Noche festiva en Sevilla, pese a ser lunes, ya que en el calendario se recogía que hoy se iba a vivir uno de los momentos más esperados en el Icónica Santalucía Sevilla Fest, un festival que no para de crecer y recibir halagos por su calidad musical y su óptima organización, y gracias al cual Keane aterrizaba en Sevilla.
Con puntualidad más que británica, todavía quedaban un par de minutos para la hora de comienzo del espectáculo, salían al escenario los integrantes de la banda británica de rock alternativo Keane, en uno de sus pocos conciertos en tierras españolas, -el martes tocan en Marbella y el jueves en Madrid, despidiéndose de España por el momento-, dentro de la gira que conmemora el 20 aniversario de su álbum debut, “Hopes and Fears (2024), con el que obtuvieron numerosos premios, entre ellos dos BRIT Awards en 2005, por mejor álbum británico y mejor artista revelación británico, el premio a mejor banda Revelación en los MTV Europe Music Awards en 2004 o el Ivor Novello Award, por los cuales recibió un inmenso reconocimiento internacional.
Por fortuna para grupo y público, la noche no se presentó muy calurosa, pero lo que si fue caluroso fue el recibimiento que los asistentes que llenaban la monumental Plaza de España dentro del marco del Icónica Santalucía Sevilla Fest y con las entradas agotadas desde hace varios meses, le brindaron a Tom Chaplin, vocalista de la banda y a los suyos, quien iniciaba el concierto por todo lo alto, con temas como “Cant stop now”, “Silenced by the night” o “Bend and break”.
Aunque la función era con asientos asignados, bastó el primer saludo del cantante animando al público a levantarse y disfrutar del concierto de pie y bailando, a lo cual el púbico obedeció, convirtiéndose la Plaza de Espala en una fiesta.
Tras varias canciones coreadas por los allí presentes y ganarse al personal congregado en el concierto con su soberbia y majestuosa voz, sus comentarios sobre lo impresionado que estaba con la belleza de la Plaza de España y la ciudad de Sevilla, -no se olvidó tampoco del calor, meteorológicamente hablando de la capital andaluza-, en la que actuaban por primera vez, se desató la locura al escucharse los primeros acordes del tema “Everybody’s Changing”, uno de sus mayores hits, que la gente cantó inmersa en plena catarsis, creándose una increíble simbiosis entre los músicos y los fans allí reunidos, con un cantante que estuvo gran parte del evento interactuando con la gente y regalándonos algunas palabras en español como “Siesta”, “Andalucia” y “muchas gracias” y muy sorprendido con las palmas sevillanas, a lo que comentó que esas palmas no se escuchaban en Inglaterra.
Durante el transcurso del concierto, el grupo deleitó al público con una veintena de canciones entre las que destacaban “Nothing in my way”, “This is The Last Time” o “is it any wonder?”, en la cual Tom Chaplin antes de empezar a recitarla nos dio una clase magistral de como hacer los coros del estribillo, siendo estos temas buques insignias de un grupo que no puede sonar más británico y donde todos sus miembros estuvieron impecables, desde el sonido a la sublime voz del vocalista.
Con el tema “Somewhere Only We Know”, la banda se despedida del público sevillano, pero no tardarían en volver a subirse al escenario para, ahora sí, afrontar el final del show, momento en el cual se vivió uno de los momentos más especiales de la noche, al comentar el cantante de Keane que estaban celebrando su 20 aniversario, el público al unísono les regaló un espontáneo canto de “Cumpleaños Feliz”, en versión española. Tras esto, la banda agasajo a los presentes con tres canciones más, siendo una de ellas la movida y alegre “Sovereign Light Café” que volvió a hacer las delicias de los allí congregados que no pudieron salir más satisfechos del recital que los de Battle, East Susex, en el sureste de Inglaterra, ofrecieron.
La banda británica Keane compuesta por Tim Rice-Oxley al piano, Richard Hughes en la batería, Jesse Quin en el bajo y Tom Chaplin a la voz, se estrenó anoche en la ciudad de la Real Maestranza saliendo por la Puerta del Príncipe, tras más de una hora y media de un concierto sublime. “Dios salve a Keane”.