“Muchas gracias por venir esta noche. Para nosotros ha sido una noche muy especial. Hoy hemos ofrecido nuestro concierto más largo. Era un reto muy importante”. Con estas palabras y con un semblante que denotaba tanta emoción como satisfacción, cerró Íñigo Laspiur la brillante actuación de ayer (14N) del grupo Kenedy en la sala Malandar. Eso sí, con la imprescindible 'Wembley' como último tema para concluir una velada que fue mágica para sus incondicionales. Prácticamente, una hora y cuarto y 17 canciones para elevarnos a lo más álgido de las emociones musicales.
Hace pocos minutos que acabó el `sueño Kenedy´. Y me siento ante mi ordenador, dispuesta a hacerles partícipes a los fieles lectores de Musiqueando.com de lo que he presenciado a lo largo de aproximadamente 80 minutos de música y emociones. Y siento que estoy atascada. Han sido tantas sensaciones las que he vivido en Malandar, que me resulta complicado expresarlas sin aturullarme. Y me pregunto cómo se puede escribir una crónica de un concierto en el que la simbiosis entre espectadora y periodista ha sido tan grande que no logro separar ambos conceptos. Y es que, perdónenme por la licencia, Kenedy, con Íñigo Laspiur en su papel de líder y vocalista, es un grupo genial.
No pudo empezar mejor el reencuentro con ese público fiel que tanto disfruta con su repertorio. Bueno, con el fiel que le sigue desde prácticamente sus inicios, y con el que se va uniendo a la Kenedymanía. `Into the wild´ permitió entrar en faena sin paños calientes. No hubo ni táctica de acercamiento ni precalentamiento. Del tirón. Efectivamente, con ‘Into the wild’ y el derroche de fuerza y energía que ya caracteriza a la banda nos metió a todos en el ambiente. A partir de ahí, un repaso a una trayectoria que va enriqueciéndose y adquiriendo un cuerpo de vino para grandes paladares. Kenedy afrontó ayer noche “todo un reto”, como Íñigo repitió varias veces, y como hemos adelantado en la entradilla. Fue el primer gran concierto, y lógicamente tenía que estar a la altura de las circunstancias. Si asistir a un directo suyo ya impresiona, lo de Malandar ha sido alcanzar un techo mucho más alto que el conocido hasta el presente. Temas como ‘Heaven’, ‘Breath Again’ (impresionante), ‘Take the Chance’ o ‘Wreck’, entre otros, generaron una atmósfera de complicidad público-artistas que no podía acabar de otra manera que en apoteosis. Y para ello, qué mejor que tener ese lujo llamado `Wembley´.
Entre tanto delirio Kenedyano, `Guts´ disfrutó del protagonismo que merece un trabajo tan relevante como lo es un LP. Su presentación se está produciendo en la actual gira, y del mismo forman parte la mencionada `Wembley´, `Fist Case Scenario´ o 'Two'. En definitiva, Kenedy tuvo ayer su gran noche. Pero no fue solo la suya; también fue la de un público que acabó llevándose un excelente sabor de boca. Porque, como titulamos, “Kenedy lo volvió a hacer”, siendo fiel a unos orígenes que recordamos en `Fallen Stars´: “There were two guys and lots of beer in a bar; "Do you know that I can play guitar?”; Well, I can sing; What about creating a band?"; They met a great tall man that played the bass guitar and the greatest drummer I ever saw in my life; They rent a place; And that's how it all began; And here I am, I won't give up…” (“Había dos chicos y un montón de cerveza en un bar; "¿sabes que puedo tocar la guitarra?"; "bueno, yo puedo cantar"; "¿qué tal si creamos un grupo?; conocieron a un hombre alto que tocaba el bajo y al más grande batería que había visto nunca en mi vida; alquilaron un local; y así es como empezó, y aquí estoy, no voy a renunciar a nada…”).
Here at last, Kenedy, live…, Íñigo, Miguel, Antonio, Seluk, Esteban y Queco.