Madrid, 16-12-2008
Y por fin Josele lo hizo. Tras una hora larga de escuchar buen rock, guiados por su personal voz, y cuando todo el público se dirigía ya hacia la salida, Josele apareció con su acústica para interpretar una de las canciones más memorables de su repertorio con Los Enemigos, “Desde el jergón”, poniendo un broche de oro a una gran actuación.
Pero antes de todo eso hizo su aparición en escena RRA!, teloneros de Josele. Su actuación fue realmente sorprendente y estimulante. Partiendo de un sonido folk basado en una guitarra acústica, los otros dos miembros del grupo iban aderezando las melodías con diversos instrumentos como un cello, un xilofón, batería y, aquí viene lo bueno, un taco de madera y una tabla de aluminio, que uno de ellos aporreaba con fruición. El resultado fue un folk-cazurro que dejó anonadado al público, que aplaudió con ganas los tres temas que interpretaron. El grupo supo crear un ambiente muy especial a través de sus melodías, a lo que ayudó también el Teatro Maravillas, decorado para la ocasión como un callejón.
Tras ellos salieron a escena Josele y sus Menudencias, acompañados esta vez por Pablo Novoa, productor de su último disco, “Loco encontrao” y habitual guitarrista de sus giras. De hecho en escena se juntaron tres guitarristas sobresalientes, Novoa, Josele y David Krahe, otro artista de las 6 cuerdas. Si la cosa viese sido un concurso del Guitar Hero probablemente el ganador hubiese sido Krahe, quien acaparó la mayoría de los solos, nublando un poco el sonido de Novoa. Virtuosismos aparte el concierto giró sobre todo alrededor del último disco de Josele, dejando de lado toda su producción anterior, que no es poca.
No es Josele un artista nostálgico, a pesar del peso que ha tenido en el rock español. Así que Josele se centró en su nuevo disco, en el que profundiza en el sonido amable que ya predominaba en “Garabatos”, un disco con canciones redondas, cuidadas, en un sentido muy pop, siendo “Baila el viento” el ejemplo más claro. La banda apenas tocó un par de canciones de los anteriores trabajos en solitario de Josele, pero fue con ellos con los que el público se animó, sobre todo con una magnífica interpretación de “Pensando no se llega a na”, en la que Josele demostró sus dotes de crooner. Si hay algo que distinga a Josele de otros rockeros es el dominio de su voz. Lejos de recrearse en ese sonido gutural, Josele ha ido aprendiendo y explorando las posibilidades que su voz le brindaba, repercutiendo todo ello en sus interpretaciones, llenas de matices y detalles. Aunque ahora le veamos con una acústica, o con un micrófono en mano, Josele no ha perdido la fiereza que le caracterizaba en Los Enemigos, más bien ha sabido remozarla y crecer como artista.
Con “Ole papa” la actuación llegó al que parecía su punto culminante, con ese crescendo brutal al final de la canción. Pero ver a Josele siempre te deja un regusto amargo. Josele es dueño de una maravillosa colección de canciones con Los Enemigos: “Septiembre, “Brindis, “Ouija”, “La carta que no”…y uno siempre se queda con ganas de escuchar alguna de esas canciones en directo, cosa que Josele hace con cuentagotas. Sabe que tiene un tesoro, y que conviene administrarlo. Y en el momento en el que quiera utilizarlo, el público caerá rendido, como así ocurrió cuando interpretó “Desde el jergón”. Es el poder de las grandes canciones.
Fotografías: Javier Gómez Murcia