Ke$ha, la nueva sensación del pop mundial, ha aparecido en escena como un huracán.
Considerada por The New York Times como “la nueva amenaza”, su álbum de debut, Animal, ya es nº1 en Estados Unidos (se publicó el pasado 5 de enero) tras vender 151.942 ejemplares físicos en una semana y ha batido el récord mundial de un nuevo artista en ventas digitales, en cuya lista también es nº1. Animal se publica en España el 26 de enero y Ke$ha define su álbum como “electro pop mágico”.
Además, con su primer single, TiK ToK, también ha superado el histórico récord mundial de un artista femenino, alcanzando el doble platino en Estados Unidos y vendiendo más de cuatro millones en el mundo. TiK ToK también es nº1 en radios y en la lista Billboard Hot 100 y la canción Blah Blah Blah es nº2 en radios y nº7 en esta lista Billboard. En una semana, Ke$ha ha vendido en total más de 693.000 canciones en descargas digitales. Y hay más. Ke$ha es la primera artista debutante en conseguir nº1 en álbumes y singles desde Leona Lewis y es la artista nº1 en MySpace y en la lista de singles de iTunes.
Ke$ha es el primer nº1 global que ha inaugurado 2010 con su álbum Animal y la canción TiK ToK. Desde que este tema comenzó a sonar en radios en octubre de 2009, TiK ToK se ha convertido en el nº1 con mayor número de tocadas, superando a los singles de Jay-Z y Taylor Swift. La canción ha vendido más de dos millones de descargas legales sólo en iTunes mientras el vídeo fue considerado “vídeo de la semana” en este portal a principios de noviembre y permanece desde entonces entre los diez primeros. Para Billboard y People Magazine, TiK ToK es la “descarga más caliente”. Entertainment Weekly la situó en el centro de la diana y Ke$ha ha aparecido en la portada de Women’s Wear Daily. En el ámbito internacional, TiK ToK ha sido nº1 en las listas de Australia (arrebatándoselo a David Guetta y manteniéndose ocho semanas consecutivas), Nueva Zelanda (quitándoselo a Black Eyed Peas y permaneciendo cinco semanas) y Canadá (robándoselo a Lady Gaga) y se ha situado entre los diez primeros en 18 países.
El álbum Animal es una afilada colección de canciones de potente e implacable electro pop, irresistibles por su energía punk de alto octanaje y con letras de Ke$ha sinceras, directas y de actitud irreverente. “Quiero que mi música sea divertida, interesante, nueva, graciosa y diferente, pero con sustancia”, dice Ke$ha. “Bajo las apariencias, soy una persona emocional. Quiero que la gente me escuche y sienta lo que cuento”. Un buen ejemplo es TiK ToK, el primer single de Animal y una canción que alegra el cuerpo y las pistas de baile. Un magnífico ejercicio de pop electrónico, la canción que ha revolucionado el panorama musical en los comienzos de 2010, una maravilla de dinámica, con todos los ingredientes del buen pop, brillante, burbujeante, y con los gimmicks precisos para llamar la atención. Producida y co-escrita (junto a Ke$ha) por Lukasz “Dr. Luke” Gottwald (Katy Perry, Kelly Clarkson, Britney Spears…), TiK ToK llega acompañada de un vídeo en el que aparece Ke$ha con una fuerza y una presencia artística que anuncian que estamos ante una artista grande y especial. En el álbum también aparecen nombres como el veterano fabricante de éxitos Max Martin (Pink, Kelly Clarkson, Britney Spears) y el compositor y productor Benny Blanco (Katy Perry, 3OH!3, Spank Rock).
Junto al single TiK ToK, en Animal aparecen canciones como Your Love Is My Drug, puro dance con un beat seco, apoyado solo por secuencias rítmicas y teclados y un estribilo rompedor. Kiss N Tell aviva aún más el ritmo, elimina todos los frenos y sitúa la canción en terrenos vertiginosos, rondando los 140 bpm. Stephen comienza sorprendiendo con un arreglo de tres voces a capella para introducirse en un ritmo entrecortado en una canción que es un ejemplo de pop imaginativo, muy bien arreglado, ingenuo y sexy. En Blah Blah Blah aparece como invitado 3OH!3 para lanzar un tecno-hip muy efectivo y estupendamente producido. Hungover relaja el álbum en un ejemplo de pop electrónico. Party At A Rich Dude’s House vuelve a recuperar el ritmo endiablado, superando los 140 bpm, endurecido por guitarras. Backstabber aumenta la dinámica demostrando que con Ke$ha todo es posible en una canción de violenta aceleración. Rítmicamente, Blind es de lo más tranquilo del álbum aunque con un tratamiento de gran energía. Dinosaur es un nuevo ejemplo de como reunir elementos del tecno, electro, hip hop y d&b para crear un pop nuevo y original. Dancing With Tears In My Eyes ofrece una producción más sofisticada. En Boots & Boys aparece la Ke$sa más sensual con un tratamiento de pop electrónico en estado puro muy bien ambientado y Animal comienza con un arreglo que hubiera firmado Eurythmics para lanzar un ritmo de nuevo trepidante con cierto eco de los 80.
Son las canciones de Animal, un álbum sorprendente y plagado de vivencias, porque si hay algo que Ke$ha sabe hacer es contar historias. Ahí va una buena: hace dos años, la entonces aspirante a cantante pop y autora decidió que Prince produjera su primer álbum. Averiguó su dirección, subió al coche y se dirigió a su casa en Beverly Hills, donde dio cinco dólares al jardinero para evitar problemas. Dejó el coche aparcado entre líneas moradas, se coló por una puerta lateral que estaba abierta, montó en el ascensor y subió al tercer piso, donde Prince estaba ensayando con su banda. “Me senté en uno de los tronos morados hasta que él se dio cuenta que estaba allí”, dice Ke$ha. “¿Cómo diablos has entrado?” dijo Prince. “Y antes de de que su servicio de seguridad me echase, le dejé un CD con mis canciones envuelto en colores morados”.
Ke$ha no ha vuelto a tener noticias de Prince, pero la anécdota es significativa y define la personalidad y la determinación de esta chica de 22 años. “Siempre he sabido que quería ser artista”, dice. “Tengo un vídeo en el que, con cinco años, desnuda y con el cuerpo pintado, me pongo a gritar: ¡Voy a ser una estrella del rock y nadie podrá pararme! Es mi vocación. Si no lo consigo, cuando tenga 50 años me sentiré fatal”. Afortunadamente, parece que esto no sucederá. Ke$ha ha grabado su álbum de debut con Dr. Luke como productor ejecutivo. Dr. Luke ha conseguido nº1 con Britney Spears, Katy Perry, Kelly Clarkson, Avril Lavigne y Flo Rida, que no es mal currículo. Después de haberla escuchado, el productor la llevó a RCA Records y firmó contrato en febrero de 2009.
No puede sorprender que la capacidad de Ke$ha para contar historias y su elección de los temas sea poco convencional. Hay una canción que describe cuando Ke$ha vomitó en un armario en una fiesta de un amigo de Paris Hilton (Party at a Rich Dude’s House), otra que habla de la ocasión en la que “una estúpida zorra pretendió hacerse pasar por mi amiga y quiso jugármela” (Backstabber) y una más sobre el momento en el que se dio cuenta de que su chico le era infiel con una famosa estrella del pop, de la que no da su nombre (Kiss N Tell). Y es que a Ke$ha le gustan las canciones con historia desde pequeña, cuando ya conocía a los veteranos cantautores de Nashville. Pebe, su madre, cantaba en una banda punk-rock y compuso la canción Old Flames Can’t Hold A Candle To You, que llevaron al éxito Joe Sun en 1978 y Dolly Parton en 1980. Pero cuando Ke$ha nació en 1987 durante una fiesta en Los Angeles, su madre atravesaba dificultades para mantener a la familia con su música y tuvieron que utilizar vales de comidas para los más hundidos. “Uno de mis primeros recuerdos es a mamá diciéndome: Si quieres algo, cógelo”, dice Ke$ha.
En 1991, Pebe volvió a Nashville donde había conseguido un nuevo contrato editorial. Ke$ha era habitual de los estudios de grabación. “Pienso que crecí en un estudio”, asegura. Fue a la escuela de música (“Donde alguno iba descalzo”, dice), tomó clases de composición y se enamoró de iconos del country como Johnny Cash, Dolly Parton y Patsy Cline: “Escuchaba sus canciones y contaban historias. Nashville Skyline de Bob Dylan es uno de mis discos favoritos”. Algunas veces, Ke$ha cantaba en los estudios mientras su madre trabajaba: “Siempre me decía: Tienes una bonita voz, utilízala. Y yo cantaba todo el rato”.
Cuando Ke$ha cumplió los 17, dejó el instituto antes de ir a la Universidad de Columbia a estudiar psicología. “Quería ir a Los Angeles y hacer mi música”. Y fue en ese momento cuando encontró a Dr. Luke. “Estaba buscando a una artista con una voz especial y distinta, con su propio estilo. Apareció Ke$ha y se acabó la búsqueda”, dice Luke, que un día la invitó a grabar una voz en una canción del álbum R.O.O.T.S. de Flo Rida. Era la canción Right Round, a la que que TiK ToK ha arrebatado el récord mundial de descargas. “Cuando escuché mi voz en Right Round, comencé a gritar”, dice Ke$ha. “Puedo parecer una loca, pero sé muy bien lo que quiero. He trabajado duro para lograrlo y es agradable no volver a pasar momentos difíciles. Hace tres años robaba verduras en tiendas baratas para sobrevivir. Ahora tengo un nº1 con Animal y TiK ToK, trabajo y algo de dinero en el bolsillo. Poder invitar a mamá a comer es lo mejor del mundo”.
Es la historia de Ke$ha, la artista que ha alumbrado el comienzo de 2010. Su primer álbum, Animal, es nº1 en todas las listas. Su primer single, TiK ToK, también nº1 y batiendo récords. El 26 de enero, Animal se publica en España.
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