Algún día, en alguna charla alguien contará cosas sobre el Monkey Week como si de una leyenda se tratara. Buscarán crónicas como esta para entender un Festival como este que precisamente trasciende lo puramente musical para convertirse en una experiencia global por las calles del Puerto de Santa María. Mucha culpa de esto, de ese boca a boca imparable que ha culminado con el «todo vendido» de esta edición, lo tiene lo que tradicionalmente se ha llamado «el ambiente» en que también incluímos ese constante encuentro de «monetes» que edición tras edición celebramos conocernos y compartir esta adoración por el ahora Monkey Weekend.
Pero hablemos también de música. Esta edición musiqueamos inicialmente con el sonido que Javier Díez-Ena exprime con destreza y dominio del Theremin desde el interior de un garaje como original escenario. Y desde el mismo lugar una de las revelaciones de la anterior edición, el dúo jerezano Space Surimi, nos sacaba más de una sonrisa a ritmo de su rap ácido y descarado.
Con el brillo de la tarde a orillas del río Guadalete nos esperaba la juventud de María Yfeu que con estilo y voz muy rica en matices nos envolvió en un delicado soul. Tras la obligada subida a la escalera de caracol del Bar Santa María nos aguardaba el show punk de Amparito contundente y enérgico desde esa terraza, también legendaria.
El pop reclamaba su cuota de protagonismo con Detergente Líquido en la Plaza Alfonso X el Sabio. Fue la oportunidad de conocer cómo se desenvuelven con su nueva vocalista y comprobar que la esencia melódica continúa en los registros habituales mientras van sumando nuevos hits disco tras disco en esa mezcla de frescura y naturalidad que les confiere una personalidad genuina.
En nuestro ecléctico recorrido nos citamos con los ritmos afro-latinos de Candeleros en la Sala Milwaukee llena a rebosar antes del karaoke callejero (también con visos de que se convierta en un clásico) que protagonizan Los Jaguares de la Bahía como banda base mientras el público toma el micrófono en temas como Enamorado de la moda juvenil o Cien Gaviotas, entre otras.
El comienzo no especialmente prometedor de Joe Crepúsculo hizo desfilar a muchos monetes a las puertas del homenaje al disco La Leyenda del tiempo de Camarón que cumplía 40 años y que se había anunciado con letras doradas en el cartel de esta edición. Sobre el ambiente y los corrillos pesaba el homenaje perpretado hace unos años atrás en otro Festival con Triana. Sin embargo esta vez el resultado fue muy diferente. Con tres bandas base (DMBK, Bronquio y Napoleon Solo) y un buen puñado de artistas que pusieron talento, cariño y respeto en el homenaje a alguien tan inigualable como Camarón lo cierto es que se vivieron momentos realmente emotivos y de alto nivel musical. Contrapuntos en flamenco (Rocío Márquez, Soleá Morente) y en rock psicodélico para encontrar picos realmente especiales como la intervención de Antonio Arias en La Leyenda del tiempo (jaleos) y el final comandado por Lorena Álvarez en la popular Volando Voy.
Y así, edición tras edición, el otrora Monkey Week y ahora Monkey Weekend sigue agrandando su leyenda porque música, diversión y Puerto de Santa María con sus bares, su gente y sus calles así quieren que sea.
FOTOGRAFÍAS: IRENE GARCÍA MEDINA