8/4/2011 Sala Mirror, Valencia.
El pasado día 8 de abril se presentaban los Koma en la Sala Mirror de Valencia para hacer entrega de un buen ramillete de las canciones de su discografía a quien quisiera pasarse por allí a oírlas. Todo ello en el marco de la presentación ante el público de su último trabajo “La maldición divina”, que vio la luz hace poco de mano de Maldito Records.
El caso es que hacía más de un año que yo no los veía en directo. Desde el último festival Independencia Rock de El Cuervo de Sevilla (cuya crónica podéis leer aquí).
El caso es que hizo tanto frío en aquella ocasión que el recuerdo que tenía de Koma en directo era de pasarlas canutas con las orejar congeladas… Así que decidí que era hora de cambiar ese recuerdo y me planté en la Mirror.
A las 10 de la noche comenzó a sonar un sampler y parecía que aquello arrancaba. Aparecieron entonces Koma y sin mayores preámbulos arrancó el show.
No contaron en esta ocasión con teloneros, pero no les costó calentar el ambiente de la acogedora sala, máxime cuando se veía que entre los asistentes que colmaban el recinto se contaba un buen número de incondicionales.
“Sin oxígeno” fue la primera y dio comienzo a la puesta de largo de “La maldición divina” en esta noche. Quizás se encontró estática de comienzo a la banda, pero se les intuía con ganas de armar jaleo según avanzara el concierto y fuesen entrando en juego ritmos más rápidos que el de esta primera.
Por ejemplo, el de “Los idiotas”. Con Brigi y Natxo empezando a dar buena caña a las guitarras. Un corte este que empalmaron con el anterior para hacer el tándem de presentación de su último Lp y que encontraron respuesta en un puñado de fans de primera fila que empezaban a bailotear.
Pero el concierto se desató totalmente con “Imagínatelos cagando”, un tema no muy antiguo (“Sinónimo de ofender” 2.004), pero que ya se ha convertido en todo un clásico de Koma. Así lo testimoniaban los asistentes (unos 300…?) coreando el estribillo y dando bastante emoción al corte. A partir de ahí se puede decir que el resto de la actuación vino casi rodada.
La verdad es que a Koma se los veía muy sólidos sobre el escenario, confiados y con muy buen rollo entre ellos y, sobre todo, con el público. En particular, como no podía ser de otra forma, al frontman y cantante, que para eso lo es.
El repaso que Brigi, Natxo, Rafa y Juankar se marcaron de su propio repertorio nos hizo presentes todos los discos de lo que va siendo una extensa discografía. De “Sakeo”, por ejemplo, se pudo escuchar la siguiente “Jipis”. Con Juankar marcando fuerte el ritmo y el sonido pesado, en particular en el solo de guitarra. No obstante, es una canción bastante divertida y que suele funcionar muy bien para los directos. Y esta vez no fue una excepción.
Con apenas un cuarto del concierto hecho, ya daba la sensación de una buena noche de música. El grupo estaba tocando muy bien y no se perdía el feeling con la gente. Así lo debió ver también Brigi cuando dijo: “Esto tiene buena pinta”. Sí señor.
Recuperaron un poco de resuello tras 4 canciones casi de continuo, presentando “Blancos de los nervios” y retomando su disco nuevo. Pero la novedad no evitó que muchos de los reunidos cantaran a la par la letra del tema, reconociéndose como auténticos seguidores de la banda.
Muy bueno, por cierto, el trabajo de Rafa en el bajo, impregnando de mucha fuerza al tema y secundando a una guitarras también muy logradas. De hecho el protagonismo de Rafa se alargó cuando un solo suyo sirvió para enganchar con “No te lo tomes a mal”.
Algo más apaciguada en cuanto a intensidad y simple de ejecución. Quizás un tema de relax, pues Brigi y compañía estaban sudando la gota gorda con lo que se llevaba de concierto.
Pero que nadie se equivocara, que el ambiente no iba a decaer. Ni Koma ni el público lo iban a permitir. Así se dio paso a una acompasada “¿Quién sobra?”, que resultó de las más marchosas de la velada y agitada en el punteo.
Comentaba que el público (en mayor o menor medida) fue capaz de cantar casi cada estrofa del repertorio, echándoles una mano a los coristas oficiales Rafa y Natxo. Pues ambos hacían las segundas voces a muchos de los temas, llegando a acaparar el protagonismo de la voz principal en según qué momentos; por ejemplo Rafa en “Vaya carrera”.
Y para que supiéramos cómo continuaba el show, la banda comenzó a recitar a capella el comienzo de “El pobre”, animando el cotarro aún más y descargando el tema de manera fulgurante y con Natxo haciéndose grande en el punteo. La gente lo agradeció con un poco de pogo. Y un espontáneo aún más, subiéndose en el escenario.
“El muro” apareció con un ritmo muy “particular” y que gustó. Muy bien acogida y despedida con un “Salud” por parte de Brigi. Y luego “Patrón a seguir”. Esta sonó más genuinamente metálica y con unos giros que aumentaban y reducían el ritmo y la intensidad del tema. De los cortes más agresivos del repertorio y donde la banda volvió descargar con la mayor energía.
Está claro que Koma es una formación perfectamente compenetrada, con unos músicos de larga trayectoria en común y donde se conocen de sobra. Pero además creo que están muy bien compensados a nivel musical, con cada instrumento haciendo unas labores esenciales para conseguir el sonido propio de la banda. Cada cuarto de Koma depende de los demás pero también es esencial.
Así me lo parece cuando escucho canciones como “Me vacío”, por ejemplo. Un instrumento como el bajo, que suele quedar en un plano muy secundario en muchas composiciones dentro del género Metal, aquí se planta con mucha relevancia. Igual podría decir de la batería de Juankar (y por supuesto de las guitarras de Natxo y Brigi) en muchos de los cortes del setlist de hoy o de cualquier otro concierto.
Pero siguiendo con el show, se dejaron caer con “una en euskera”. Así la anticiparon y efectivamente lo fue (al menos yo no entendí nada de la letra). Pero eso sí, “Bagore” sonó atronadora.
El final del setlist se iba aproximando con “El exorcista”. Con los navarros muy entregados y, como decía anteriormente, tocando con calidad y sonando todo lo bien que puede hacerse en un sitio cerrado (supongo que al tratarse de una discoteca, esta Mirror está pensada para tratar la mejor acústica posible de un local cubierto).
En fin, que sin darnos cuenta nos pusimos en las once y veinte o así, con “Jack Queen Jack” y un sonido muy poderoso en las guitarras y la banda en conjunto sonando muy, muy Heavy.
“El sonajero” sonó con sus ritmos caribeños y con mucha marcha. Y así pusieron a bailar a buena parte de la concurrencia como preámbulo a las finales “Protestantes” y “Bienvenidos a Degüelto”; esta última otra de las más celebradas y con la banda haciéndose grande y contemplando el moshpit formado frente a ellos.
Los fans, a lo suyo; agitándose en las proximidades del escenario y a la espera de los bises, que llegarían al cabo de unos 5 minutos de asueto por parte de la formación.
Arrancaron con “Tío Sam” y siguieron con “Sakeo”, manteniendo el gran nivel demostrado en lo que iba de noche. Pero el momento culmen llegó con el “Popurrí” donde empalmaron los auténticos himnos de la banda. Todos aquellos temas que la gente esperaba para dar rienda suelta a la desaforada energía que aún conservaban. El moshpit se formó de nuevo con “El marqués de Txorrapelada” y continuó con “Mi jefe”, “Aquí huele como que han fumao” y hasta “El infarto”.
Como os podéis imaginar, no se dio tregua y todos echaron el resto para hacer saber de lo que es capaz Koma en directo.
Y para rematar, el single “La almohada cervical”. Sirvió de colofón al show y para recordar su último disco, que dignamente engrosa la historia de Koma.
Así se dio fin al show, aunque la banda estuvo alternando con los asistentes que quisieron quedarse unos momentos tras el final del concierto. Al menos hasta que el personal de la sala nos rogó la salida del lugar, pues en pocos minutos debía abrirse como discoteca.
En fin, como decía, una noche muy sugestiva en cuanto a música, con unos Koma en plena forma y que prometen continuar así.
Nos vemos en la próxima.
Salud!