La Fuga no llenó la sala. Será cierto esa afirmación rotunda de que en el norte se sigue y apoya más al rock que por el sur. Pero los que estuvimos allí recibimos una descarga musical conveniente y necesaria. Desde jaleo al repaso esperado de su último disco, más de cien amaneceres, donde brillaron especialmente camarote y maldita, actitud, tablas y pegadizos estribillos nos pusieron rápidamente en órbita rockera. Especialmente brillaban compaginando y superponiendo voces dándole más fuerza al tema en cuestión
A los treinta y tantos que contábamos la mayoría nos es relativamente sencillo que alguna o varias canciones y hasta más de 10 frases nos identifiquen. ¿Quién no ha cerrado en alguna ocasión un bar? ¿le has cantado a la luna? ¿has buscado labios en la madrugada que te digan quédate esta noche? ¿has maldecido la luz del sol por despertarte en el mejor de los sueños? ¿sigues esperando que te llame o, traducido en idioma moderno, te mande un whatsapp? Si a alguna de estas preguntas contestas que no…posiblemente algo estés haciendo mal o bien, quién sabe.
Y como era de esperar, aunque el concierto no cayó en intensidad en ningún momento lo mejor quedaba para el finaL. La celebrada versión de Extremoduro, Ama y ensancha el alma, y sus himnos Buscando en la basura y p´aqui, p´allá nos hiceron sudar en esta fría noche y soñar despiertos lo que ya no nos atrevemos a soñar dormidos.