Echo and the bunnymen, Maga, Violent Femmes y Mogwai cerraban el décimo festival Territorios. 

Último día del Territorios y desde que me asomo pro la entrada aprecio una mayor asitencia de público. A modo de saludo me reciben Echo and the Bunnymen, precursores ingleses del rock alternativo que posteriormente desarrollaron grupos como Oasis o Blur con el consabido éxito. Suenan elegantes, con buen planteamiento en el escenario aunque el sonido es flojo y van dando forma a las canciones, algunas de ellos auténticos hits como el "Seven Seas" pero sin llegar a romper la actuación en ningún momento aunque dejando pinceladas de sus posibilidades en otra ocasión más propicia.

Y representando a la música sevillana esa noche, Maga, capaces de envolvernos en su universo aunque hasta ahora no había sido profetas en su tierra. Y desde aquel concierto que presencié en la sala Q hasta el os narro han cambiado cosas en Maga. Le han dado un aire muchísimo más rockero al grupo, a las canciones, suenan más dinámicas y con fuerza. Personalmente valoro muy positivamente este cambio que me permitió disfrutar de un estupendo concierto. Sonoramente la voz de Miguel susurraba a nuestros corazones llevándonos la emoción y poesía de esas letras tan particulares con las que nos llevan a un mundo sensorial, el mundo Maga.

Y así abren el concierto con "Astrolabios" y prosiguen con la canción que abre su tercer y último disco "Al dictado". Están contentos de estar esta noche con nosotros, en su ciudad, y Miguel más rockero que nunca se entona con la guitarra regalándonos finales de canción más rockeros que nunca. Javier, al bajo, impone su ley con las cuerdas y David a la batería responsable directo que las canciones suenen más rítmicas sin perder un ápice de melodía que en los teclados va marcando César.

A Coppini, de Golpes Bajos, colaborador habitual y amigo de la banda, le dedican "trampa en la boca"pero logran una mayor complicidad con el público cuando interpretan "Agosto esquimal" que es coreada y muy celebrada.

Para finalizar, una de mis preferidas, "Pasó el cometa", y posteriormente un bis con una de sus primeras canciones, "Una piel de Astracán" poniendo fin a una sesión más rockera de lo que imaginaba y que tardaré en olvidar.

Con esa complacencia de los cinco sentidos experimentada recientemente, la gran sorpresa de la noche, Violent Femmes. Un grupo muy difícil de encasillar por su enorme versatilidad. Se mueven como pez en el agua en el folk pero con cosntantes guió a otros géneros como el rock o el blues haciendo gala en todo momento de un gran sentido del humor y de la fiesta que contagiaron pronto al respetable. Sorprendentes con los instrumentos, un saxo envolviendo las canciones con mimo, un cajón, violín, xilófono en un continuo juego de estilos, desde el hard rock al country pero con fuerza  en el escenario que a pesar de su veteranía fueron para mi la auténtica revelación del festival.

Y de la buena sorpresa a una pequeña decepción, con matices. Quizás por el planteamiento del cartel, para cerrar Territorios en el escenario principal hubiera sido más adecuado recoger la energía de grupos como Maga o Violent para romper a bailar y disfrutar a las ya altas horas de la madrugada. Pero no ocurrió así, por nombre y calidad Mogwai se merece sitios de privilegio hallá donde toque porque en honor a la verdad crearon una atmósfera instrumental llena de sensibilidad, con un poder y control sobre las melodías que podían llevarte sin salir de allí a un mundo sensorial tan cambiante como atractivo. Por técnica y propuesta no me cabe duda que nadie ejecuta el post-rock como ellos aunque aquella noche se dio el paradigma de ver en las primeras filas gente literalmente llorando emocionados y atrapados por los temas de los escoceces y por otro lado gente que se marchaba ajena a lo que desde el escenario estaba ocurriendo. Pa gustos, los colores. 

Fotografías: Mª Carmen Mendoza