformarle un carácter con uno de los estilos más inconfundibles y relevantes del panorama nacional. Notable arranque para el agosto de Nocturama con el espíritu de Bigott.