La música es pasión, y es conexión. Y conexión fue lo que se vivió en la antesala del broche final de Nocturama. Allí nos reunimos todos para vivir la conexión de la buena música en lo que iba a ser una noche inolvidable de soul, funky, rock, blues, pasión y buenas voces.
El concierto lo abrió Julián Maeso, a quien apenas conocía. Una versión del “The change is gonna come” de Sam Cooke, que me llegó por casualidad, me descubrió una voz sensual y llena de soul que despertó mis ganas de verle tocar en directo. Y no me falló, la intensidad que mostró sobre el escenario y el dominio del órgano Hammond, me dejaron realmente impresionada. Una voz que recordaba a Joe Cocker, abrió la noche con “Throught and esrly honeymoon”, un delicioso tema del disco “One way ticket to Saturn”, una invitación para que la clase política compre tickets de metro con destino lunar. Un tema que seguramente lo eligió para calentar la voz y los instrumentos. Acompañado del virtuoso Pere Mallen a la guitarra continuó con “You'd better not Hurt me again” y así, sucesivamente, incluyendo la maravillosa armónica de Mingo Balaguer y las voces maravillosas de sus coristas. Maeso hace gala de su conocimiento del mundo del blues, y la noche comenzó a tornarse insuperable.
The Milkyway Express asomaron con su máquina de rock y su “Perrorosa”, último trabajo de la banda sevillana, llena de sonidos folk y rock and roll. Una banda en activo desde 2009, que se ha erigido como una de las bandas de rocanrol referentes, con su personal mezcla de blues y el southern rock, que recuerdan a los Alman Brothers y a la Creedance Clearwater Revival . Southern rock, blues y un potente directo, aunque en esta ocasión, sufrieran algunos problemas técnicos que le restaron fuerza en algunos momentos.
Cerró la noche la superbanda y la portentosa voz funky y oscura de una Lisa que nos dejaba, con sus Lips, absolutamente alucinados. Magnífico proyecto de Lisa Kekaula y Robert Venum (The Bellarys), rodeados por músicos españoles procedentes de bandas como “The Right Ons”, “Sex Museum”, o los “Coronas” y una magnífica sección de viento que destacaba la bis más soul de la potente voz de Lisa, una mezcla entre rock, soul y funk de alta calidad, puro fuego. Temas como “Troubled mind”, “Black Board o el clásico y maravilloso “Im Going down” llenaron la noche de buena música para que a los que al filo de las tres de la madrugada aún nos resistíamos a abandonar el recinto y despojarnos de la maravillosa sensación de haber vivido una noche única, donde solo pudimos rendirnos a la magia de la música en directo, a la pasión de compartir aquello que se siente y sobre todo, el placer de sentir la música, que en definitiva, es lo que nos reúne. Y lo mejor, descubrir nuevos sonidos y descubrírselos a aquellos que comienzan a sentir que en Sevilla, las noches de verano a veces, son mágicas. Solo tienes que dejarte llevar por la música, y por la gente que la disfruta.