El 15 de septiembre llegaba a Sevilla Raphael y lo hacía con una actuación estelar, ante más de 7000 personas y en un escenario inigualable, la Real Plaza de Toros de la Maestranza, enclave que ha acogido el magnífico festival “Noches de la maestranza”, una propuesta cultural a la altura de una ciudad como Sevilla, con actuaciones de los mejores artistas del panorama nacional e internacional, no pudiendo faltar en el cartel el gran genio de Linares, Raphael.
A las 21.30 horas, respetando el horario programado, aparecía sobre el escenario Rafael Martos Sánchez, más conocido artísticamente como “Raphael”, vestido absolutamente de negro, mientras la banda comenzaba a sonar y el público vibraba y premiaba la llegada de “Raphael” con la primera ovación de las innumerables que sonarían durante el recital.
El concierto, que se encuentra dentro de su “Gira Victoria”, con la que cual el incombustible Raphael está celebrando sus seis décadas de trayectoria en la música, mediante la que presenta su último disco, igualmente denominado “Victoria”, escrito y producido por el gran Pablo López, se iba a convertir en una oportunidad única para escuchar algunos de sus nuevos temas, transgresores y potentes, junto a las canciones más importantes de su maravillosa carrera musical.
La gran noche de Raphael en Sevilla comenzaba bajo los sones de temas potentes como “La noche”, “De tanta gente”, incluido en su último disco, “Yo sigo siendo aquel” o “cierro los ojos”, que dejaban patente, desde el primer momento, el estado de plenitud de la leyenda andaluza, todo un icono nacional, quien recibía el amor de sus incondicionales, entregados e ilusionados por disfrutar de una noche mágica, quienes serían premiados por la generosidad y la entrega de un Raphael que subiría el estado de felicidad del público con la interpretación de himnos como “Digan lo que digan” o “Mi gran noche”, tras la cual las más de 7000 personas que poblaban la plaza de toros de la Maestranza, en pie, coreaban el nombre del artista Andaluz. Sin duda, un inicio de concierto que nos hacía vislumbrar que íbamos a vivir un show memorable.
El concierto seguía bajo un ritmo intenso, con un Raphael soberbio y un público animado, fiel y agradecido a la entrega de jienense, quien seguía interpretando grandes temas como “A punto de besarte”, “La canción del trabajo”, “estuve enamorado”, “A que no te vas” o “Amor mío”, los cuales hacía que el púbico se levantase de sus asientos constantemente para ovacionar a un Raphael soberbio y eléctrico.
Más allá de destacar, merecidamente, el recital de Raphael, es inevitable subrayar que además de disfrutarse de un concierto en un lugar emblemático con un artista único y una banda de muchos quilates, el sonido y el juego de luces fue absolutamente sobresaliente, permitiendo el goce absoluto de las personas afortunadas de disfrutar de una gran noche junto a Raphael.
Uno de los momentos más emotivos del concierto llegaba con la presentación, por parte de Raphael, de su último disco, “Victoria”, que ha sido motivo de satisfacción para el artista, quien muy emocionado interpretaba la canción “Lo saben mis zapatos”, perteneciente a Pablo López y que también forma parte del disco “Victoria”. La sentida interpretación de este tema provoco un estallido de aplausos a su finalización, el cual fue respondido con amor por el artista, citando lo especial que es para él estar en una ciudad que quiere tanto como Sevilla.
El concierto avanzaba y Raphael seguía demostrando que la edad no es más que un número. Con una actitud excelsa, mostrando unas condiciones extraordinarias, tanto vocales como físicas, seguía interpretando, sin pausa, una canción tras otra (“Cuando tú no estás”, “La quiero a morir” el extraordinario tema de Francis Cabrel, “La llorona”, “Gracias a la vida” o “Estar enamorado”), con guiños de amor constante del artista a su público, siempre correspondidos por las personas presentes, conocedoras del fabuloso espectáculo que estaban disfrutando.
Bajo vítores constantes hacía Raphael y su gran banda nos acercábamos al final del concierto, para el cual, el artista andaluz tenía guardadas algunas de sus mejores canciones para finalizar de enamorar a su público. Los sones de “En carne viva” o “frente el espejo” provocaban la emoción de cantante y las personas asistentes y daban paso a un falso final, con el abandono de Raphael del escenario, y su regreso segundo después, para cerrar el concierto con las interpretaciones de “que sabe nadie”, “Yo soy aquel”, “Escandalo” que contó con una parte improvisada a ritmo de rap, o la inconfundible “Como yo te amo”, que tantas veces interpretó Raphael con la maravillosa Rocío Jurado. Un final a la altura de una actuación del gran Raphael.
A las 23.25 horas, tras casi dos horas de concierto sin interrupciones, vibrante y pletórico, más de 7000 personas, conformadas por personas de hasta cuatro generaciones, disfrutaron y gozaron del liderazgo y el carisma de un artista irrepetible, único e incombustible, gracias a un recital que forma parte del ciclo de conciertos de “noche de la maestranza” que, en una ubicación mágica, junto al río Guadalquivir y frente al barrio de Triana, ha dotado a Sevilla de un evento cultural inigualable.
Gracias Raphael, te esperamos de vuelta por Sevilla pronto.